Bielorrusia da un salto en su armamento bélico con el avanzado Mi-35 ruso, planteando interrogantes sobre el equilibrio de poder en Europa.
Reciente adquisición de helicópteros Mi-35
Desafiando el escepticismo global, Bielorrusia ha confirmado la recepción de sus primeros helicópteros de combate Mi-35 provenientes de Rusia. Esta decisión se ha mantenido en secreto hasta el despliegue oficial de estas aeronaves.
El Ministerio de Defensa de Bielorrusia alardea de la integración de estos colosos aéreos en su estrategia militar, un movimiento que reafirma su alianza con Moscú y demuestra la intención de una modernización sustancial.
Los helicópteros Mi-35 no son la única carta bajo la manga. Bielorrusia ha engrandecido su arsenal con el avión de combate Su-30SM, misiles Iskander-M y sistemas de defensa S-400.
Reacciones ante el poderío aéreo bielorruso
Con la introducción de un escuadrón completo de Mi-35M, el jefe de las Fuerzas Aéreas de Bielorrusia, Andrey Lukyanovich, ha señalado su compromiso de fortalecer la proyección militar del país. Sin embargo, los expertos cuestionan la rapidez de este despliegue.
Los retrasos podrían ser producto de la prioridad que Rusia da a su involucramiento en Ucrania o problemas en la capacitación del personal bielorruso para operar tales máquinas de guerra.
Por otro lado, la flota de helicópteros de Bielorrusia, liderada por los Mi-24 modernizados, herencia soviética, sigue siendo un bastión crucial para sus operaciones.
El Mi-35M: Un titán del aire
El Mi-35M representa más que una actualización; es una transformación de las capacidades aéreas. Aunque guarda similitudes con su predecesor, el Mi-24, su diseño y funcionalidad superan las expectativas.
La aeronave ha demostrado su eficiencia en operaciones, particularmente en Ucrania, donde su desempeño en combate lo ha posicionado como un activo invaluable.
Distinto a otros modelos como el Mi-28 y Ka-52, el Mi-35M destaca por su versatilidad al ser no solo un helicóptero de combate, sino también un vehículo de transporte de tropas, esencial en contextos de confrontación con naciones como Polonia.
Respuesta polaca a la creciente amenaza
Polonia, al detectar el fortalecimiento militar de su vecino, ha optado por un incremento en su presencia en la frontera bielorrusa. Esta movilización resalta la seriedad con la que Varsovia ve la situación.
Adicionalmente, Polonia ha emprendido un ambicioso programa de adquisición de armamento, centrando su atención en proveedores de renombre como Estados Unidos y Corea del Sur. Una de sus adquisiciones estelares es el helicóptero de ataque AH-64 Apache.
Estas máquinas, contraparte del Mi-24 durante la Guerra Fría, refuerzan la postura defensiva de Polonia, reafirmando su compromiso de proteger sus fronteras ante cualquier eventualidad.