Desarrollado por Consolidated Aircraft en San Diego, California, el bombardero pesado B-24 Liberator fue una pieza clave en la estrategia aérea estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Iniciando su diseño en la última parte de los años 30, este avión alzó vuelo por primera vez en diciembre de 1939, marcando su debut en el arsenal de EE. UU. en 1941.
Durante el conflicto global, el B-24 se desplegó extensivamente, operando bajo el estandarte de todas las ramas de las Fuerzas Armadas estadounidenses, así como en las flotas aéreas de varias naciones aliadas. Entre 1940 y 1945, se produjeron más de 18,000 unidades de este modelo, demostrando su importancia y versatilidad en múltiples teatros de operaciones. A décadas de su primer vuelo, el único B-24J Liberator plenamente restaurado vuelve a dominar los cielos, testimoniando la duradera herencia de este icónico bombardero.
Revivir la leyenda: El único B-24J Liberator restaurado
El B-24 Liberator con número de serie 44-44052 ha retornado a los cielos gracias a la meticulosa restauración realizada por la Collings Foundation, ubicada en Stow, MA. Este avión, originalmente entregado a las Fuerzas Aéreas del Ejército de EE. UU. en agosto de 1944, fue transferido a la Royal Air Force británica dos meses después, participando activamente en el Teatro del Pacífico en misiones de bombardeo y reabastecimiento bajo la insignia británica.
Tras el cese de las hostilidades, el B-24 fue retirado del servicio activo por la RAF y enviado a un depósito en Khanpur, India. Con el retiro de estos aviones por parte de la RAF, la Fuerza Aérea India asumió la tarea de restaurar 36 bombarderos B-24, siendo este el último en conservarse.
La Fuerza Aérea India operó estos aviones hasta 1968, momento en el cual el B-24 en cuestión fue adquirido por el coleccionista británico Doug Arnold, transportado a Inglaterra y posteriormente vendido “tal cual” al Dr. Robert F. Collings de la Fundación Collings en 1984. Este avión histórico realizó su último viaje transoceánico hacia Boston, para ser transportado finalmente a Stow, MA, donde hoy se erige como un monumento viviente de la era dorada de la aviación militar.
B-24: Un proyecto de restauración monumental
Inicialmente, el propósito de la Fundación Collings al adquirir el B-24 Liberator era presentarlo como una pieza estática para deleite de aficionados a la historia aeronáutica en Stow. No obstante, la comunidad de veteranos y entusiastas del B-24 en la localidad propuso un desafío mayor: devolver la aeronave a su estado original de vuelo.
La visión de Collings se expandió considerablemente tras esta sugerencia, tal como él mismo reconoció: “esto lo convirtió en un proyecto cinco veces mayor. Nos convenció el argumento de que solo unas tres mil personas al año verían una exhibición estática, pero tres millones podrían verlo en una gira por todo el país”.
La envergadura del proyecto de restauración, iniciado en 1985, excedió todas las expectativas iniciales. Con un equipo inicial reducido, la Fundación Collings abrió sus puertas a un flujo constante de voluntarios apasionados por devolver al B-24 a su gloria de vuelo. Estos voluntarios, junto con el patrocinio nacional, se dedicaron a la tarea hercúlea de restaurar desde los componentes más pequeños hasta los sistemas más complejos del avión.
Se reemplazaron secciones enteras del fuselaje, remaches, tuberías y ventanas, en un esfuerzo que demandó más de 97,000 horas de trabajo meticuloso.
El 10 de septiembre de 1989, el B-24 Liberator, resucitado y totalmente restaurado, tomó nuevamente los cielos, marcando el inicio de su nueva misión: el Wings of Freedom Tour. Este programa permite que el B-24 visite más de 120 ciudades anualmente, llevando consigo una pieza viviente de la historia aérea militar a millones de personas.
A pesar de que operar el B-24 incurre en un costo aproximado de 4,000 dólares por hora, este esfuerzo se mantiene gracias a la generosidad de patrocinadores y donantes, asegurando que la legendaria aeronave continúe compartiendo su historia por todo el país.