Heather R. Penney plantea reforzar la Reserva y la Guardia Nacional Aérea como clave para abordar la falta de pilotos y modernizar la flota de la USAF.
La Reserva y la Guardia Nacional Aérea en el centro de la estrategia
Penney propone invertir en el “componente de reserva” de la Fuerza Aérea, compuesto por la Guardia Nacional Aérea y la Reserva. Según su análisis, la contratación local de la Guardia Nacional Aérea ha disminuido significativamente: en 2002, más del 90 % de los pilotos eran contratados en sus estados de origen, pero hoy solo el 56 %. Este cambio se debe a que la Guardia Nacional se utiliza para absorber pilotos de combate retirados del componente activo. Aunque esta práctica conserva la experiencia, no es una solución integral.
El envejecimiento de las flotas de la Reserva y la Guardia Nacional Aérea, junto con los crecientes costos de mantenimiento, agrava el problema. Penney alerta sobre piezas críticas como bombas de combustible, actuadores hidráulicos y procesadores que ya muestran signos de desgaste. Por ello, insiste en un “reemplazo uno por uno” de los aviones de combate en estos escuadrones, como se está haciendo en el 123.º Escuadrón de Cazas de Oregón.
Recomendaciones para evitar la pérdida de capacidad
- Modernizar los escuadrones con versiones avanzadas de aviones como el F-15EX y el F-16 Block 70/72.
- Crear nuevos escuadrones en bases con capacidad excedente para reducir costos y evitar conflictos legales.
- Aumentar el número de aviones por escuadrón, pasando de 18 a 24, para mejorar la eficiencia operativa y la retención de pilotos.
El papel de los aviones de combate colaborativo y los Super Hornet
Además de proponer la modernización, Penney advierte que las tecnologías emergentes como los aviones de combate colaborativo (CCA) no solucionarán la escasez de pilotos. Sin embargo, sugiere explorar la adquisición de aviones Super Hornet como alternativa a los actuales programas de la USAF. Según expertos en la industria, estas aeronaves podrían reforzar los escuadrones de la Reserva y la Guardia Nacional Aérea, especialmente en unidades que están perdiendo sus A-10 y otros modelos antiguos.
Penney también subraya que los simuladores avanzados conectados al Entorno de Simulación Conjunto son esenciales para garantizar un entrenamiento más económico y confidencial, así como para mejorar las capacidades de combate.
Lecciones históricas y una advertencia crítica
En su informe, Penney destaca paralelismos con las fuerzas aéreas de la Alemania y Japón de la Segunda Guerra Mundial. Ambas contaban con pilotos altamente capacitados y aviones avanzados, pero la falta de capacidad para reemplazar rápidamente a los pilotos perdidos aseguró su derrota. Penney afirma que la USAF debe evitar este error histórico a través de una reinversión significativa en su componente de reserva y la modernización de su flota.
Finalmente, Penney establece un mínimo necesario de 74 aviones F-35 al año para garantizar la renovación de la flota de la USAF y mantener su superioridad tecnológica. La implementación de estas estrategias será crucial para enfrentar las demandas de seguridad global de Estados Unidos.