El temor y la admiración han rodeado al misil hipersónico Kinzhal, una superarma rusa que ha mantenido en vilo a los adversarios del país. Recientemente, se ha debatido sobre la efectividad del sistema de defensa antiaérea Patriot en derribar este temible misil. ¿Por qué Ucrania no celebra realmente el “derribo” del Kinzhal? Exploraremos los detalles detrás de este acontecimiento.
Misil hipersónico Kinzhal
El misil hipersónico de largo alcance Kh-47 Kinzhal, conocido como “Daga”, ha sido objeto de atención y respeto debido a sus características únicas. Desarrollado para ser disparado desde un MiG-31, puede alcanzar velocidades superiores a Mach 10 y cubrir distancias de hasta 2.000 kilómetros, transportando cargas convencionales o nucleares.
Aunque algunos expertos cuestionan la designación del Kinzhal como misil “hipersónico”, dada la capacidad de muchos misiles balísticos de alcanzar velocidades hipersónicas, su potencia y efectividad son indiscutibles. Además, su capacidad de maniobrar hasta el objetivo lo diferencia de otros misiles hipersónicos y lo convierte en una amenaza difícil de detectar para los sistemas de radar.
Rusia y Ucrania: una guerra sin final previsto
El reciente derribo del misil Kinzhal por parte del sistema de defensa antiaérea Patriot ha generado controversia en Ucrania. A pesar del júbilo inicial, los expertos militares ucranianos se muestran cautelosos en su evaluación de este logro. Según Yuriy Ihnat, portavoz de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, el Patriot no ha enfrentado anteriormente un objetivo como el Kinzhal, y aún es demasiado pronto para cantar victoria.
Aunque Ucrania ha adquirido sistemas Patriot para mejorar su defensa aérea, su capacidad para proteger las grandes ciudades del “Puñal” sigue siendo limitada. La inversión en estos costosos sistemas de defensa también plantea interrogantes sobre su rentabilidad en relación con los misiles rusos de menor costo. La interceptación exitosa de un Kinzhal no proporciona una base estadística sólida para evaluar la eficacia general de las defensas.
Desafíos y consecuencias
Los misiles hipersónicos Kinzhal se utilizaron por primera vez en marzo de 2022 durante los ataques aéreos rusos contra Ucrania. Estos ataques buscaban influir en el curso de la guerra terrestre y sembrar el miedo en la población ucraniana.
Tras el supuesto éxito de estos ataques, Rusia ha incrementado la producción de Kinzhals, lo que plantea desafíos significativos para la seguridad de Ucrania y de los intereses occidentales.