Durante el Ejercicio Dynamic Monarch 24, los aliados de la OTAN han mostrado la importancia de la cooperación en el complejo campo del rescate submarino. Durante los diez días que duró la actividad, expertos con amplia experiencia compartieron nuevas técnicas y mejoraron sus habilidades en rescates bajo el agua. Este ejercicio, que se celebró entre el 9 y el 19 de septiembre en aguas noruegas, contó con la participación de diez países: Canadá, Francia, Alemania, Países Bajos, Noruega, Polonia, Suecia, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.
La fase inicial del ejercicio consistió en simular la búsqueda y rescate de un submarino en peligro (DISSUB). Dada la naturaleza sigilosa de los submarinos, la localización de uno en una situación de emergencia es un reto considerable. Para esta fase del ejercicio, se utilizaron diversas tecnologías, como el avión de patrulla marítima P-8 Poseidon de EE. UU., sistemas de sonar y drones submarinos.
Según Bret Grabbe, contralmirante de la Armada de los EE. UU. y comandante de submarinos de la OTAN, “este ejercicio muestra claramente la cooperación entre las naciones en el área de los submarinos, así como el alto nivel de profesionalismo de la comunidad de rescate submarino. La colaboración internacional es esencial para asegurar respuestas rápidas y efectivas ante emergencias submarinas”. Estas prácticas contribuyen, además, a mejorar la interoperabilidad entre las armadas aliadas y a fortalecer la seguridad marítima global.
El país anfitrión, Noruega, expresó su satisfacción con los resultados del Dynamic Monarch. El capitán Espen Rasmussen, comandante adjunto de la flota noruega, destacó que el ejercicio fue valioso tanto para el entrenamiento como para el intercambio de experiencias sobre un tema tan crucial como el rescate submarino. “El rescate submarino es una tarea complicada, y ejercicios como este nos preparan para responder en caso de que sea necesario rescatar a la tripulación de un submarino en peligro”, afirmó Rasmussen.
Una de las innovaciones probadas en el ejercicio fue el Subgrupo de Emergencias (DSG) del Reino Unido, desplegado desde el HNLMS Mercuur. Este equipo tiene la capacidad de realizar búsquedas submarinas preliminares utilizando un vehículo operado a distancia, establecer contacto con la tripulación a través de comunicaciones submarinas y preparar el submarino para el rescate. A su vez, buques como el ORP Lech de Polonia y el TCG Alemdar de Turquía proporcionaron equipos de buceo especializados. Desde el buque francés FS Rhone, se operó el Sistema de Rescate Submarino de la OTAN (NSRS), que incluye un vehículo de intervención operado a distancia capaz de sumergirse hasta 1000 metros y llevar herramientas para retirar escombros y entregar suministros esenciales a los supervivientes.
Una vez localizado el submarino, se activó la fase de rescate. Buques de rescate de última tecnología, como el NoCGV Barentshav de Noruega, el HSwMS Belos de Suecia y el TCG Alemdar de Turquía, jugaron un papel crucial durante este proceso. Los vehículos de rescate, como el URF sueco y el NSRS, se sumergieron hasta los submarinos en peligro y se acoplaron a las escotillas de escape para evacuar a la tripulación. El URF puede sumergirse a profundidades de hasta 460 metros y tiene capacidad para 35 personas, lo que permite evacuar a toda la tripulación de un submarino sueco en una sola operación.
Por su parte, el NSRS, que es operado de manera conjunta por Francia, Noruega y el Reino Unido, puede sumergirse a más de 600 metros de profundidad y evacuar a 15 personas en cada inmersión. Una vez en la superficie, su sistema de cámaras de transferencia bajo presión tiene capacidad para hasta 150 personas, permitiendo tratar a toda la tripulación de un submarino de la clase Vanguard en un solo ciclo de rescate. Este sistema puede desplegarse en cualquier parte del mundo en un plazo de 96 horas.
El ejercicio también incluyó prácticas de escape submarino, en las que los submarinistas se impulsaron hacia la superficie usando trajes especiales de supervivencia que les permiten sobrevivir hasta cinco días en alta mar. Un equipo de paracaidistas estadounidenses participó en una simulación de rescate en superficie, trasladando a los supervivientes desde un helicóptero noruego a bordo del buque alemán FGS Main.
Además, se abordó la posible necesidad de tratamientos médicos. Los submarinistas rescatados pueden estar expuestos a riesgos como la enfermedad por descompresión, conocida como “the bends”, debido a los cambios de presión. Si es necesario, los supervivientes pueden pasar hasta 72 horas en cámaras hiperbáricas para una recuperación segura. Equipos multinacionales de especialistas en medicina subacuática también estuvieron presentes para tratar a los heridos y brindar apoyo psicológico a las tripulaciones rescatadas.
El Dynamic Monarch 24 destacó la cooperación internacional como clave para asegurar mares más seguros. Este ejercicio, que se lleva a cabo cada tres años, está diseñado para reforzar las capacidades operativas conjuntas y demostrar la disposición de los aliados para actuar ante una crisis. La Oficina Internacional de Enlace de Salvamento Submarino (ISMERLO), que organizó el evento, sigue siendo un actor clave en la facilitación de respuestas internacionales a emergencias submarinas, con un enfoque en el aspecto humanitario de salvar vidas en el mar.