Tras los ataques aéreos limitados de Israel contra objetivos en Irán, llevados a cabo durante las primeras horas del 26 de octubre, aviones de combate israelíes lanzaron una considerable cantidad de misiles balísticos desde fuera del espacio aéreo iraní. Ante esto, los sistemas de defensa aérea terrestres de Irán asumieron la responsabilidad completa de interceptar los misiles entrantes.
Al Jazeera compartió un video que, según la cadena, capturó la respuesta de los sistemas de defensa aérea iraníes al ataque con misiles israelíes.
En las imágenes se observan destellos en el cielo nocturno de Teherán, algunos de los cuales parecen ser explosiones de misiles en pleno vuelo. Expertos en la materia suelen interpretar estos destellos como indicios de intercepciones exitosas.
Este tipo de secuencias visuales ya ha sido visto previamente en otros conflictos, como en Tel Aviv, donde la Cúpula de Hierro de Israel ha interceptado cohetes lanzados, o en Kiev, en respuesta a ataques con misiles rusos.
Irán cuenta con diversos sistemas de defensa aérea de largo alcance, tanto de origen soviético como de producción nacional. Sin embargo, el sistema S-300PMU-2, entregado por Rusia en 2016, fue el que captó mayor atención en esta ocasión.
Este modelo específico incluye 16 lanzadores de transporte y erector, varios radares de adquisición de objetivos (96L6E), radares de seguimiento (30N6E2), radares de gestión de batalla (64N6E2) y otros componentes de apoyo necesarios para su funcionamiento.
Irán y el S-300PMU-2: capacidad de defensa frente a ataques israelíes
El S-300PMU-2, que se activó en 2004, fue originalmente diseñado para ser exportado, comenzando con China, debido a las limitaciones en la financiación rusa destinada a su defensa. Desde su introducción, este sistema ha encontrado su camino en otros países, como Argelia, Vietnam y Azerbaiyán.
Este sistema proporciona una defensa aérea estratificada, utilizando distintos tipos de misiles de largo, medio y corto alcance, y se enfoca en mantener una alta movilidad para mejorar su capacidad de supervivencia en combate.
Un punto crítico del reciente ataque israelí fue el bombardeo de una base situada en las cercanías de Teherán, la cual, según se informa, alberga unidades S-300 y misiles balísticos de fabricación rusa.
Hay una notable incertidumbre sobre si las unidades S-300PMU-2 en Irán están equipadas con los avanzados misiles tierra-aire 48N6DM. Estos misiles son compatibles con las variantes más modernas del S-300 y son el principal armamento de largo alcance para los sistemas S-400 más recientes de Rusia.
Los misiles 48N6DM son reconocidos por sus avanzadas capacidades de interceptación, gracias a sus sensores de alta precisión y velocidades que superan Mach 14. Esto les permite interceptar objetivos tanto supersónicos como hipersónicos que superan Mach 8.
China ha realizado pruebas exitosas de estos misiles, alcanzando objetivos a velocidades superiores a Mach 8 a distancias de hasta 250 kilómetros. Este nivel de efectividad es difícil de igualar por los misiles lanzados desde el aire israelíes y es superado por solo unos pocos misiles aéreos en el mundo.
Irán y la adquisición de misiles 48N6DM para sus unidades S-300
En el año 2020, comenzaron a circular informes que indicaban que Irán había obtenido nuevos misiles para sus unidades S-300, los cuales se especula que podrían ser los 48N6DM, aunque esta información aún no ha sido confirmada.
El interés previo de Irán en adquirir el S-400 parece haber disminuido tras 2020, lo que sugiere que el S-300, posiblemente actualizado con misiles más modernos, se consideraba suficientemente capaz para sus necesidades defensivas.
