Denominado “Foxhound” por la OTAN, el Mikoyan MiG-31 es un interceptor supersónico desarrollado entre 1975 y 1994, que sigue operativo en la actualidad.
Este avión, diseñado para sustituir al MiG-25 “Foxbat”, se convirtió en uno de los cazas más rápidos en servicio durante su época. Se prevé que el MiG-31 siga activo en los arsenales ruso y kazajo hasta 2030 o incluso más allá.
El MiG-25, un caza monoplaza, destacaba por su velocidad, capacidad de ascenso y operación a gran altitud. Sin embargo, se enfrentaba a limitaciones de maniobrabilidad a velocidades de interceptación y presentaba dificultades cuando volaba a baja altitud. Aunque el MiG-25 podía alcanzar velocidades de hasta Mach 3,2, se recomendaba no superar Mach 2,83 para evitar daños en los motores.
Avances aeronáuticos: Del MiG-25 al MiG-31
Desde principios de la década de 1970, la Unión Soviética inició el desarrollo de un sustituto para el MiG-25. En 1975, el prototipo Ye-155MP realizó su vuelo inaugural, marcando el inicio del desarrollo del MiG-31.
El diseño del MiG-31, aunque similar al del MiG-25, incorporaba mejoras significativas, especialmente notables en sus capacidades de radar. Con un fuselaje ampliado que incluía una cabina para el operador del radar, el MiG-31 podía ejecutar operaciones de radar de observación y derribo, lo que le permitía rastrear varios objetivos simultáneamente.
Este interceptor fue diseñado para localizar y seguir misiles de crucero y bombarderos a larga distancia. Aunque fue concebido como sucesor del MiG-25, el MiG-31 también cumplía funciones asignadas anteriormente al interceptor de largo alcance Tu-128.
El MiG-31, un robusto biplaza con dos motores y tomas de aire laterales, fue diseñado específicamente para misiones que incluían interceptar misiles de crucero y aviones lanzadores, así como detectar y neutralizar misiles, UAV y helicópteros a baja altitud, escoltar bombarderos y proporcionar defensa aérea.
Sin embargo, el diseño del MiG-31 no daba prioridad al combate cuerpo a cuerpo ni a las maniobras ágiles, lo que limitaba su resistencia a cinco G a velocidades supersónicas. Aunque su carga alar es marginal, mantiene una relación empuje-peso competente.
Fabricado con materiales capaces de soportar las altas temperaturas generadas a velocidades de Mach 3, el MiG-31 supera al MiG-25 en resistencia estructural, permitiendo operaciones supersónicas a baja altitud. Su estructura incluye un 49% de acero al níquel, un 33% de aleaciones ligeras, un 16% de titanio y un 2% de materiales compuestos, configurando un avión preparado para los rigores del combate moderno.
Potencia y precisión: Los motores D30-F6 del MiG-31
El MiG-31 está equipado con dos propulsores D30-F6, cada uno de los cuales genera una fuerza de 152 kilonewtons. Estos motores son capaces de propulsar el MiG-31 hasta velocidades de Mach 3,2. Sin embargo, superar Mach 3 conlleva riesgos significativos para la integridad del motor y la estructura de la aeronave, lo que limita su velocidad operativa recomendada a Mach 2,83.
Durante la guerra en Ucrania, Rusia ha desplegado eficazmente el MiG-31. Los informes sugieren que estos interceptores han derribado con éxito varios aviones ucranianos, principalmente utilizando el misil aire-aire de largo alcance R-37.
La velocidad superior y la capacidad operativa a gran altitud del MiG-31 han permitido su operación en el espacio aéreo ucraniano con una resistencia mínima, dada la incapacidad de las fuerzas aéreas ucranianas para igualar estas características.