La Fuerza Aérea de los Estados Unidos cuenta en su flota con bombarderos estratégicos como el B-52 Stratofortress, el B-1B Lancer y el avanzado B-2 Spirit. Este último, a pesar de que el B-21 Raider de próxima generación está en desarrollo, continúa siendo esencial para penetrar las defensas enemigas gracias a sus capacidades furtivas.
Tres modelos de bombarderos estratégicos son actualmente utilizados por la Fuerza Aérea de EE. UU.: el B-52 Stratofortress, el B-1B Lancer y el B-2 Spirit. Aunque cada uno de ellos cumple funciones relevantes en la estrategia aérea, el B-2 se destaca como el más sofisticado, ofreciendo capacidades de sigilo y una baja sección transversal de radar que le permite infiltrarse profundamente en el espacio aéreo del adversario.
Además, la Fuerza Aérea se encuentra en el proceso de desarrollar una nueva serie de bombarderos de próxima generación, conocida como B-21 Raider. Hasta que este nuevo modelo se presente oficialmente, el B-2 seguirá siendo el bombardero más avanzado en la flota de EE. UU.
Se prevé que la Fuerza Aérea perderá definitivamente otro B-2, lo que resultará en una reducción a solo 19 unidades en servicio. De acuerdo con el Departamento de Defensa, “el B-2 se desinvertirá en [el año fiscal] 2025 debido a un accidente terrestre/daño cuya reparación se presume antieconómica”.
B-2 de la Fuerza Aérea de EE. UU. en riesgo por costo de reparación
A finales de 2022, el B-2 sufrió daños significativos que lo llevaron a realizar un aterrizaje de emergencia, provocando un incendio en la pista. La Fuerza Aérea ha declarado que la reparación del bombardero resulta “antieconómica”.
Dado que se anticipa que el B-21 Raider reemplace por completo la flota de B-2 del servicio, los funcionarios no consideran conveniente destinar fondos adicionales para la reparación de estos fuselajes envejecidos.
Aunque esta decisión puede parecer lógica, es importante recordar que el Raider aún no está disponible. Por lo tanto, el servicio debe proceder con cautela y evitar reducir aún más su ya menguante flota de bombarderos.
El B-2 Spirit sigue siendo esencial para la Fuerza Aérea de EE. UU.
A pesar de que el B-2 Spirit fue introducido hace más de 35 años, esta plataforma sigue ofreciendo capacidades significativas a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Durante la década de 1970, el servicio identificó la necesidad de un fuselaje diseñado para desviar o absorber señales de radar, lo que permitiría volar casi sin ser detectado. En respuesta a esta necesidad, Northrop Grumman fue seleccionado para desarrollar el bombardero B-2.
El Spirit tiene la capacidad de transportar su carga de armas pesadas a prácticamente cualquier parte del mundo en pocas horas. Este bombardero puede llevar hasta 40,000 libras de armamento convencional y nuclear, incluyendo un máximo de 16 bombas de 2,000 libras guiadas por satélite, como las de munición de ataque directo conjunto.
El B-2 Spirit enfrenta el desafío del B-21 Raider en la Fuerza Aérea
Aunque el B-2 Spirit sigue ofreciendo capacidades valiosas a la Fuerza Aérea, se anticipa que el B-21 Raider lo reemplace como la plataforma de bombarderos dominante a nivel mundial. Northrop Grumman se refiere al producto del programa Long-Range Strike Bomber de la Fuerza Aérea como un bombardero de sexta generación. El B-21 se presentó oficialmente a finales de 2022 en las instalaciones de producción del fabricante en Palmdale, California. Aunque las especificaciones y capacidades exactas son altamente clasificadas, se han divulgado algunas características destacadas.
El Raider es aproximadamente un 15% más corto que el B-2, lo que dificulta su detección. Al igual que sus predecesores, el Raider continuará realizando misiones de bombardeo estratégico y será capaz de llevar a cabo ataques de largo alcance desde bases en EE. UU., además de contar con capacidades nucleares.
De acuerdo con la limitada información disponible, el B-21 Raider promete ser una fuerza a tener en cuenta una vez que entre en servicio. Sin embargo, en el presente, el B-2 sigue siendo el bombardero principal de la flota de la Fuerza Aérea. Es fundamental que el servicio mantenga una sólida presencia de bombarderos para disuadir a los adversarios de Estados Unidos.