En un giro inesperado, Japón y Alemania han bloqueado los esfuerzos saudíes para adquirir aeronaves de última generación, exponiendo tensiones diplomáticas y reconfigurando el panorama aéreo global.
Japón y Alemania: Decisivas negativas en la carrera aérea saudí
El rechazo de dos potencias, Berlín y Tokio, en un mes ha causado un revuelo en el ámbito militar. Aunque actúan independientemente, ambas naciones han centrado sus reservas en preocupaciones diplomáticas, en particular relacionadas con el conflicto yemení y los derechos humanos.
La Real Fuerza Aérea Saudí, con planes de transición del McDonnell-Douglas F-15C/D Eagle y del Panavia Tornado IDS, ahora se encuentra en una encrucijada. Esta transición podría haberse facilitado con la adición de 48 aviones Eurofighter EF-2000 Typhoon Tranche 4, pero Alemania obstaculizó tal movida.
La intervención alemana no ha sido bien recibida por todos los socios europeos. Específicamente, España e Italia, sintieron un amargo sabor al ver que Arabia Saudí favorecía a BAE Systems del Reino Unido para el ensamblaje de los Typhoons, dejando a Airbus DS y Leonardo en un segundo plano.
El Rafale F4 de Dassault Aviation: ¿Un nuevo jugador en la contienda?
Ante la reticencia alemana y japonesa, los ojos de Riad podrían dirigirse hacia Francia. El Rafale F4 de Dassault Aviation emerge como una opción viable para el reino, a pesar de que no es del agrado del SCAF.
Francia, con una política de derechos humanos más flexible que la de Alemania, podría ofrecer a Arabia Saudí lo que otros se han negado. Sin embargo, esta relación potencial plantea interrogantes sobre la posición de Francia en el escenario mundial.
Con el tiempo, es posible que otras naciones, como España, tomen una postura similar a la de Alemania. En este entramado diplomático, Estados Unidos y su proyecto de sexta generación, el NGAD, podrían ganar protagonismo.
¿Riad acudiendo al abrazo protector de Estados Unidos?
A medida que Arabia Saudí busca opciones, el NGAD de EE. UU. parece ser una alternativa intrigante. Esta aeronave de sexta generación, aún en desarrollo, podría llenar el vacío dejado por las negativas japonesas y alemanas.
Un giro hacia Estados Unidos implicaría un cambio significativo en las alianzas de Arabia Saudí y en el paisaje de defensa mundial. Aunque todavía es prematuro hablar de un cambio definitivo, el escenario parece propicio.
Si Arabia Saudí decide seguir esta ruta, podría significar el comienzo de una nueva era de colaboración entre Riad y Washington, con implicaciones de largo alcance para el equilibrio de poder mundial.