La clase Dolphin de submarinos israelíes forman parte de la estrategia de disuasión nuclear del país, destacando por su posible arsenal nuclear y características avanzadas.
Un vistazo a la estrategia de disuasión nuclear israelí y el papel de los Dolphin
Los submarinos de la clase Dolphin, desarrollados con asistencia de Alemania post-Guerra del Golfo, constituyen un elemento crítico en la estrategia de disuasión nuclear de Israel. Estos sumergibles están presumiblemente equipados con armamento nuclear, brindando a Israel una capacidad de segundo ataque. La introducción del INS Drakon marcará el ingreso del sexto submarino a la flota, reforzando la clase Dolphin II con tecnología de punta y un posible sistema de lanzamiento vertical.
Con más de un cuarto de siglo de servicio, la serie Dolphin desempeña un rol integral en la postura de disuasión del estado judío. La política de “ambigüedad” nuclear de Israel contrasta con el consenso general de que estos submarinos portan armas nucleares, asegurando una capacidad de represalia desde el mar. Esta doctrina se ha fortalecido en respuesta al terrorismo islamista de Hamás y las amenazas provenientes de proxies iraníes en el mar Rojo y el Golfo Pérsico.
El origen de la clase Dolphin se remonta a las secuelas de la Guerra del Golfo Pérsico de 1991, cuando Alemania se comprometió a compensar a Israel por el desarrollo de misiles balísticos iraquíes capaces de alcanzar su territorio. Este compromiso se materializó en la construcción de dos submarinos de la clase Dolphin, fortaleciendo así la tríada nuclear de Israel con capacidades aéreas, marítimas y terrestres.
Capacidades técnicas y estratégicas de los submarinos clase Dolphin
Los primeros submarinos Dolphin, incluyendo el Dolphin, Tekuma y Leviathan, fueron entregados en 1999 y 2000, armados con una impresionante batería de tubos lanzatorpedos de 533 mm y 650 mm. Aunque los detalles exactos permanecen bajo reserva, se especula que su armamento incluye sistemas guiados por fibra óptica Triton, capaces de alcanzar objetivos a más de nueve millas de distancia.
La generación Dolphin II, introducida en 2014, supuso un incremento en la carga útil y se rumorea que están adaptados para portar armas nucleares. Alemania ha mantenido un silencio oficial sobre las capacidades específicas de estos submarinos. Sin embargo, el más reciente, el INS Drakon, destaca por su tamaño y una vela particularmente grande, sugiriendo espacio para misiles avanzados y, potencialmente, un sistema de lanzamiento vertical (VLS).
A pesar de las limitaciones impuestas por sus motores diesel-eléctricos, la clase Dolphin se especializa en operaciones regionales, donde su propulsión independiente del aire (AIP) mejora el sigilo y dificulta su detección. La integración de un sonar avanzado de Rafael Advanced Defense Systems complementa sus capacidades tácticas, subrayando su valor en el contexto de la inestabilidad de Oriente Medio.
Justificación económica y estratégica de la inversión en la clase Dolphin
A pesar de su elevado costo, los submarinos de la clase Dolphin se consideran una inversión justificable dada la volátil geopolítica de Oriente Medio. Estos sumergibles no solo fortalecen la capacidad defensiva de Israel, sino que también aseguran una disuasión nuclear creíble ante las crecientes amenazas. La introducción del INS Drakon y la continua evolución de la serie Dolphin II reflejan el compromiso de Israel con una defensa marítima robusta, subrayando la importancia estratégica de estos activos en su arsenal militar.