Las aeronaves EA-18G Growler realizan interferencia electrónica y respaldan misiones de vigilancia y acciones cinéticas en el Caribe y Pacífico oriental.
Operación Lanza del Sur despliega EA-18G Growler contra narcoterrorismo marítimo
El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció el 14 de noviembre de 2025 la operación Lanza del Sur, un despliegue militar en el Caribe y el Pacífico oriental. Esta operación desmantela redes de narcotráfico vinculadas a organizaciones terroristas, según comunicados del Comando Sur y la Cuarta Flota de la Armada.
Las aeronaves EA-18G Growler de la Armada estadounidense, especializadas en ataque electrónico aéreo, cumplen funciones de interferencia sobre sistemas de radar y comunicaciones adversarias. Tales aeronaves respaldan misiones de vigilancia y acciones cinéticas contra embarcaciones sospechosas de transportar estupefacientes, tal como consta en operaciones anteriores en entornos disputados.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, presentó la iniciativa en una declaración pública. Él precisó que el objetivo consiste en defender el territorio nacional y eliminar a narcoterroristas del hemisferio occidental con foco en rutas marítimas estratégicas. La operación integra sistemas no tripulados con fuerzas convencionales. Esta iniciativa se desarrolla dentro del área de responsabilidad del Comando Sur, que abarca más de treinta países en América del Sur, Centroamérica y el Caribe.
La operación Lanza del Sur formaliza esfuerzos iniciados en septiembre de 2025. Hasta la fecha se registran al menos veinte ataques cinéticos contra buques presuntamente implicados en tráfico ilícito. Tales ataques provocan destrucción de embarcaciones y un saldo de setenta y nueve individuos identificados como narcoterroristas muertos. Además, dos heridos reciben repatriación a sus países de origen. Las acciones se extienden desde el mar Caribe hasta el Pacífico oriental.
El 15 de noviembre se documentó la destrucción de una lancha en aguas internacionales. Una fuerza de tarea conjunta abatió a tres ocupantes durante el procedimiento. La iniciativa combina vigilancia marítima con intervenciones directas. Esta operación recibe apoyo del portaaviones USS Gerald R. Ford, buque de última generación con un desplazamiento de cien mil toneladas y capacidad para transportar miles de marineros y decenas de aeronaves de combate.
Resultados iniciales y apoyo clave en la operación Lanza del Sur
- Veinte ataques cinéticos contra buques implicados en tráfico ilícito.
- Setenta y nueve narcoterroristas identificados murieron en las acciones.
- Apoyo del portaaviones USS Gerald R. Ford con grupo de ataque completo.
- Incorporación de sistemas robóticos y buques no tripulados.
- Diez unidades EA-18G Growler asignadas para acciones contra carteles.
Capacidades técnicas de las EA-18G Growler en misiones de interferencia electrónica
Las EA-18G Growler se incorporan como componentes centrales del respaldo electrónico en misiones aéreas. Su configuración deriva de la plataforma F/A-18F Super Hornet. Estas aeronaves incluyen un conjunto de guerra electrónica con bloqueador de nueva generación de banda media instalado en un contenedor bajo el ala derecha. Las Growler operan con tripulaciones de dos personas. Alcanzan un rango de combate superior a ochocientas cincuenta millas náuticas y llegan a altitudes de hasta quince mil metros. De este modo, actúan en entornos con defensas integradas.
Su dotación contempla dos misiles AIM-120 para defensa antiaérea. Incluye dos AGM-88 HARM para supresión de radares. Además, tres contenedores ALQ-99 facilitan interferencia táctica. Esta configuración permite la neutralización de sistemas de detección y comunicación adversarios durante vuelos de escolta o bloqueo a distancia. Durante Lanza del Sur, las Growler se integran en las alas aéreas embarcadas de portaaviones como el USS Gerald R. Ford. Estas aeronaves proporcionan cobertura a otras plataformas, entre ellas los cazas F/A-18 Super Hornet o los F-35 desplegados en aeródromos como el de Puerto Rico.
Las capacidades de las EA-18G Growler se ajustan a las exigencias de la operación. Estas aeronaves permiten la supresión de defensas antiaéreas en zonas como las costas venezolanas. Allí se efectuaron vuelos de reconocimiento con aeronaves RC-135 Rivet Joint acompañadas por cazas. El propósito consiste en evaluar sistemas de defensa del gobierno de Nicolás Maduro. En estos procedimientos, las Growler pertenecientes a escuadrones de ataque electrónico interfieren señales de radar y protegen misiones de vigilancia electrónica.
Estas acciones se alinean con las actividades de la fuerza de tarea conjunta antinarcóticos establecida en octubre de 2025. Las aeronaves también facilitan demostraciones de ataque con bombarderos B-52 que realizaron ejercicios de fuego real en el Caribe. Las Growler degradan posibles respuestas hostiles desde tierra o mar. Según el almirante Alvin Holsey, comandante del Comando Sur, tales despliegues fortalecen la cooperación regional y generan insumos para otros escenarios.
Rol operativo de las EA-18G Growler en supresión de defensas y protección de misiones
Las EA-18G Growler aportan capacidades de interferencia y supresión de radares en el teatro de operaciones. El despliegue naval asciende al veinte por ciento de los buques estadounidenses en servicio activo. Incluye submarinos y destructores que actúan junto a aeronaves de reconocimiento. En acciones específicas, como los ataques contra lanchas en rutas de narcotráfico, las Growler proporcionan interferencia. Esta interferencia contrarresta comunicaciones entre embarcaciones sospechosas y sus redes en tierra. Ello permite intervenciones precisas por parte de fuerzas especiales o buques interceptores.
Esta función se probó en despliegues previos. En el mar Rojo una Growler registró su primer derribo aéreo contra un helicóptero enemigo mediante un misil AGM-88E. En Lanza del Sur, dicha capacidad se aplica a la protección de misiones contra el Cártel de los Soles, organización vinculada al gobierno venezolano. El entorno reporta la movilización de más de doscientos mil soldados en respuesta a movimientos estadounidenses. La integración de las Growler en el grupo de ataque del USS Gerald R. Ford posibilita operaciones continuas.
Se incorporan actualizaciones como Block II para mejorar el conjunto de ataque electrónico frente a amenazas actuales en regiones marítimas. El eje de la operación se centra en el empleo combinado de vehículos no tripulados y plataformas tripuladas. Dentro de este esquema, las Growler proporcionan interferencia, escolta electrónica y supresión de defensas antiaéreas. Tales funciones apoyan la detección y el monitoreo en alta mar en coordinación con centros de operaciones de la Cuarta Flota y la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur.
En Puerto Rico, la visita de altos mandos militares el 24 de noviembre de 2025 reafirmó el compromiso con la operación. Esta visita incluyó el despliegue de F-35 para misiones contra carteles. En esos escenarios, las Growler aportan soporte para suprimir defensas y facilitar accesos aéreos. El presidente Donald Trump autorizó acciones encubiertas de la Agencia Central de Inteligencia en territorio venezolano. En tales contextos, la interferencia electrónica de las Growler resulta esencial para proteger vuelos de perfil bajo y evaluaciones de defensas.