Rosoboronexport anunció negociaciones con naciones árabes para coproducir aviones de combate avanzados, aunque sin confirmar qué modelo se ofrecería en el acuerdo.
Rusia explora colaboración aeroespacial con socios del Golfo
En la Exposición Internacional de Defensa IDEX en Abu Dhabi, un representante de Rosoboronexport informó a los medios rusos sobre negociaciones con países árabes para la producción conjunta de aviones de combate de quinta generación.
La declaración refleja la intención de Moscú de fortalecer su presencia en un mercado dominado por proveedores occidentales. En un contexto de creciente interés por la modernización militar y la autonomía tecnológica en la región, Rusia busca consolidar una posición estratégica en el Golfo.
Sin embargo, el anuncio careció de detalles sobre qué modelo de caza está en discusión. El Su-57, ya en servicio limitado, ofrece capacidades de sigilo y supercrucero, mientras que el Su-75 “Jaque Mate” sigue en fase de desarrollo y está dirigido al mercado de exportación. Esta falta de precisión deja abierta la duda sobre si la propuesta implica la venta de un producto terminado o un proyecto de desarrollo conjunto.
El interés de Rusia en expandir su presencia en la región responde a la creciente competencia en el mercado internacional de armamento, donde busca ofrecer alternativas a los fabricantes estadounidenses y europeos.
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Rosoboronexport impulsa el Su-75 en Oriente Medio
La empresa estatal rusa ha promovido activamente el Su-75 “Checkmate” como una plataforma viable para la coproducción en Oriente Medio. Según la agencia RIA Novosti, el director general de Rosoboronexport, Alexander Mikheev, destacó que las conversaciones incluyen el desarrollo conjunto de aviónica, sistemas aéreos avanzados y armamento personalizado.
“Durante las consultas, estamos discutiendo oportunidades para el desarrollo conjunto y la integración de sistemas avanzados a bordo, aviónica y armas aéreas extranjeras”, afirmó Mikheev. Explicó que estas negociaciones están dirigidas a países interesados en independencia tecnológica y colaboración en diseño.
El enfoque de Rusia sugiere que busca atraer a gobiernos que desean reducir su dependencia de Occidente y desarrollar capacidades propias. La posibilidad de un caza diseñado según requerimientos regionales podría resultar atractiva para ciertas naciones del Golfo.
Detalles clave sobre las negociaciones ruso-árabes
- Rosoboronexport no especificó si la oferta involucra el Su-57 o el Su-75.
- El Su-57 es un caza operativo con capacidades avanzadas, mientras que el Su-75 sigue en desarrollo.
- Rusia ofrece un modelo de coproducción, permitiendo integración tecnológica local.
- Países del Golfo no han confirmado oficialmente su participación en estas negociaciones.
- La presión geopolítica y las sanciones podrían afectar la viabilidad del acuerdo.
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Historial de intentos fallidos y desafíos actuales
No es la primera vez que Rusia busca colaboración en la región. En el pasado, los Emiratos Árabes Unidos y posiblemente Arabia Saudita mostraron interés en el Su-75. Sin embargo, estos acercamientos no prosperaron debido a la presión occidental, sanciones y el enfoque de los emiratos en la adquisición del F-35 estadounidense.
Para Rusia, la dificultad radica en encontrar socios dispuestos a comprometerse con un proyecto que aún no ha demostrado su viabilidad comercial. Sin el respaldo de un comprador estratégico, el desarrollo del Su-75 enfrenta limitaciones financieras y técnicas.
A pesar de la promoción de Rosoboronexport, ninguna nación árabe ha confirmado oficialmente estar negociando la coproducción de cazas rusos. La ausencia de declaraciones públicas por parte de gobiernos como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos o Catar plantea dudas sobre la solidez de estas conversaciones.
Precedentes en exportaciones rusas a Medio Oriente
Rusia ha logrado acuerdos de defensa con países de la región en el pasado, aunque en circunstancias diferentes. Irán, por ejemplo, ha mostrado interés en el Su-35, un caza de cuarta generación que representa una mejora significativa para su envejecida flota aérea.
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Los primeros informes sobre un acuerdo con Irán surgieron en 2022 y, en 2023, se especuló sobre el inicio de las entregas, a pesar de las sanciones impuestas a ambos países. El atractivo del Su-35 para Irán radica en su radar avanzado, su maniobrabilidad y la capacidad de transportar una gran carga de armamento.
Otro posible cliente es Argelia, considerado como uno de los primeros en adquirir el Su-57. La fuerza aérea argelina ha sido históricamente dependiente de aeronaves rusas, desde el MiG-29 hasta el Su-30. En 2020, medios rusos insinuaron un posible contrato para el Su-57, aunque no se ha anunciado formalmente ningún acuerdo.
¿Realidad o estrategia de presión geopolítica?
A diferencia de acuerdos previos con Irán y Argelia, el intento de Rusia por establecer un proyecto de coproducción en el Golfo representa un desafío mayor. Mientras que los clientes tradicionales de Moscú compran aviones listos para usar, la propuesta actual requiere compromisos financieros y tecnológicos más amplios.
El silencio de los posibles socios árabes puede deberse a varias razones: una postura de cautela, falta de interés o el temor a represalias diplomáticas. Sin confirmación de los países involucrados, la iniciativa de Rosoboronexport sigue siendo una declaración unilateral sin respaldo concreto.
Por ahora, el futuro de esta posible colaboración sigue siendo incierto, limitado a declaraciones rusas y sin evidencia tangible de avances significativos.