La multinacional italiana de defensa Leonardo está probando el nuevo Sistema de Radar Común Europeo (ECRS) Mk2 de alta tecnología en sus instalaciones de la época de la Segunda Guerra Mundial en el Reino Unido como parte de un programa de actualización de 2.800 millones de dólares (2,35 libras) para los Eurofighter Typhoons británicos.
En julio, el Ministerio de Defensa del Reino Unido anunció un paquete de inversiones de 2.800 millones de dólares en nuevas capacidades para sus aviones Typhoon de la Real Fuerza Aérea (RAF), incluida la entrega del radar ECRS Mk2 de última generación.
Se espera que el radar ECRS Mk2 transforme el control aéreo del Eurofighter Typhoon al dotar al avión de combate de una capacidad de guerra electrónica líder en el mundo que le permitirá detectar, identificar y seguir simultáneamente múltiples objetivos en el aire y en tierra.
El radar está destinado a apoyar las operaciones en las situaciones más desafiantes, dotando a los pilotos de la capacidad de suprimir las defensas aéreas enemigas mediante interferencias de alta potencia y atacar objetivos desde fuera del alcance de las amenazas.
Este nuevo sistema de radar de última generación se está probando en las instalaciones de Leonardo en Edinburg (Reino Unido).
Las instalaciones de prueba tienen el tamaño de un aula universitaria, y están cerradas con puertas metálicas de 9 metros de altura y paredes revestidas con picos de espuma para garantizar la precisión de las pruebas realizadas con el nuevo sistema de radar.
El emplazamiento fue construido por la empresa de ingeniería británica Ferranti en 1943 para fabricar miras de cañón para el avión de combate Supermarine Spitfire, uno de los aviones emblemáticos de la Segunda Guerra Mundial, que la RAF y muchos países aliados utilizaron contra la Alemania nazi.
En la actualidad, tras una serie de fusiones en el sector de la defensa, la planta es propiedad del contratista italiano Leonardo.
El radar ECRS Mk2 para los tifones
El ECRS Mk2 es un radar de barrido electrónico activo (AESA) totalmente nuevo para dotar a los Typhoons de mayores capacidades de guerra electrónica.
No comparte ningún tipo de hardware con el radar original del Typhoon Captor, ni con las otras variantes del Captor-E equipadas con AESA, como el ECRS Mk0 para Kuwait y Qatar o el ECRS Mk1 para Alemania y España. Sin embargo, el nuevo radar tendrá una interfaz hombre-máquina común.
Además del Typhoon de la RAF, el ECRS Mk2 también sentará las bases de la próxima generación de radares que se instalarán en el morro del futuro caza de quinta generación Tempest.

Una característica notable de este radar es que utiliza un “reposicionador” montado en una sola junta giratoria, a diferencia de la disposición de doble plato cíclico del Captor-E.
Como ya ha comentado EurAsian Times, el uso de un reposicionador permite inclinar el radar a ambos lados, ofreciendo un ángulo de “observación” mucho más amplio que los 90 grados de la línea central del avión.
Esto puede suponer importantes ventajas tácticas en determinados escenarios, por ejemplo, si el caza tiene que realizar una maniobra de “beaming” para eludir la detección de un caza enemigo.
La maniobra “beaming” consiste en que el caza se aleje 90 grados (perpendicularmente) del radar de pulso doppler del enemigo, que utiliza un desplazamiento doppler para medir la velocidad relativa del objetivo. Filtra los objetos de baja velocidad relativa, como el desorden del suelo y el “caza que se desplaza”, que no se mueven hacia el radar enemigo ni se alejan de él.
Esta es una táctica beneficiosa cuando el radar está posicionado a una altitud superior a la del avión emisor y está tratando de fijar su objetivo en un escenario de mirada-abajo-disparo en el que prevalece el desorden del terreno.
En cambio, en el caso de un radar AESA fijo o de un conjunto de escaneo mecánico, la realización de una maniobra de transmisión significaría que el avión de combate perdería su imagen de radar del enemigo que está tratando de evadir.
En ausencia de sensores de terceros que transmitan estos datos al caza de transporte a través de un enlace de datos, su piloto pierde de vista la situación táctica cuando es más importante.
Y lo que es peor, cualquier misil guiado por radar que se dispare desde el avión de combate que se está transportando no podrá recibir actualizaciones a mitad de camino. Las posibilidades de matar de esos misiles se reducirán, sobre todo si se disparan inicialmente a larga distancia.
Aquí es donde entra en juego un reposicionador, que puede orientar la antena del radar a ambos lados, proporcionando un campo de visión del sensor mucho mayor, y permitiendo una menor detectabilidad debido a la mejora de la conciencia situacional del piloto en caso de maniobras de “beaming”.
Las pruebas de vuelo del ECRS Mk2 a bordo de un avión de pruebas Eurofighter están previstas para el último trimestre de 2023, con el plan de realizar la capacidad operativa inicial (IOC) para 2030.
El banco de pruebas seleccionado, el Typhoon ZK355, ya se encuentra en las instalaciones de BAE Systems en Wharton para su preparación.
Se espera que el prototipo de radar ECRS Mk2 se entregue en Wharton a finales de 2022, y se completará una revisión del diseño crítico del sistema para el radar de producción.