Los ataques con misiles de los hutíes en el mar Rojo y el golfo de Adén plantean riesgos para la Marina de los Estados Unidos.
Amenaza de Misiles de Hutíes a Buques de Guerra de EE. UU.
¿Podrían los misiles balísticos antibuque de los hutíes hundir un buque de guerra estadounidense? – El enemigo solo tiene que tener suerte una vez. Es un hecho que hay que recordar mientras la Marina de los Estados Unidos sigue defendiéndose de los ataques con misiles en el mar Rojo y el golfo de Adén.
Los valientes marinos de los buques de la Marina estadounidense deben hacerlo todo bien cada vez. E incluso entonces, un enemigo como los terroristas hutíes que operan desde Yemen solo necesita tener suerte una vez. Ahora mismo, están jugando a la lotería – aunque en lugar de boletos, tienen un arsenal de misiles balísticos antibuque (ASBM) y misiles de crucero antibuque (ASCM).
“El 14 de enero, aproximadamente a las 16:45 (hora de Sanaa), un misil de crucero antibuque fue disparado desde zonas militantes hutíes de Yemen respaldadas por Irán hacia el USS Laboon (DDG 58), que estaba operando en el sur del mar Rojo. El misil fue derribado en las proximidades de la costa de Hudaydah por aviones de combate estadounidenses. No se registraron heridos ni daños”, anunció el domingo el Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM).
El misil disparado el domingo se produjo después de que el jueves se dispararan ASBM contra buques comerciales que operaban en el golfo de Adén. Ese fue el 27º ataque de los hutíes contra la navegación internacional desde el 19 de noviembre de 2023.
Las probabilidades de ganar la lotería, especialmente en juegos de azar como Power Ball, son literalmente de millones a una. Aun así, al final a alguien “le toca el gordo”, que es de lo que se trata, y eso hace que la gente siga jugando. Los hutíes están jugando ahora a un juego similar, y aunque Estados Unidos tiene las probabilidades a su favor (como un casino, para seguir con la metáfora del juego), sería imprudente sugerir que las probabilidades son tan grandes que los terroristas no tendrán suerte.
La creciente amenaza de los misiles hutíes en Mar Rojo
La evolución del arsenal antibuque de los hutíes en Yemen, respaldado significativamente por Irán, refleja un preocupante aumento en su capacidad para amenazar la navegación en el mar Rojo, según indica el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS). Este desarrollo armamentístico pone en relieve no solo la creciente amenaza para la seguridad marítima en la región, sino también las intenciones estratégicas de Irán en su influencia regional.
Desde finales de 2014 y principios de 2015, los hutíes han adquirido un surtido de misiles antibuque, comenzando con modelos obsoletos como los soviéticos P-21 y P-22 (RS-SSC-3 Styx) y los chinos C-801 (YJ-81/CH-SS-N-4 Sardine), provenientes de reservas militares yemeníes. Estos misiles, aunque antiguos, han sido exhibidos por los hutíes como un símbolo de fuerza militar y una afirmación de su legitimidad como gobernantes de Yemen. No obstante, hay incertidumbres respecto a su operatividad y la cantidad disponible. Los P-21/P-22 tienen un alcance limitado de 80 km, y los C-801 chinos alcanzan hasta 40 km.
Más alarmante es la introducción de misiles más avanzados suministrados por Irán, como el Al Mandad 2, con un alcance de 300 km, y el Sayyad, una versión antibuque del misil Paveh/351 con un impresionante alcance de 800 km. Estos desarrollos representan una amenaza no solo para los buques comerciales, sino también para la Marina de EE. UU.
Además, los hutíes han incorporado misiles balísticos antibuque (ASBM), incluyendo el Asef, una adaptación antibuque del iraní Fateh 313, y el Faleq, basado en el Raad 500 de Teherán, ambos con alcances superiores a 450 km. Aunque la eficacia de estos sistemas ASBM, especialmente contra blancos móviles, sigue siendo una incógnita, Irán ha demostrado su capacidad de atacar objetivos estáticos con éxito.
El IISS subraya la complejidad de la tecnología ASBM y reconoce los desafíos que Irán enfrenta en su desarrollo. A pesar de la incertidumbre sobre la fiabilidad de estos misiles en situaciones de combate real, su existencia en manos de los hutíes aumenta significativamente las consideraciones estratégicas en la región, indicando una mayor implicación de Teherán en el conflicto yemení y sus implicaciones para la seguridad marítima global.
