La revisión del NGAD concluyó respaldando un caza tripulado, aunque dependerá de decisiones de la administración entrante y consideraciones presupuestarias.
La revisión del NGAD apunta al desarrollo de un caza tripulado
A principios de diciembre, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos confirmó la finalización de su revisión sobre el programa NGAD (Next Generation Air Dominance). Según un informe de Breaking Defense, el análisis respalda el desarrollo de un caza tripulado de sexta generación, aunque la decisión final recaerá en la futura administración de Donald Trump.
El secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, expresó que, aunque no cuestiona los hallazgos de la revisión, existen varias consideraciones en cuanto a costos y tecnología. Previamente, la USAF había extendido contratos de maduración tecnológica para Boeing y Lockheed Martin, permitiendo a ambos fabricantes continuar con el desarrollo mientras se decide el rumbo definitivo del programa.
Se anticipa que la decisión final podría demorarse hasta después de enero de 2025, debido a los cambios en la dirección del Departamento de Defensa y el proceso de nominaciones en el gabinete presidencial. Por otro lado, el reciente vuelo en China de dos aeronaves de sexta generación, un bombardero furtivo y un caza de menor tamaño, podría influir en las prioridades del nuevo gobierno estadounidense.

Detalles clave sobre la revisión del programa NGAD
- El NGAD se plantea como un reemplazo del F-22 y se describe como una “familia de sistemas”.
- Incluye aviones tripulados, drones autónomos y capacidades de ISR, señuelo y ataque.
- Los drones CCA (Collaborative Combat Aircraft) son un componente integral del programa.
- El costo estimado por unidad del NGAD asciende a varios cientos de millones de dólares.
- China probó recientemente dos aviones de sexta generación, lo que podría influir en las decisiones de EE. UU.
El programa NGAD y su impacto en otros proyectos militares
El enorme presupuesto requerido para el desarrollo del NGAD ha generado preocupaciones sobre su impacto en otros programas clave, como el F-35 Lightning II, el B-21 Raider y el misil balístico intercontinental Sentinel. De hecho, en un momento se consideró ampliar el papel del B-21 Raider para incluir misiones aire-aire, lo que habría convertido al bombardero en una plataforma más versátil.
La revisión también evaluó la viabilidad de una estrategia distribuida y multiplataforma frente al concepto original del caza tripulado NGAD. Según esta alternativa, las capacidades de detección y ataque podrían desagregarse entre drones no tripulados, aviones más económicos y el propio caza de sexta generación, funcionando como un “sistema de sistemas”.
En caso de adoptar esta estrategia, los sistemas no tripulados, como los CCA, podrían complementar o incluso sustituir a los aviones de combate tradicionales en ciertas funciones, lo que ayudaría a mitigar los costos.

El enfoque progresivo de la Fuerza Aérea para los drones CCA
La Fuerza Aérea ha destacado un enfoque poco convencional para la creación de prototipos y el despliegue de los drones CCA. Estos dispositivos serán integrados gradualmente en incrementos progresivos dentro del programa NGAD, permitiendo a la USAF ajustar sus capacidades según las necesidades estratégicas.
El secretario Kendall señaló que la revisión ayudará a decidir si se opta por mantener un caza tripulado como eje principal del programa o si se pasa a un modelo más distribuido. Mientras tanto, el vicejefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, general James C. Slife, explicó que los avances tecnológicos permiten desagregar las capacidades, como colocar radares y municiones en diferentes plataformas.
Decisiones pendientes sobre el futuro del NGAD
La revisión del NGAD buscó determinar si un caza de sexta generación es la mejor solución frente a las amenazas emergentes y las restricciones presupuestarias. El debate incluye si es viable financiar un avión tripulado o uno no tripulado, considerando el elevado costo del proyecto.

