El reciente ataque ucraniano al submarino ruso B-237 Rostov-on-Don, de la clase Kilo, es objeto de profundos análisis tras imágenes satelitales.
Epicentro del Ataque: Casco de Presión Principal Delantero
Las imágenes de satélite provistas por Airbus desvelan que el misil Storm Shadow impactó en el casco de presión principal delantero del submarino.
Este casco, fabricado con materiales robustos como acero y titanio, fue seleccionado para resistir fuerzas acuáticas intensas. Su diseño es fundamental para garantizar la seguridad de la tripulación al impedir filtraciones.
Dentro del casco de presión principal delantero se encuentran componentes esenciales como sistemas de sonar y plataformas de torpedos. Se rumorea que también alberga el molinete del ancla del submarino.
Consecuencias del Ataque: Daños y Reparaciones
Aunque no hay confirmaciones oficiales rusas, se presume daño a los tubos lanzatorpedos y sistemas de sonar debido al impacto del misil. Estos problemas son rectificables, pero requieren tiempo.
Tras las reparaciones, el casco se someterá a pruebas hidrostáticas rigurosas para garantizar su resistencia e integridad, confirmando así su eficiencia en operaciones submarinas.
Historia del Submarino B-237 Rostov-on-Don
El B-237, un submarino diésel-eléctrico del Proyecto 636.3, se construyó en astilleros de San Petersburgo. Su quilla se estableció en noviembre de 2011, siendo botado en junio de 2014 y operacional en diciembre de ese año.
Principalmente desplegado en la Flota rusa del mar Negro, el submarino mostró su versatilidad táctica en el Mediterráneo a principios de 2020. A finales de 2022, regresó al mar Negro, atravesando el Bósforo en febrero.
Estado Actual de la Flota Submarina del Mar Negro
El B-237 es parte de la flota de la clase Kilo mejorada en el mar Negro, todos equipados con misiles terrestres Kalibr. De esta flota, se estima que al menos tres submarinos están operativos actualmente.