El Behshad: el misterioso buque iraní que impulsa la estrategia de los hutíes
A pesar de las limitaciones en términos de capacidades avanzadas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), como la falta de aviones de patrulla marítima y acceso a datos satelitales, los hutíes han logrado sortear estos obstáculos parcialmente a través de medios alternativos, tal como destaca el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS). Su uso de vehículos aéreos no tripulados (UAV) y la explotación de información disponible públicamente sobre el tráfico marítimo les han proporcionado ciertas ventajas tácticas.
Un factor crucial en esta ecuación es el Behshad, un buque iraní operando en el mar Rojo desde 2021. Aunque oficialmente es un carguero, existen sospechas fundadas de que actúa como un buque espía. Este barco habría tomado el relevo del Saviz, otro buque con funciones similares que fue retirado tras sufrir daños en un ataque atribuido a Israel. Se cree que el Behshad funciona como una base operativa y de reconocimiento avanzado para el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán. Además, es plausible que Irán haya provisto a los hutíes con sistemas de radar costeros, mejorando así su capacidad para monitorear y potencialmente atacar objetivos marítimos.
La actual campaña de los hutíes contra la navegación marítima, aunque recientemente vinculada a la guerra de Gaza, ha sido facilitada por armamentos y sistemas suministrados por Teherán mucho antes del conflicto entre Israel y Hamás en octubre. Este hecho subraya la estrategia a largo plazo tanto de la República Islámica como de sus apoderados, quienes aspiran a logros significativos, como el hundimiento de un buque de guerra estadounidense.
Este enfoque a largo plazo resalta la persistente amenaza que representan: aunque sus recursos y capacidades sean limitados en comparación con una fuerza naval avanzada como la de Estados Unidos, la posibilidad de un éxito eventual, aunque sea remota, sigue siendo una preocupación seria. La estrategia de los hutíes y de Irán parece fundamentarse en la premisa de que, en el contexto de un enfrentamiento asimétrico, solo necesitan un éxito crítico para alterar significativamente el panorama estratégico.
Los misiles antibuque más avanzados de los hutíes, suministrados por Irán, presentan un considerable aumento en el alcance y la capacidad. El misil Al Mandad 2 alcanza hasta 300 km, mientras que el Sayyad, una versión antibuque del misil Paveh/351, puede llegar a 800 km. Esta ampliación del alcance posibilita una mayor amenaza tanto para los buques comerciales como para los de la Marina de EE. UU., indicando una evolución significativa en la capacidad ofensiva de los hutíes.
Los misiles balísticos antibuque (ASBM) de los hutíes, como el Asef y el Faleq, representan un desafío emergente para la seguridad marítima en el mar Rojo. Con alcances superiores a 450 km, estos misiles aumentan las consideraciones estratégicas en la región. Aunque su eficacia contra blancos móviles es incierta, su mera existencia y la capacidad demostrada de Irán para atacar objetivos estáticos elevan significativamente las preocupaciones de seguridad.
El Behshad, un buque iraní operando en el mar Rojo desde 2021, es sospechoso de actuar como un buque espía para Irán. Este barco, que sustituye al Saviz, dañado en un ataque, probablemente sirve como base operativa y de reconocimiento para el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán. Su presencia sugiere un apoyo iraní en la mejora de las capacidades de radar costero de los hutíes, lo que potencialmente incrementa su habilidad para monitorear y atacar objetivos marítimos.
La estrategia a largo plazo de Irán en Yemen, a través del apoyo a los hutíes, se enfoca en logros significativos como el hundimiento de un buque de guerra estadounidense. Irán busca influir en el panorama estratégico mediante un enfoque asimétrico, donde un éxito crítico, aunque remoto, podría tener un impacto desproporcionado. La provisión continua de armamento avanzado a los hutíes subraya esta estrategia persistente y la amenaza que representa para la seguridad marítima.
Aunque los buques de guerra estadounidenses están bien defendidos, la posibilidad de que los misiles hutíes hundan uno no puede ser descartada. La Marina de EE. UU. debe contrarrestar cada ataque con precisión, mientras que los hutíes solo necesitan tener éxito una vez. Con su arsenal de misiles balísticos y de crucero antibuque, esta amenaza es un riesgo tangible, especialmente considerando la mejora continua en la capacidad y alcance de estos misiles.