Queda por definirse si los sistemas autónomos complementarán las funciones de combate tradicionales o si reemplazarán por completo algunas capacidades. Mientras tanto, la administración de Trump deberá tomar decisiones clave sobre el programa en los próximos años, asegurando que el NGAD esté alineado con las prioridades de defensa de Estados Unidos.
El impacto de los conflictos en Ucrania y Oriente Medio en el NGAD
El enfoque en un caza de sexta generación, acompañado de aviones tripulados y no tripulados, responde a las lecciones aprendidas en las guerras en Ucrania y Oriente Medio. Estas han demostrado que, en conflictos convencionales, la cantidad y escalabilidad de las plataformas aéreas pueden ser decisivas. Los aviones de combate avanzados, aunque no excesivamente complejos, y un suministro abundante de munición tradicional pueden influir en el resultado estratégico de una guerra.
Este replanteamiento también ha llevado a reconsiderar los diseños de cazas convencionales de quinta generación. En una charla organizada por la Asociación de Poder Aéreo y Espacial del Reino Unido, el jefe de la USAF, general David Allvin, señaló en julio que se busca pasar de una filosofía de diseño enfocada en la adaptabilidad a una que priorice la durabilidad y facilidad de mantenimiento. Este enfoque contrasta con los diseños de la Guerra Fría, que priorizaban la resistencia estructural.

Además, Allvin presentó una imagen generada por IA de un nuevo caza denominado “Light Fighter” por la Royal Aeronautical Society. Esto refleja el interés en desarrollar aviones más ligeros y adaptables dentro de los conceptos operativos modernos.
Datos clave sobre la revisión estratégica del NGAD
- El caza de sexta generación busca alinearse con las necesidades de guerra convencional y las prioridades estratégicas de la USAF.
- El diseño propuesto prioriza escalabilidad, mantenimiento y durabilidad frente a tecnologías complejas.
- El concepto NGAD se integra en la doctrina operativa ACE (Agile Combat Employment), orientada a operaciones en Europa y Asia.
- El análisis incluye la posible incorporación de un avión cisterna de próxima generación para respaldar las misiones del NGAD.
- La decisión final dependerá de las prioridades presupuestarias y estratégicas de la administración entrante.
Interdependencias presupuestarias y operativas del NGAD
El secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, advirtió sobre los costos de oportunidad asociados al NGAD, considerando las prioridades del Departamento de la Fuerza Aérea (DAF) y las limitaciones presupuestarias de la Fuerza Espacial. Según Kendall, “todas las opciones siguen sobre la mesa”, incluidas alternativas de menor riesgo y menor costo.

Si bien el análisis del programa está casi finalizado, Kendall señaló que la nueva administración de Trump podría solicitar un estudio adicional antes de decidir si el programa continuará en su forma actual. Afirmó que la Fuerza Aérea está lista para proceder en caso de que se autorice el desarrollo del NGAD.
Un punto de debate reciente lo generaron las declaraciones de Elon Musk, colaborador cercano de Trump y crítico de los aviones tripulados. Musk calificó a los cazas tripulados como “obsoletos en la era de los drones”, lo que podría influir en las decisiones estratégicas del próximo gobierno sobre el programa NGAD.
La presentación de nuevos cazas en China y su posible impacto
El 26 de diciembre de 2024, China presentó dos nuevos cazas furtivos desarrollados por Chengdu Aircraft Corporation (CAC) y Shenyang Aircraft Corporation. Aunque aún no se han confirmado las capacidades exactas de estos aviones, fuentes chinas los describen como demostradores de sexta generación. Sin embargo, existe un debate sobre si realmente cumplen con las características de dicha categoría.

La descripción de un caza de sexta generación sigue siendo un tema controvertido, ya que se les atribuyen funciones multifuncionales, superioridad aérea y roles de comando dentro de una fuerza de ataque. Los avistamientos recientes de estos aviones chinos, que volaron en áreas densamente pobladas, tomaron por sorpresa a muchos, aunque no a los funcionarios de la USAF ni del Departamento de Defensa.
La influencia de China en el desarrollo del NGAD
El interés de China en un concepto similar al sistema de sistemas del NGAD ha sido reconocido desde hace tiempo. En 2022, el entonces jefe del Comando de Combate Aéreo de la Fuerza Aérea de EE. UU., general Mark Kelly, ya mencionó que China estaba desarrollando tecnologías comparables, incluidas aeronaves tripuladas de sexta generación.
La competencia tecnológica entre ambas naciones podría acelerar las decisiones sobre el futuro del NGAD, especialmente en un contexto de tensiones geopolíticas y rápidas innovaciones en el ámbito militar. En este escenario, la administración entrante tendrá que considerar cómo las capacidades de Estados Unidos se alinean con las de sus adversarios estratégicos.
China y su visión de aviones de sexta generación
Según declaraciones del general estadounidense, la inteligencia ha revelado que China comparte puntos de vista similares con Estados Unidos sobre las características de un avión de sexta generación. Estas incluyen sistemas de misión abiertos, capacidad de detección profunda, alta velocidad, gran carga útil, largo alcance operativo y la integración en operaciones de equipo tripulado-no tripulado (MUM-T). Además, el avión podría actuar como nodo de mando y control en una red de combate aérea.

