El martes, Líbano rechazó un llamado israelí para reformar una fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU que patrulla la frontera entre ambos países días antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU vote la renovación de su mandato.
Líbano e Israel siguen técnicamente en guerra, y la fuerza de las Naciones Unidas, la FPNUL, tiene la tarea de vigilar el cese del fuego entre las dos partes.
El ministro de Relaciones Exteriores provisional de Líbano, Charbel Wahbe, recibió por separado a los embajadores de los cinco miembros permanentes del Consejo antes de la votación del viernes, afirmó la Agencia Nacional de Noticias de Líbano.
Les entregó un memorándum en el que subrayaba que “Líbano está comprometido a renovar la misión de la FPNUL, sin modificar su mandato o sus números”.
El grupo terrorista Hezbolá de Líbano, apoyado por Irán, también ha rechazado cualquier cambio en la naturaleza de la misión de la fuerza.
Creada en 1978, la FPNUL se reforzó después de una devastadora guerra de un mes en el 2006 entre Israel y Hezbolá.
Israel acusa a la UNIFIL, cuyo último mandato expira a finales de agosto, de no ser lo suficientemente activa contra Hezbolá.
Acusa al grupo de almacenar armas en la frontera, y está presionando para que se permita a la fuerza de la ONU inspeccionar la propiedad privada.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, pidió en junio que se mejorara la capacidad de vigilancia de la fuerza, incluyendo cámaras de imágenes térmicas, prismáticos de alta tecnología y aviones teledirigidos.
El embajador de los Estados Unidos en la ONU, Kelly Craft, en mayo pidió que el Consejo de Seguridad autorice a la FPNUL o altere su personal y recursos para cumplir mejor su mandato.
El jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, a finales del mismo mes, rechazó cualquier cambio en la naturaleza de la misión de mantenimiento de la paz, y arremetió contra la presión de los Estados Unidos sobre el tema.