¿A qué velocidad vuela el bombardero furtivo B-2? Esa información sigue siendo clasificada. Es posible que, una vez retirado el B-2 en la próxima década, se revele su velocidad, aunque no es seguro.
Lo que se sabe es que el B-2 puede alcanzar una velocidad “subsónica alta”, situada entre Mach 0,7 y Mach 0,9. Esto sugiere que podría volar tan rápido como un avión comercial entre LAX y JFK, o tal vez un poco más rápido.
Cabe la posibilidad de que la descripción de “alta velocidad subsónica” no sea precisa. La Fuerza Aérea de Estados Unidos podría estar minimizando la velocidad del B-2 para confundir a sus adversarios, haciéndoles pensar que es más lento de lo que realmente es. Sin embargo, el diseño del B-2 no parece centrado en la velocidad, sino en el sigilo, su principal característica desde su creación.
Muchos detalles sobre el B-2 son secretos. Fue el primer bombardero furtivo del mundo y sigue siendo el único de su tipo. Su diseño innovador podría inspirar curiosidad y esfuerzos de espionaje. No solo su novedad, sino también sus capacidades han llevado a los funcionarios estadounidenses a manejar con cuidado la información sobre el B-2. Este bombardero puede lanzar tanto munición convencional como nuclear, y en su debut, podía hacerlo sin ser detectado en el espacio aéreo enemigo.
El B-2 ha sido una herramienta geopolítica crucial, con información técnica que Estados Unidos tenía grandes incentivos para proteger y sus adversarios para obtener. Sin embargo, su importancia ha disminuido a medida que los sistemas de defensa aérea han mejorado.
Países como Rusia y China han desarrollado sistemas de detección y seguimiento más avanzados, lo que ha reducido la efectividad del sigilo del B-2. Por ello, se está desarrollando el B-21, para restaurar la ventaja estratégica de Estados Unidos. Pero, al igual que con el B-2, la velocidad no será un factor prioritario en el B-21.
Para alcanzar altas velocidades, Estados Unidos puede confiar en el B-1 Lancer (hasta su retiro) o en sus numerosos aviones de combate. El diseño del B-2 priorizó el sigilo sobre la velocidad. Por ejemplo, los motores se ubicaron y diseñaron para minimizar la señal de escape en lugar de maximizar la relación empuje-peso. Las superficies de control de vuelo se diseñaron para reducir la sección transversal del radar (RCS) en lugar de minimizar la resistencia y aumentar la velocidad.
La velocidad es valiosa, especialmente en un contexto defensivo, como en el caso de los interceptores. Sin embargo, en misiones de penetración en el espacio aéreo enemigo, la velocidad solo es relevante si permite superar a un misil. Para el B-2 y el próximo B-21, la velocidad no será el factor clave.