La propuesta de ajuste presupuestario de la Administración Biden para 2025 plantea una reducción en la adquisición de los aviones F-35 Joint Strike Fighter, una medida que podría modificar el ritmo de producción de Lockheed Martin.
Bajo el esquema actual, se anticipaba la fabricación de 83 unidades destinadas a las ramas aérea, naval y de infantería de marina de Estados Unidos durante el año fiscal 2025. Sin embargo, informes sugieren que esta cifra podría disminuir a menos de 70 aeronaves si se concreta una disminución de 1.600 millones de dólares en la asignación presupuestaria para el programa F-35.
Fuentes no reveladas indicaron a Reuters que este ajuste presupuestario es parte de las discusiones en curso entre la Casa Blanca y el Departamento de Defensa (DoD). El DoD había proyectado inicialmente un presupuesto de 880.000 millones de dólares para 2025, con un presupuesto total de defensa nacional ascendente a 929.000 millones de dólares.
Un pacto presupuestario bienal, acordado el verano pasado por la Administración y el Congreso, estableció el presupuesto de defensa para 2025 en un 1% superior al de 2024, lo que se traduce en 895.000 millones de dólares.
Este ajuste en la asignación presupuestaria obligará a realizar cortes considerables en numerosos programas de defensa en curso. La cantidad exacta de F-35 que podrían fabricarse bajo el nuevo presupuesto es incierta, especialmente debido a las fluctuaciones en los costos asociados al programa.
Actualmente, se está implementando una actualización tecnológica, conocida como Technology Refresh-3, destinada a mejorar el rendimiento y las capacidades de procesamiento de los cazas F-35. Esta actualización, que está en fase de pruebas, no estará operativa hasta la segunda mitad de 2024.
Los costos de adquisición varían entre los modelos de F-35: 82,5 millones de dólares para el F-35A, 109 millones para el F-35B y 102,1 millones para el F-35C. El F-35, destacado por su tecnología Stealth y su capacidad para realizar ataques terrestres y combate aéreo, es el programa de defensa más ambicioso y costoso de Estados Unidos.
Lockheed Martin enfrenta un escrutinio constante por los sobrecostos y los desafíos en la preparación de estos aviones para el servicio activo. A pesar de estos desafíos, el programa F-35 cuenta con el apoyo de las fuerzas armadas de 17 naciones aliadas, y los pedidos internacionales no se verían afectados por los recortes presupuestarios propuestos por Estados Unidos.
Los ajustes presupuestarios también tendrían un impacto en otros programas de defensa críticos, incluidos los buques de guerra en construcción, el sistema nacional de defensa antimisiles y diversos proyectos avanzados de armamento y municiones. Lockheed Martin aún no ha emitido declaraciones respecto a los posibles recortes en el presupuesto para el año fiscal 2025.