Rumania está fortaleciendo su fuerza aérea reemplazando sus obsoletos MiG-21 de origen soviético con cazas F-35 y F-16 más avanzados. En 2023, se comprometió a adquirir 32 cazas F-35 Lightning II de Lockheed Martin, y planea añadir 16 adicionales para formar tres escuadrones completos antes de que termine la década.
Paralelamente, para superar el vacío temporal, Rumania ha adquirido F-16 Fighting Falcon reacondicionados de Noruega. Estos se sumarán a otros F-16 previamente comprados a Portugal, fortaleciendo así la defensa a lo largo del flanco oriental de la OTAN, especialmente en un contexto de crecientes desafíos de seguridad regional.
Esta modernización estratégica busca preservar una capacidad defensiva creíble y facilitar la transición hacia tecnologías de combate aéreo más avanzadas.
La modernización de la Fuerza Aérea Rumana aborda desafíos de seguridad
Como miembro de la OTAN, Rumania está en un proceso continuo de modernización de su fuerza aérea, desplazando los cazas MiG-21 de la era soviética por aeronaves más avanzadas. En 2023, Bucarest anunció la adquisición de treinta y dos cazas Lockheed Martin F-35 Lightning II como parte inicial. Además, se espera adquirir 16 aviones adicionales para conformar un total de tres escuadrones de cazas polivalentes de quinta generación.
Los F-35 están programados para ser entregados a finales de esta década. Mientras tanto, Rumania empleará cazas F-16 Fighting Falcons reacondicionados, adquiridos de Noruega. El pedido de estos cazas de segunda mano, realizado formalmente en 2021, culminó el año pasado con una transacción por 418 millones de dólares.
El primer lote de F-16 llegó en noviembre y se sumó a los diecisiete F-16AM/BM que ya estaban en servicio en la Fuerza Aérea Rumana, adquiridos previamente a Portugal. El resto de los 26 aviones de combate, incluyendo piezas y servicios, se espera para 2025.
“La venta de los F-16 contribuirá a fortalecer y modernizar las defensas de Rumania, una nación aliada ubicada en el flanco oriental de la OTAN y vecina de Ucrania”, afirmó el ministro de Defensa noruego, Bjorn Arild Gram, durante la entrega oficial de los aviones el año pasado.
Los F-16 de Rumania: Refuerzo en Campia Turzii para la Policía Aérea de la OTAN
Los Fighting Falcons serán operados por el 48º Escuadrón de Cazas desde la Base Aérea 71 en Campia Turzii, ubicada en el centro de Rumanía. Estos aviones participarán en misiones bajo el Servicio Permanente de Combate – Policía Aérea (SLP-PA) de la OTAN.
“Con la incorporación escalonada de 32 aviones polivalentes F-16 Fighting Falcon este año y el próximo, que equiparán a dos escuadrones adicionales de nuestra Fuerza Aérea, Rumania está elevando sus capacidades de defensa aérea a un nivel que se corresponde con los desafíos de seguridad regionales”, declaró el ministro rumano de Defensa Nacional, Angel Tilvar. “Estos aviones serán cruciales para mantener una postura defensiva aliada creíble y para disuadir cualquier agresión en el flanco oriental. Igualmente importante es su papel en facilitar la transición de nuestras fuerzas aéreas a la era de la quinta generación, con la incorporación de los F-35”.
Desde su entrada en servicio en 1979, el Fighting Falcon ha acumulado más de 400,000 horas de combate y más de 19 millones de horas de vuelo. Este caza ha sido adaptado a diversas misiones, incluyendo combate aire-aire, ataques terrestres y guerra electrónica, demostrando ser una plataforma altamente maniobrable con un radio de combate que supera al de las amenazas potenciales.
Aunque la Fuerza Aérea de los Estados Unidos ya no adquiere nuevos F-16, Lockheed Martin sigue produciendo este avión para clientes internacionales. El F-16 continúa siendo uno de los cazas polivalentes más exitosos y comprobados en combate, con más de 4,600 unidades fabricadas desde que se aprobó su producción en 1976.