El Lockheed P-80 Shooting Star marcó un hito como el primer caza a reacción operacional en el arsenal de las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos (USAAF) durante el conflicto de la Segunda Guerra Mundial.
Este avión se destacó por ser excepcionalmente veloz tanto en su proceso de producción como en el cielo. Simple Flying recopiló una serie de datos esenciales sobre el P-80, destacados por Lockheed Martin.
Desarrollo exprés en el contexto bélico de 1943
En el verano de 1943, Lockheed formó un equipo de élite compuesto por diseñadores, ingenieros y técnicos para llevar a cabo la creación de esta aeronave bajo un plazo extremadamente ajustado. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) exigió jornadas de trabajo de más de diez horas diarias para cumplir con este desafío casi insuperable.
Frente a la superioridad aérea de los cazas alemanes en Europa, la USAF necesitaba urgentemente igualar las condiciones con un caza que pudiera competir en igualdad de condiciones. Para proteger la seguridad del proyecto, el equipo se alojó en una gran carpa de circo diseñada específicamente para este fin, manteniendo el desarrollo en estricto secreto. Tras seis meses de trabajo continuo bajo la dirección de la USAF, el equipo de Lockheed logró completar el proyecto en 143 días, superando la meta por una semana.
El P-80, un prodigio de velocidad y rendimiento
El P-80 Shooting Star estableció un nuevo estándar en velocidad:
- Velocidad máxima: Mach 0.76 (516 nudos, 594 mph, 956 km/h) a nivel del mar.
- Velocidad de crucero: 381 nudos (439 mph, 707 km/h).
Como uno de los jets más rápidos de su tiempo, el P-80 se convirtió en un elemento crucial en la flota de la USAF, ofreciendo una capacidad sin precedentes para enfrentarse a los cazas alemanes. Su rendimiento, agilidad y rapidez lo hicieron merecedor del apodo de “Shooting Star”.
Según declaraciones de Lockheed Martin, “Fue bautizado como Shooting Star en reconocimiento a su destacada velocidad, con algunas versiones modificadas que alcanzaban velocidades superiores a 600 mph”.
Innovación en diseño: la adopción del motor único
La configuración del P-80 Shooting Star, con un turborreactor Allison J33-A-35 de compresor centrífugo alojado en el fuselaje, proporcionaba un empuje de 4,600 lbf (20 kN) en seco y 5,400 lbf (24 kN) con inyección de agua. Esta decisión de diseño no solo optimizó el rendimiento aerodinámico, sino que también simplificó la logística de mantenimiento.
Este modelo se convirtió en un estándar para los cazas sucesores, adoptando mayoritariamente la configuración de un solo motor incrustado en el fuselaje, en lugar de los motores gemelos en góndolas externas que eran comunes en las primeras generaciones de aviones a reacción.
Con un alcance de combate de 717 millas náuticas (1,328 km) y un alcance de ferry de 1,200 millas náuticas (2,220 km), el P-80 estableció un nuevo referente para la eficiencia operativa en los cazas de la época.
Dimensiones y características aerodinámicas que definen una era
El P-80 Shooting Star, con una longitud de 34 pies 5 pulgadas (10.49 m) y una envergadura de 38 pies 9 pulgadas (11.81 m), se destacaba por su diseño aerodinámico y su fuselaje robusto. Su área frontal de 32 pies cuadrados (3 metros cuadrados) y un área alar de 237.6 pies cuadrados (22.1 metros cuadrados) contribuían a su estabilidad y maniobrabilidad en vuelo.
A diferencia de los avanzados cazas alemanes de la época, que favorecían las alas en flecha para aumentar la velocidad y eficiencia aerodinámica, el P-80 optó por un diseño de alas rectas. Esta elección le confería características de vuelo similares a las de los aviones impulsados por hélice preexistentes, facilitando la transición para los pilotos.
El diseño del fuselaje del P-80, con su característica forma de bala y un acabado de superficie lisa y remaches al ras, no solo era visualmente atractivo sino también funcionalmente intimidante. Según destacaba Lockheed Martin, el P-80 no era solo un espectáculo para la vista, sino también una plataforma de combate formidable:
“Con su fuselaje en forma de bala, remaches al ras y piel lisa, el P-80 de producción no solo era atractivo, sino también un avión de ataque intimidante, con seis ametralladoras, calibre .50 y grilletes debajo de las alas para bombas, una mezcla mortal de fuerza y velocidad”.
Impacto táctico en combate: el P-80 y su legado en la Guerra de Corea
El arsenal del P-80 Shooting Star estaba formidablemente equipado con seis ametralladoras Browning M3 calibre .50 (300 rpm), ocho cohetes no guiados HVAR de 127 mm y la capacidad para transportar dos bombas de 1,000 lb cada una. Esta potencia de fuego lo convirtió en una plataforma devastadora durante la Guerra de Corea, donde desempeñó un papel crucial en las primeras etapas del conflicto.
El dominio aéreo del P-80 se manifestó de manera destacada en numerosos enfrentamientos, consolidando su reputación como un elemento disuasorio eficaz contra las fuerzas enemigas. La destreza del P-80 en combate quedó demostrada cuando, en 1950, un P-80 pilotado por el teniente Russell Brown logró derribar un MiG-15 norcoreano, marcando la primera batalla aérea del mundo entre aviones a reacción. Esta victoria no solo reafirmó la superioridad táctica del P-80 sino que también simbolizó un cambio en las tácticas de combate aéreo.
Lockheed Martin resalta la importancia de estos eventos, señalando que estos éxitos del P-80 no solo demostraron su capacidad, sino que también pavimentaron el camino para futuras mejoras y variantes.
Entre estas se incluyen el P-80B, que incorporó el primer asiento eyectable en un avión de producción estadounidense, y el F-94, un interceptor para todo clima que extendió las capacidades operativas de la serie. Además, el modelo de entrenamiento T-33 derivado del P-80, demostró su valor y versatilidad, permaneciendo en servicio activo hasta 1997.