Lockheed Martin desarrolla una versión autónoma del F-35 con mejoras en sigilo, sensores y guerra electrónica, según su CEO, Jim Taiclet.
Avances en el F-35: hacia un futuro autónomo
Lockheed Martin anunció planes para desarrollar una versión del F-35 Lightning II que pueda operar sin piloto, un paso significativo en la evolución de este avión de combate de quinta generación. Jim Taiclet, CEO de la compañía, reveló durante la Conferencia Anual de Decisiones Estratégicas de Bernstein el 28 de mayo de 2025 que las actualizaciones incluyen autonomía avanzada, recubrimientos furtivos mejorados, toberas de motor rediseñadas, modificaciones en la línea de molde exterior y nuevas capacidades de guerra electrónica. Estas mejoras buscan posicionar al F-35 como un competidor cercano a los aviones de sexta generación, ofreciendo hasta el 80% de sus capacidades a la mitad del costo, según Taiclet.
El anuncio se produce tras la pérdida de Lockheed Martin en la competencia del Next Generation Air Dominance (NGAD), donde Boeing fue seleccionado para construir el F-47, y su exclusión del programa F/A-XX de la Marina de EE. UU. Esto ha llevado a la compañía a redoblar esfuerzos en el programa F-35, buscando mantener su relevancia en un mercado donde la demanda de aviones de combate avanzados sigue creciendo. Taiclet destacó que las tecnologías desarrolladas para la oferta NGAD de Lockheed se integrarán en esta versión mejorada del F-35, con pruebas de vuelo previstas en un plazo de dos a tres años.
El F-35 ya cuenta con capacidades autónomas limitadas, como se demostró en 2023 cuando un avión voló durante 11 minutos tras la eyección del piloto. Sin embargo, una versión totalmente autónoma marcaría un hito en la aviación militar. Taiclet subrayó que los avances en autonomía podrían hacer que el piloto sea “opcional” en un período relativamente corto, aprovechando desarrollos previos. Este enfoque responde a la necesidad de adaptarse a entornos de combate cada vez más complejos, donde la interoperabilidad y la autonomía son clave.
En abril de 2025, Taiclet había adelantado la idea de un F-35 “sobrealimentado” durante una llamada de ganancias, comparándolo con un “Ferrari” frente a las capacidades actuales. Este concepto incluye mejoras en sensores, sistemas de sigilo y armas de mayor alcance, diseñadas para mantener al F-35 como el avión de combate más avanzado disponible para las fuerzas aliadas. Actualmente, más de 1.100 F-35 han sido entregados a EE. UU. y sus aliados, con una producción anual proyectada de 170-190 unidades en 2025.
Datos clave sobre las mejoras del F-35
- Autonomía avanzada: Posibilidad de operar sin piloto, basada en tecnologías desarrolladas para NGAD.
- Recubrimientos furtivos: Nuevos materiales para reducir la detección por radar.
- Guerra electrónica: Mejoras en sistemas para contrarrestar amenazas electrónicas.
- Producción: Tasa de 156 aviones por año, con fuerte demanda internacional.
- Pruebas: Vuelos de prueba de las mejoras previstos en 2-3 años.
Desafíos técnicos y contractuales
A pesar del optimismo, Lockheed Martin enfrenta retos significativos. La integración del Technology Refresh-3 (TR-3), un paquete de actualizaciones de hardware y software esencial para las mejoras del Bloque 4, ha sufrido retrasos de años. Taiclet afirmó que el TR-3 estará completamente operativo a finales de 2025, con la integración del Sistema de Apertura Distribuida como el principal obstáculo actual. Este sistema de sensores avanzados es crucial para las capacidades de combate mejoradas del F-35. Una vez resuelto, todos los aviones entregados serán plenamente operativos, listos para misiones de primera línea tanto para EE. UU. como para sus aliados.
Además, la compañía ha enfrentado críticas por problemas en la gestión de inventarios de repuestos, lo que ha complicado los esfuerzos del Pentágono por lograr una auditoría limpia. Durante seis años consecutivos, el programa F-35 ha registrado fallos en el seguimiento de piezas, un desafío que el nuevo secretario de Defensa, Pete Hegseth, busca abordar para 2028.
En mayo de 2025, Lockheed Martin anticipó la adjudicación de un contrato combinado para los lotes 18 y 19 del F-35, más pronto de lo esperado, lo que refleja la confianza del Pentágono en el programa a pesar de los retrasos. Este contrato consolidará la producción y garantizará la continuidad de la cadena de suministro global, que incluye socios en Europa y Asia.
El programa también ha sido objeto de escrutinio político. Asesores del presidente Donald Trump, como Elon Musk y Laura Loomer, han cuestionado los altos costos del F-35, que superan los 2 billones de dólares a lo largo de su ciclo de vida. Loomer criticó específicamente el desarrollo de software y el deterioro de los paneles de sigilo, aunque Lockheed defiende la robustez del avión, destacando su radar AN/APG-81 como el más avanzado del mundo.
Demanda internacional y perspectivas geopolíticas
A pesar de las críticas, Lockheed Martin confía en mantener una producción estable de 156 aviones por año, impulsada por la demanda internacional. El F-35 es operado por 20 naciones aliadas, muchas de ellas miembros de la OTAN, y su cadena de suministro global fortalece los lazos industriales con países como Japón, Australia y varias naciones europeas. Taiclet destacó que el aumento de las tensiones geopolíticas en Europa, Asia y Oriente Medio impulsa la demanda, ya que el F-35 es el único avión de quinta generación en producción capaz de contrarrestar amenazas avanzadas.
Recientemente, Donald Trump abrió la puerta a posibles ventas del F-35 a Arabia Saudita e India, mercados estratégicos que podrían reforzar las capacidades de Defensa de estos países. En mayo de 2025, EE. UU. acordó un paquete de armas de 142 mil millones de dólares con Arabia Saudita, aunque no se confirmó si incluirá el F-35. Taiclet señaló que las discusiones con Riad, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos podrían llevar años, pero representan una oportunidad significativa para expandir el alcance del programa.
En Europa, sin embargo, las amenazas de Trump de imponer aranceles y revisar los compromisos con la OTAN han generado incertidumbre. Algunos países, como Canadá, han puesto bajo revisión sus pedidos de F-35, mientras que otros exploran programas de sexta generación, como el FCAS europeo. A pesar de esto, Taiclet afirmó que el compromiso industrial del F-35 en Europa, combinado con su superioridad tecnológica, garantiza su relevancia a largo plazo.
El desarrollo de un F-35 pilot-optional refleja la apuesta de Lockheed Martin por innovar en un contexto competitivo. Mientras el Pentágono evalúa sus prioridades y los aliados ajustan sus estrategias, el F-35 sigue siendo un pilar de la defensa global, con mejoras que podrían redefinir su rol en los conflictos del futuro.