Las Fuerzas Aéreas y Northrop Grumman están integrando una modernización criptográfica de vanguardia y un sistema de puntería asistida por radar (RATS) en su bombardero sigiloso B-2 como parte de una intensa y amplia serie de actualizaciones del avión. Una vez completado, garantizará que el bombardero pueda mantener su funcionalidad operativa en entornos modernos de alta amenaza contra adversarios tecnológicamente sofisticados.
El RATS permitirá, entre otras cosas, que el B-2 pueda lanzar la nueva y mejorada arma B61 Mod. 12 con capacidad nuclear.
El B61-12 añade un nuevo nivel de precisión en los objetivos y consolida varios tipos diferentes de opciones de ataque en una sola arma. En lugar de necesitar variantes separadas del arma para diferentes funciones, el B61-12 puede llevar a cabo ataques de penetración en la tierra, ataques de bajo rendimiento, ataques de alto rendimiento, detonación sobre la superficie y opciones de destrucción de búnkeres en una sola arma.
Dadas sus amplias capacidades, los oficiales de la Fuerza Aérea han comenzado a referirse al B61-12 mejorado como el “All Up Round”.
“Las capacidades inigualables del B-2 lo convierten en el único bombardero furtivo de largo alcance y penetración que existe actualmente en el arsenal de Estados Unidos”, dijo Shaugnessy Reynolds, vicepresidente y director del programa B-2 en Northrop Grumman, en una declaración escrita. “Comprometidos con la modernización continua del B-2, estamos aprovechando la innovación de nuestra compañía en ingeniería digital y sus décadas de liderazgo en el diseño y mantenimiento de plataformas de baja observación para mantener el B-2 Spirit listo para la misión”.
El B61-12 ya ha sido integrado y lanzado en pruebas desde un bombardero B-2 de las Fuerzas Aéreas como parte de una actualización de bombarderos furtivos de toda la flota que incluye nuevos sensores de a bordo que evaden los radares, un procesamiento informático más rápido y nuevas adaptaciones de las armas.
La racionalización de las diferentes variantes de bombas nucleares en una sola arma conlleva una serie de ventajas, como la posibilidad de que los aviones portadores de armas, como un B-52 Stratofortress o los bombarderos B-2, se armen con un mayor número de bombas. Por ejemplo, si cada arma individual ofrece alternativas de ataque adicionales, entonces los pilotos pueden adaptar o elegir entre una amplia gama de opciones de ataque con menos bombas a bordo, llevando, por tanto, más de ellas para cada misión. Esto resultaría útil en el caso de que fuera necesario un ataque nuclear multifacético o a gran escala.
Aunque la idea de un ataque nuclear táctico o “limitado” sigue siendo objeto de un apasionado debate, el pensamiento de las Fuerzas Aéreas se alinea con la idea de que el simple hecho de dar a los comandantes y a las tripulaciones aéreas una gama más amplia de opciones refuerza la postura general de disuasión de Estados Unidos. Algunos creen además que envía un mensaje claro a los potenciales adversarios de que cualquier uso de armas nucleares debe ser y será respondido con una respuesta masiva y catastrófica, y que Estados Unidos tiene los medios para hacerlo. Por ejemplo, la tecnología que permite opciones nucleares de bajo rendimiento, de penetración en la tierra o de detonación contenida “de área” podría disuadir a un potencial atacante de arriesgarse a un ataque nuclear táctico o de bajo rendimiento.
En cuanto a la discusión de Northrop sobre la modernización criptográfica, una declaración de la compañía dice que está diseñada para mejorar aún más la seguridad de las comunicaciones de varias transmisiones de alta frecuencia.
“El B-2 puede ahora utilizar de forma segura avanzados dispositivos de comunicación en el futuro entorno de amenazas. A principios de este año, Northrop Grumman realizó con éxito una prueba de vuelo de comunicaciones con criptografía moderna en su centro de apoyo al sistema de armas de Oklahoma City”, dice un comunicado de la empresa.