Al igual que el programa NGAD fue concebido como sucesor del F-22 Raptor, se cree que el futuro avión chino de sexta generación sería el reemplazo del J-20 Mighty Dragon. En paralelo, mientras la Fuerza Aérea de Estados Unidos avanza con el desarrollo de sus aviones colaborativos (CCA), China podría integrar su dron FH-97A, presentado en 2022, como un equivalente al concepto “Loyal Wingman”.
Aspectos clave de los aviones de sexta generación
- Gran potencia de cálculo y sistemas de misión abiertos para superioridad operativa.
- Alta velocidad, largo alcance y gran carga útil como características fundamentales.
- Capacidad para operar en colaboración con drones en operaciones MUM-T.
- Actuar como nodos de mando y control dentro de sistemas de combate integrados.
- La competencia entre China y EE. UU. impulsa avances en tecnologías aéreas de vanguardia.
El estado actual del programa NGAD de Estados Unidos
Estados Unidos ya voló un prototipo a escala real de un caza de sexta generación en 2020, según confirmó el entonces subsecretario de Adquisiciones, Tecnología y Logística de la Fuerza Aérea, Dr. Will Roper. Más recientemente, el secretario Frank Kendall reveló que un programa secreto de aviones X, desarrollado por varias agencias, fue clave para allanar el camino del NGAD.
No obstante, aunque Estados Unidos se encuentra en una etapa avanzada, aún queda un largo camino para que el avión esté completamente listo para el combate. Las pruebas continuarán durante años antes de que el caza pueda ser incorporado en las operaciones militares.

Por otro lado, mientras el público a menudo minimiza los avances tecnológicos de China, el ejército estadounidense los toma muy en serio. Las agencias de inteligencia ya están analizando en detalle las capacidades de los nuevos aviones chinos para evaluar su impacto estratégico.
Implicaciones estratégicas y cambios futuros en el NGAD
A pesar de los avances en el desarrollo del NGAD, el programa continúa sujeto a revisiones y posibles ajustes. Andrew Hunter, subsecretario de la Fuerza Aérea para Adquisiciones, Tecnología y Logística, comentó que los avances tecnológicos recientes superaron las expectativas iniciales, abriendo la posibilidad de integrar capacidades adicionales no previstas al inicio del proyecto.
Hunter declaró: “Desde que realizamos el análisis inicial de alternativas para el NGAD, francamente, nuestra base tecnológica ha avanzado más rápido de lo que esperábamos”. Esto sugiere que el programa podría evolucionar para incluir nuevas tecnologías que amplíen sus capacidades estratégicas.
Además, el imperativo de mantener una ventaja sobre competidores como China podría acelerar cambios en el NGAD. La revisión recién concluida probablemente haya considerado estos factores, pero no se descarta que nuevos detalles impulsen futuras evoluciones en el diseño y capacidades del sistema.
El desafío de mantener la superioridad aérea frente a China

El reciente desarrollo de aviones chinos, incluidos dos nuevos cazas furtivos vistos en diciembre de 2024, subraya la competencia tecnológica entre ambas naciones. Aunque los detalles sobre estas aeronaves aún son limitados, la inteligencia estadounidense ya estudia cómo estos aviones encajan en los objetivos estratégicos de China.
En última instancia, el éxito del programa NGAD dependerá de su capacidad para superar amenazas futuras y garantizar la superioridad aérea en conflictos de alta intensidad. A medida que avanza la competencia tecnológica, tanto Estados Unidos como China continuarán ajustando sus programas para adaptarse a las demandas de un entorno de seguridad cada vez más complejo.