En ausencia de los misiles 48N6DM, el S-300PMU-2 cuenta como opción estándar de largo alcance con el 48N6E2, que tiene un alcance de 200 kilómetros. Sin embargo, este misil generalmente no puede interceptar objetivos que vuelen a velocidades superiores a Mach 5. A pesar de esta limitación, su capacidad es adecuada para contrarrestar los misiles aire-tierra israelíes, dado que los más rápidos del arsenal israelí alcanzan velocidades ligeramente superiores a Mach 3, mientras que la mayoría se desplazan a velocidades significativamente menores.
La defensa multicapa del S-300PMU-2 permite que el sistema ataque primero misiles de largo alcance y, si es necesario, despliegue misiles de menor alcance de la serie 9M96, lo que refuerza su fiabilidad en las interceptaciones.
Además, el sistema tiene la capacidad de conectarse en red con otros activos de defensa aérea, incluyendo sistemas complementarios de corto y mediano alcance como el Tor-M1, proporcionado por Rusia, y el sistema autóctono 3rd of Khordad.
Estos sistemas son capaces de compartir datos de sensores y, de este modo, aportan capas defensivas adicionales, lo que mejora la eficacia general de la defensa aérea de Irán.
El S-300PMU-2 de Irán y su integración con el radar Rezonans-NE
El S-300PMU-2 tiene la capacidad de conectarse en red con el radar de largo alcance Rezonans-NE, suministrado por Rusia. Este radar está optimizado para alertar a las defensas aéreas sobre la aproximación de aviones furtivos y misiles de crucero de baja altitud desde largas distancias. Esta conexión permite a las unidades S-300 dirigir sus sensores de manera precisa hacia las áreas de origen de los posibles ataques.
Para Irán, el S-300PMU-2 es un activo defensivo crucial, aunque su relevancia es algo menor en comparación con sistemas análogos en países como India, Vietnam y Argelia. Esta situación se debe, en parte, a la desconfianza existente entre Teherán y Moscú, dado que Rusia ha cancelado en varias ocasiones acuerdos de equipamiento militar con Irán bajo presión internacional.
Las unidades S-300PMU-2 que adquirió Irán estaban originalmente destinadas a Siria. Sin embargo, Rusia, al enfrentar presiones occidentales, decidió anular el acuerdo y se negó a proporcionar a Damasco sistemas de defensa aérea de largo alcance.
Irán también ha sido testigo de cómo Rusia se ha desvinculado de múltiples acuerdos de armamento, incluyendo un pacto de producción bajo licencia de tanques T-72 durante los años 90. Esta historia de compromisos incumplidos ha llevado a Irán a enfocarse más en el desarrollo interno para satisfacer sus requerimientos de defensa aérea.
Irán y su búsqueda de defensa aérea: del S-300PMU-1 al Bavar-373
El primer intento de Irán por adquirir un sistema de defensa aérea ruso de largo alcance se remonta a 2007, cuando realizó un pedido del S-300PMU-1. Sin embargo, este pedido fue cancelado unilateralmente por Rusia en 2010 durante la presidencia de Dmitry Medvedev, lo que provocó un deterioro en las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Ante la imposibilidad de comprar grandes cantidades de sistemas de defensa aérea rusos, Irán optó por invertir en alternativas de fabricación nacional. Una de las más destacadas es el Bavar-373, que ha mostrado un progreso constante desde su despliegue a mediados de la década de 2010. En abril, Irán anunció que una nueva variante del misil Sayyad-4B había ampliado el alcance de ataque del Bavar-373 a 300 kilómetros.
Aunque las capacidades totales del Bavar-373 aún son objeto de incertidumbre, analistas sugieren que su desarrollo se ha visto beneficiado por la ingeniería inversa de tecnologías del S-300 y por el intercambio de conocimientos con aliados como China y Corea del Norte.
Ambos países han creado sistemas de defensa aérea avanzados que compiten con el S-400 ruso en diversos aspectos de rendimiento.
Dado que la tecnología del S-300PMU-2 tiene más de dos décadas de antigüedad, existe una posibilidad considerable de que los sistemas iraníes más recientes, como el Bavar-373, ahora ofrezcan capacidades superiores al sistema ruso, especialmente con las continuas mejoras en la tecnología de misiles desarrollada por Irán.