Turquía avanza con el avión KAAN, diseñado para sustituir los F-16, con entregas previstas a la Fuerza Aérea en 2028.
KAAN: El nuevo caza turco que desafía a los F-16
Turkish Aerospace Industries (TUSAŞ) intensifica las pruebas de vuelo del caza de quinta generación KAAN, con el objetivo de entregar las primeras unidades a la Fuerza Aérea Turca a finales de 2028. El pasado febrero de 2024, el avión completó su primer vuelo, un hito que marcó 11 minutos de prueba acompañados por un F-16D. Según Mehmet Demiroğlu, gerente general de TUSAŞ, la compañía espera realizar un tercer vuelo antes de octubre de 2025, tras haber encendido el postquemador en el primer prototipo. Este avance posiciona a Turquía como un actor emergente en la producción de aviones de combate avanzados, reduciendo su dependencia de tecnología extranjera.
El programa KAAN, inicialmente conocido como TF-X, arrancó en 2010 con el propósito de reemplazar la envejecida flota de F-4E Phantom y, eventualmente, los F-16 de la Fuerza Aérea Turca. La expulsión de Turquía del programa F-35 en 2019, tras adquirir sistemas de defensa aérea rusos S-400, aceleró el desarrollo de este proyecto. TUSAŞ planea producir 20 unidades iniciales para 2028, con dos prototipos adicionales en construcción y tres más antes de la producción en serie. La meta es alcanzar una flota de cientos de KAAN entre 2030 y 2033, según afirmó Temel Kotil, exgerente general de TUSAŞ, en mayo de 2024.
El KAAN destaca por su diseño stealth, radar AESA y capacidad para llevar hasta 20,000 libras de armamento, aunque solo 1,000 libras internamente, un factor crítico para mantener su baja detectabilidad. Los prototipos iniciales usan motores General Electric F110, los mismos que impulsan los F-16, pero Turquía desarrolla un motor indígena que espera integrar para 2032. BAE Systems, empresa británica, colabora como subcontratista, aportando experiencia en tecnologías avanzadas. Además, el avión incorporará capacidades de sexta generación, como la integración con drones Baykar para operaciones de equipo tripulado-no tripulado.
Turquía aprovecha su experiencia previa en el programa F-35, donde empresas turcas fabricaron 900 componentes, incluyendo conductos de entrada de aire y puertas de bahías de armas. El Consejo de Investigación Científica y Tecnológica de Turquía trabaja en recubrimientos absorbentes de radar para mejorar la furtividad del KAAN, aunque no se han revelado detalles sobre su estado actual. Estas capacidades posicionan al caza como una alternativa competitiva frente a otros aviones de quinta generación, como el F-35 estadounidense.

Datos clave del programa KAAN para 2028
- Primer vuelo: Febrero de 2024, 11 minutos con escolta de un F-16D.
- Entregas iniciales: 20 unidades previstas para la Fuerza Aérea Turca en 2028.
- Motores: General Electric F110 en prototipos; motor turco en desarrollo para 2032.
- Capacidad de armamento: 20,000 libras totales, 1,000 libras internas.
- Colaboración internacional: Interés de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán, Indonesia y Brasil.
Interés internacional y rivalidad con el F-35
El KAAN atrae atención global, con países como Arabia Saudita, que planea adquirir hasta 100 unidades, y los Emiratos Árabes Unidos, interesados en participar en su desarrollo. Indonesia y Brasil también exploran colaborar en el programa, mientras que Pakistán aporta cerca de 200 ingenieros al proyecto. Estas alianzas reflejan el interés por una alternativa al F-35, cuyas estrictas condiciones de exportación limitan su acceso para algunos países. En mayo de 2024, Temel Kotil afirmó que el KAAN supera al F-35 en capacidad de carga (10 toneladas frente a 6) y en potencia, gracias a sus dos motores frente al motor único del avión estadounidense.
La exclusión de Turquía del programa F-35 marcó un punto de inflexión para su industria aeroespacial. En 2004, el país dependía en un 80% de importaciones militares, pero hoy lidera proyectos como el KAAN y drones como el Anka-3 y Kizilelma, diseñados para operar junto al caza como alas leales. Esta autonomía refuerza la posición de Turquía en el mercado global, desafiando la hegemonía de potencias tradicionales como Estados Unidos y Rusia en la exportación de cazas avanzados.
A pesar de los avances, el KAAN enfrenta desafíos. La dependencia inicial de motores estadounidenses genera interrogantes sobre su autonomía tecnológica, y la producción en masa requiere superar cuellos de botella logísticos. Además, la Fuerza Aérea Turca sigue modernizando sus F-16, incorporando tabletas en las cabinas para integrar armas locales, como bombas guiadas KGK-82/83 y misiles SOM-B1. Estas mejoras aseguran capacidad operativa mientras el KAAN no entre en servicio pleno, previsto para la década de 2030.
El programa también responde a dinámicas regionales. Grecia recibirá sus primeros F-35 en 2028, lo que intensifica la carrera aérea en el Mediterráneo oriental. Turquía negocia con Estados Unidos reingresar al programa F-35 o adquirir nuevos F-16, pero el KAAN permanece como prioridad para garantizar soberanía militar. En marzo de 2025, el presidente Recep Tayyip Erdogan discutió con Donald Trump la posible reincorporación al programa F-35, aunque sin resultados concretos hasta ahora.
Contexto global y perspectivas del KAAN

El desarrollo del KAAN se enmarca en un cambio en el panorama de la aviación militar. Países como Corea del Sur, con su KF-21 Boramae, y Turquía rompen el monopolio de superpotencias en cazas de quinta generación. La colaboración con BAE Systems y el interés de naciones del Golfo, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, refuerzan el potencial exportador del KAAN. Riad ve en el caza una solución transitoria hasta adquirir aviones de sexta generación en la década de 2040, según analistas.
La producción del KAAN se beneficia de lecciones aprendidas en proyectos previos, como el entrenador Hürjet y el turbohélice Hürkus. Fahrettin Öztürk, subdirector de TUSAŞ, destacó en abril de 2025 que las experiencias del Hürjet aceleraron procesos clave en el KAAN. La industria turca también explora asociaciones con Embraer de Brasil, que podría contribuir a variantes específicas del caza, fortaleciendo la colaboración entre naciones del Sur Global.
En el ámbito técnico, el KAAN promete superar a competidores como el Eurofighter, Rafale y el propio F-16 en tecnología y rendimiento. Su capacidad para operar con drones y su radar AESA lo alinean con las tendencias de guerra aérea moderna. Sin embargo, expertos advierten que alcanzar la plena capacidad operativa antes de 2030 es ambicioso, dado el volumen de pruebas requeridas y la complejidad de integrar un motor indígena.
El KAAN no solo modernizará la Fuerza Aérea Turca, sino que también proyectará a Turquía como un líder en defensa aeroespacial. Su desarrollo, respaldado por una red de socios internacionales y una industria local en expansión, marca un hito en la búsqueda de autonomía estratégica, desafiando las dinámicas tradicionales del poder aéreo global.