Japón presentó en Canberra una versión mejorada de su fragata de clase Mogami como parte de su estrategia para asegurar un contrato de exportación de defensa en Australia y reforzar su presencia en el Indo-Pacífico. La sesión informativa, celebrada el 21 de julio de 2025, se dirigió a líderes políticos y empresariales australianos. Esta presentación se enmarca en un esfuerzo conjunto con Estados Unidos y Australia para consolidar la cooperación trilateral en defensa ante los desafíos regionales de seguridad.
Takeshi Ishikawa, comisionado de la Agencia de Adquisición, Tecnología y Logística del ministerio de Defensa de Japón, encabezó la exposición. Durante su intervención, explicó que la fragata Mogami incorpora sistemas de armas compatibles con los utilizados por las fuerzas estadounidenses, lo que facilitaría la integración operativa entre las armadas de los tres países. Este criterio de interoperabilidad es considerado prioritario por Australia para fortalecer sus alianzas militares en la región.
La clase Mogami, también identificada como 30DX o 30FFM, fue diseñada como fragata multimisión con capacidades furtivas. Mide 133 metros de eslora, desplaza 5.500 toneladas a plena carga y alcanza velocidades de hasta 30 nudos mediante un sistema CODAG con una turbina Rolls-Royce MT30 y dos motores diésel MAN. Su dotación estándar es de 90 tripulantes gracias a la automatización, e incluye un centro de comando con pantalla panorámica y realidad aumentada, derivado de tecnologías desarrolladas para el caza X-2 Shinshin.
El armamento del buque consiste en un cañón Mk45 de 127 mm, ocho misiles antibuque Tipo 17, un sistema antiaéreo SeaRAM, dos tubos lanzatorpedos triples con torpedos Tipo 12, así como 16 celdas VLS Mark 41 con posibilidad de modernización. El Mogami opera un helicóptero SH-60L, vehículos no tripulados y equipos para colocación de minas. Las capacidades de guerra electrónica están a cargo del sistema NOLQ-3E y los lanzadores de señuelos para contrarrestar amenazas aéreas y submarinas.
Australia evalúa construir 11 nuevas fragatas con un presupuesto estimado de $10.000 millones australianos. La decisión final, prevista para finales de año, definirá si opta por la oferta japonesa o por un modelo alemán rival. Japón ha promovido el diseño Mogami como una opción tecnológicamente avanzada y rentable. Según Ishikawa, el buque requiere solo 90 tripulantes, lo que reduce en un 30 % los costos estructurales en comparación con otras fragatas, una ventaja frente a las restricciones presupuestarias y problemas de reclutamiento en las fuerzas navales.
La visita a Canberra incluyó la participación de altos ejecutivos de Mitsubishi Heavy Industries, entre ellos el presidente Seiji Izumisawa. En 2024, el gobierno japonés creó un comité conjunto para apoyar la oferta a Australia, lo que significó un giro respecto a su enfoque tradicional sobre las exportaciones de armamento. Esta iniciativa representa una acción estatal coordinada para captar contratos de defensa internacionales y explorar oportunidades comerciales exteriores.
En una fase previa de promoción, Japón desplegó este año las fragatas Noshiro y Yahagi de la clase Mogami en Australia. Este despliegue permitió a las autoridades australianas examinar directamente sus capacidades operativas, lo que fortaleció la posición japonesa en la competencia por el contrato.
La postulación de la fragata Mogami forma parte de una estrategia de Japón para ingresar al mercado global de defensa y ampliar su cooperación con aliados estratégicos. La decisión australiana influirá en la configuración de su flota naval durante las próximas décadas y también en el equilibrio de las asociaciones militares en el Indo-Pacífico.