El F-35B de EE. UU. completó una prueba de vuelo con el misil LRASM, lo que amplía sus capacidades antibuque y podría influir en la estrategia en el Indo-Pacífico.
Lockheed Martin prueba el LRASM en el F-35B en Maryland
El 4 de marzo de 2025, la empresa Lockheed Martin y la Fuerza de Pruebas Integradas del F-35 Pax River llevaron a cabo la primera prueba de vuelo del misil LRASM en un F-35B Lightning II. Este modelo, diseñado para despegue corto y aterrizaje vertical, es una de las variantes más versátiles del caza furtivo.
La prueba forma parte del programa de actualización del Bloque 4 del Joint Strike Fighter, que busca ampliar las capacidades del avión con armas avanzadas como la familia de misiles AGM-158. Este grupo incluye el misil conjunto aire-superficie JASSM y su versión antibuque, el LRASM. La integración de este armamento refuerza el papel del F-35 en operaciones multidominio, clave en escenarios de combate disputados.
El LRASM es un misil guiado de precisión diseñado para atacar buques enemigos sin depender de línea de visión directa. Gracias a sus sensores avanzados y su capacidad de decisión autónoma, puede identificar y neutralizar objetivos incluso en mares congestionados. Su alcance exacto no se ha revelado, pero se estima que supera varios cientos de millas, permitiendo ataques desde una distancia segura.
Implicaciones estratégicas del LRASM en el F-35B
El F-35B, creado para el Cuerpo de Marines de EE. UU., se distingue por operar en entornos expedicionarios y desde buques de asalto anfibio. Su compatibilidad con el LRASM extiende su alcance más allá de sistemas previos como el misil Harpoon. La prueba realizada en la Estación Aérea Naval de Patuxent River, Maryland, marca el inicio de una evaluación más amplia para garantizar la integración del arma con los sistemas del caza.

Este desarrollo es parte de un esfuerzo mayor por modernizar la flota global de F-35, que supera los 1.100 aviones y ha acumulado más de 983.400 horas de vuelo. La actualización del Bloque 4 busca mejorar sensores, software y compatibilidad de armamento, abordando limitaciones previas del diseño.
Datos clave sobre la integración del LRASM en el F-35B
- Primera prueba en vuelo: Realizada el 4 de marzo de 2025 en Maryland.
- Misil probado: LRASM, parte de la familia AGM-158.
- Plataforma de lanzamiento: F-35B Lightning II, diseñado para el Cuerpo de Marines.
- Capacidades del LRASM: Ataques de largo alcance con navegación autónoma.
- Futuras evaluaciones: Se analizará su integración con el sigilo del F-35.
Durante la prueba, el misil fue transportado en un montaje externo, lo que plantea interrogantes sobre el impacto en el perfil furtivo del caza. La capacidad de sigilo del F-35 depende de su diseño y materiales que reducen la detección por radar, una ventaja que podría verse comprometida al portar armamento externamente.
Equilibrio entre sigilo y potencia de fuego
Las bahías de armas internas del F-35 permiten mantener su baja firma de radar, pero el transporte externo aumenta su visibilidad. Esto podría exponerlo a sistemas como misiles tierra-aire avanzados o intercepciones de cazas enemigos. Lockheed Martin no ha especificado si esta configuración será temporal o si se trabajará en la compatibilidad del misil con las bahías internas en futuras actualizaciones.
El uso del F-35B para esta prueba no solo responde a factores técnicos, sino también estratégicos. A diferencia del F-35C, operado desde portaaviones de la Marina, y el F-35A, utilizado por la Fuerza Aérea, el modelo B está diseñado para misiones que requieren flexibilidad operativa. Puede despegar desde buques como los de las clases Wasp y America, lo que lo hace ideal para despliegues rápidos en escenarios de combate en el Indo-Pacífico.
El Pentágono ha priorizado el desarrollo de operaciones distribuidas, con unidades más pequeñas y dispersas que evitan ser objetivos fáciles en un conflicto con adversarios que cuentan con sistemas de anti-acceso/denegación de área. En el Mar de China Meridional, donde China ha fortalecido su presencia militar, esta capacidad de respuesta rápida podría ser crucial.

Impacto en la competencia estratégica con China
Las declaraciones de altos ejecutivos de Lockheed Martin resaltan la importancia de la integración del LRASM. John Hill, vicepresidente de Dominio Aéreo y Armas de Ataque, afirmó que esta arma ofrecerá “mayor alcance y letalidad contra objetivos estratégicos altamente defendidos”. Chauncey McIntosh, gerente general del programa F-35, subrayó que las mejoras del Bloque 4 asegurarán que el caza siga siendo una plataforma dominante durante décadas.
A pesar de estos avances, el F-35 ha enfrentado críticas por su alto costo y problemas técnicos. Su ciclo de vida se estima en 1,7 billones de dólares, lo que ha generado debate sobre si la inversión se justifica por su rendimiento. Sin embargo, la incorporación del LRASM refuerza su rol como una herramienta de guerra versátil, especialmente en un contexto donde el poder naval chino ha aumentado significativamente.
El arsenal de China incluye sistemas de misiles como los DF-21D y DF-26, diseñados para atacar portaaviones y limitar el acceso de fuerzas extranjeras a la región. Con su capacidad para atacar desde distancias seguras, el LRASM podría contrarrestar esta amenaza y ofrecer nuevas opciones estratégicas a EE. UU. y sus aliados.
Si la integración del LRASM en el F-35B resulta exitosa, podría transformar al caza en un activo estratégico, capaz de influir en conflictos a gran escala. Sin embargo, su implementación requerirá más pruebas para asegurar que el misil funcione sin afectar la capacidad de sigilo y la operatividad de la aeronave.
Por ahora, este avance representa un paso en la evolución del poder aéreo y naval de EE. UU., en un escenario donde la competencia militar sigue intensificándose.