El avión no tripulado MQ-9 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, derribado por un Su-27 ruso en marzo, ha sido recuperado del mar Negro por las fuerzas rusas, lo que podría tener implicaciones en la seguridad de EE. UU.
El derribo del MQ-9
El incidente ocurrió el 14 de marzo, cuando un Su-27 ruso derribó el dron MQ-9 que realizaba una misión de reconocimiento sobre el espacio aéreo de Crimea. Rusia considera a Crimea como parte de su territorio, mientras que Estados Unidos no reconoce la anexión.
El avión no tripulado, valorado en 56 millones de dólares, fue derribado tras sufrir daños por la acción del caza ruso y se hundió en el Mar Negro. Recientemente, un informe afirmó que Rusia ha recuperado el dron.
Implicaciones para la seguridad de EE. UU.
Si se confirma la recuperación del MQ-9, Rusia obtendría acceso a tecnología militar sensible, como componentes radioelectrónicos y sistemas de comunicación vía satélite y GPS. Esta situación podría poner en riesgo la seguridad de EE. UU. al permitir a los rusos conocer qué sistemas rusos han sido violados por el dron y adaptarse a los mismos.
Además, el experto militar Yuriy Knutov destaca la importancia de la capacidad de ataque del MQ-9 y su función de registro de datos electrónicos, que podría permitir a Rusia cambiar las frecuencias de sus estaciones de radar y mejorar su defensa ante futuras misiones de reconocimiento.
Repercusiones en el conflicto ruso-ucraniano
La recuperación del MQ-9 también podría afectar la situación en Crimea, ya que es probable que Estados Unidos restrinja los vuelos cerca de la península. Esto disminuiría la influencia estadounidense y limitaría la inteligencia proporcionada a Ucrania sobre la integridad aérea y territorial de la península.
Asimismo, el incidente podría hacer que Washington reconsidere la entrega de tanques Abrams a Ucrania, ya que estos también portan tecnología sensible y podrían ser capturados por Rusia.
Un problema creciente para la defensa estadounidense
Aunque el Pentágono podría considerar el derribo del MQ-9 como un riesgo aceptable, el incidente demuestra la creciente agresividad de Rusia y sus posibles implicaciones en la seguridad de EE. UU. y el conflicto ruso-ucraniano.