Durante la guerra y la Guerra Fría, los bombarderos estratégicos demostraron su importancia, aunque su relevancia disminuyó con el desarrollo de misiles balísticos.
Los bombarderos estratégicos en la Segunda Guerra Mundial
En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, las potencias aliadas llevaron a cabo algunas de las campañas de bombardeo estratégico más significativas, tanto en Europa como en Asia. Estos ataques consolidaron la importancia de los bombarderos estratégicos en los conflictos bélicos de las décadas posteriores.
Estados Unidos utilizó dos Boeing B-29 Superfortress en misiones separadas para lanzar las únicas armas nucleares desplegadas en una guerra. Estas acciones subrayaron la necesidad de contar con una fuerza de bombardeo estratégico en el nuevo escenario nuclear.
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos y sus aliados occidentales comenzaron a desarrollar bombarderos estratégicos de largo alcance capaces de evitar defensas antiaéreas y realizar ataques nucleares. Paralelamente, la Unión Soviética desarrolló sus propias plataformas con capacidades similares.
No obstante, la aparición de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) redujo considerablemente la necesidad de los bombarderos estratégicos, al permitir ataques desde bases en el propio territorio de cada país.
Reducción de relevancia en las décadas siguientes
Durante las décadas de 1980 y 1990, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética perfeccionaron los misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM). Estos sistemas permitían a los submarinos actuar como plataformas ocultas para el despliegue de armas nucleares.
El desarrollo de los SLBM minimizó aún más la relevancia de los bombarderos estratégicos con capacidad nuclear, ya que otras plataformas podían cumplir misiones similares de manera más eficiente y segura.
Frente a estas innovaciones, muchas naciones decidieron retirar sus bombarderos nucleares. Por ejemplo, el Reino Unido emplea exclusivamente submarinos de la clase Vanguard como elemento de disuasión nuclear, mientras que Francia combina misiles lanzados desde aviones de combate con submarinos nucleares.
A pesar de la aparente obsolescencia de estos bombarderos, Estados Unidos y Rusia han decidido mantener sus flotas de largo alcance activas. China, por su parte, también ha desarrollado bombarderos estratégicos, que representan una parte crucial de su arsenal nuclear.
Países que mantienen bombarderos estratégicos en la actualidad
En el panorama actual, solo tres naciones operan bombarderos estratégicos de largo alcance: Estados Unidos, Rusia y China. Estos países consideran estas aeronaves una pieza clave en sus fuerzas de disuasión nuclear.
El Reino Unido y Francia, en contraste, han optado por centrarse exclusivamente en sistemas basados en misiles balísticos y submarinos, dejando de lado los bombarderos estratégicos.
Estados Unidos y Rusia, a pesar de contar con avanzados sistemas de misiles, siguen viendo el valor de mantener estas aeronaves dentro de su inventario. Por su parte, China sigue reforzando su capacidad estratégica aérea.
Esta tendencia subraya las diferencias en las estrategias de defensa nuclear entre las principales potencias mundiales, reflejando sus prioridades y percepciones de amenaza.
La flota estratégica de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos
Actualmente, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos opera tres modelos de bombarderos estratégicos, cada uno diseñado para cumplir funciones específicas dentro de su arsenal nuclear.
El inventario incluye 20 Northrop Grumman B-2 Spirit, aeronaves de diseño furtivo destinadas a penetrar sistemas de defensa aérea avanzados. Estos bombarderos son considerados una pieza fundamental para misiones críticas.
Además, cuenta con 76 Boeing B-52 Stratofortress, aviones que, a pesar de su antigüedad, han sido modernizados constantemente para mantener su capacidad operativa.
Finalmente, dispone de 45 Rockwell B-1 Lancer, diseñados inicialmente como bombarderos supersónicos, que ahora se utilizan en misiones convencionales y estratégicas.
Características y desventajas del B-2 Spirit
Concebido a finales de los años 1980 y operativo desde 1997, el B-2 Spirit es el único bombardero furtivo en servicio activo en el mundo. Este avión de diseño tipo ala volante incorpora tecnología avanzada de evasión de radar, según su fabricante, Northrop Grumman.
A pesar de sus capacidades tecnológicas, el B-2 Spirit presenta algunas limitaciones, como una capacidad de carga útil menor en comparación con otros bombarderos estratégicos y una velocidad máxima subsónica. Estas desventajas han llevado a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos a operar otros dos bombarderos estratégicos.
El Boeing B-52 Stratofortress, en servicio desde 1952, es reconocido por su gran capacidad de carga y su longevidad operacional. Por otro lado, el Rockwell B-1 Lancer, desarrollado en 1973, es el único bombardero estratégico supersónico de largo alcance en servicio actualmente.
El bombardeo estratégico de China: el Xi’an H-6
La Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación opera un único modelo de bombardero estratégico, el Xi’an H-6, del cual más de 200 unidades permanecen en servicio.
El Xi’an H-6 es una versión construida bajo licencia del Tupolev Tu-16, diseñado originalmente en la Unión Soviética. Las primeras entregas comenzaron a finales de los años 1950, tras un acuerdo de producción entre China y la URSS.
A pesar de su diseño antiguo, el H-6 continúa en producción y en servicio activo. Además, este modelo también formó parte de las flotas aéreas de Egipto e Irak en el pasado.
La decisión de mantener el Xi’an H-6 en producción subraya su importancia en la estrategia aérea china, destacando su capacidad para cumplir con las necesidades operativas del país.
La flota estratégica de bombarderos rusos
La Fuerza Aérea Rusa cuenta con tres modelos diferentes de bombarderos estratégicos en su inventario: el Tupolev Tu-22, el Tupolev Tu-95 y el Tupolev Tu-160.
El Tupolev Tu-22, similar en diseño y función al B-1 Lancer estadounidense, entró en servicio a finales de los años 1960. Este avión presenta un diseño de ala de barrido variable y sigue siendo utilizado en la actualidad.
Por su parte, el Tupolev Tu-95, equipado con motores turbohélice, es un bombardero estratégico introducido en la década de 1950. Además de su uso como bombardero, ha sido modificado para lanzar misiles guiados.
Finalmente, el Tupolev Tu-160, desarrollado en 1987, es un bombardero supersónico de ala de barrido variable que continúa en producción, según Newsweek. Este modelo es considerado una de las plataformas más avanzadas de la Fuerza Aérea Rusa.