En abril de 2022, apenas dos meses después de la escalada rusa en el conflicto ucraniano, Eslovenia se comprometió a apoyar el esfuerzo bélico de Ucrania, donando todos sus tanques M-55S en desuso, excepto aquellos exhibidos en museos, sumando un total de 28 unidades.
Casi dos años más tarde, las fuerzas armadas ucranianas enfrentan desafíos para integrar estos tanques híbridos. Estos vehículos combinan los chasis y torretas de los T-55 soviéticos de los años 50, con avanzados sistemas de control de fuego israelíes y un cañón principal L7 de 105 milímetros de diseño británico.
El M-55S, lejos de ser inferior, supera en control de fuego a la mayoría de los tanques rusos y su blindaje, reforzado con placas de protección reactiva, excede el de los Leopard 1A5 alemanes en servicio ucraniano.
Sin embargo, el M-55S se destaca por su singularidad, complicando su integración en las fuerzas ucranianas que buscan expandir su arsenal acorazado.
Los tanques M-55S, con un peso de 36 toneladas y capacidad para una tripulación de cuatro, fueron entregados a finales de 2022. Formaron un batallón dentro de la recién establecida 47ª Brigada Mecanizada, que, adoptando estándares de la OTAN, se adiestró con estos vehículos durante los meses otoñales e invernales. Sin embargo, en la anticipada contraofensiva de Kiev en el sur de Ucrania para 2023, la 47ª Brigada fue reequipada.
Reasignaciones estratégicas en el frente
Anticipando enfrentamientos intensos en el sur, el mando militar ucraniano dotó a la 47ª Brigada de los tanques Leopard 2A6 alemanes, entre los más resistentes del conflicto, desplazando a los M-55S a unidades de menor prioridad, específicamente la 67ª Brigada Mecanizada.
Durante la ofensiva en el sur, la 47ª Brigada, parte del esfuerzo contraofensivo, sufrió significativas pérdidas. Por otro lado, la 67ª Brigada mantuvo posiciones cerca de Kreminna, en el este ucraniano, donde lamentablemente se perdió un M-55S debido a fuego de artillería.
Con la pausa en la contraofensiva ucraniana durante el otoño, las fuerzas rusas, aprovechando el desgaste enemigo, iniciaron una ofensiva propia. Seis meses más tarde, lograron capturar las devastadas ruinas de Avdiivka, a unos 100 km al sur de Kreminna, aunque a un alto coste.
Actualmente, con ambos ejércitos agotados y la intensidad del conflicto reduciéndose, los 27 M-55S que aún permanecen parecen estar en proceso de ser nuevamente reubicados, buscando su lugar dentro del complejo tablero estratégico de Ucrania.
Integración estratégica en la 5ª Brigada de Tanques
Según análisis de imágenes oficiales por parte de Militaryland, dedicado al estudio del orden de batalla de Ucrania, los M-55S han sido asignados recientemente a la 5ª Brigada de Tanques. Esta unidad, actualmente en fase de organización y adiestramiento en Kryvyi Rih, en la región meridional, representa una de las últimas fuerzas de reserva intactas del ejército ucraniano.
La asignación de los M-55S a la 5ª Brigada de Tanques podría interpretarse inicialmente como la recepción de equipos sobrantes de otras unidades. Sin embargo, existe una perspectiva más profunda detrás de este tercer traspaso de los tanques.
Evidencias indican que la 5ª Brigada no solo cuenta con los M-55S, sino que también está siendo equipada con cerca de 200 tanques Leopard 1A5, provistos gradualmente por una coalición de países daneses, holandeses y alemanes. Es relevante destacar que tanto los Leopard 1A5 como los M-55S están armados con el mismo cañón L7 de 105 milímetros.
La configuración de la 5ª Brigada de Tanques no debe verse como una amalgama de modelos de tanques, con un batallón de M-55S y dos de Leopard 1A5. Más bien, debería considerarse como una brigada unificada bajo la premisa de operar tres batallones equipados con cañones L7, garantizando homogeneidad en el tipo de munición empleada, optimizando así la logística y la eficacia en combate.