Las fuerzas armadas de Estados Unidos ejecutaron un ataque aéreo contra una embarcación procedente de Venezuela que transportaba narcóticos ilegales. El incidente ocurrió en aguas internacionales del sur del Caribe el 2 de septiembre de 2025 y causó la muerte de once personas identificadas como miembros del grupo Tren de Aragua. El presidente Donald Trump anunció el suceso en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Trump declaró que ordenó directamente la operación. Una aeronave de operaciones especiales, posiblemente un helicóptero de ataque o un dron MQ-9 Reaper, impactó el bote rápido equipado con cuatro motores exteriores. La embarcación navegó hacia territorio estadounidense con carga de estupefacientes. El Departamento de Defensa confirmó la eliminación de los once ocupantes y reportó que no hubo heridos entre el personal estadounidense.
🚨 BREAKING: President Trump just released the video of the U.S. military STRIKING a drug boat from Venezuela heading to America carrying ELEVEN Tren de Aragua narcoterrorists, who were kiIIed in the strike
— Nick Sortor (@nicksortor) September 2, 2025
TRUMP: “Earlier this morning, on my Orders, U.S. Military Forces… pic.twitter.com/axQAWxjJhm
El secretario de Estado, Marco Rubio, corroboró el hecho en una publicación en la red social X. Describió el ataque como una acción contra una embarcación operada por una organización narcoterrorista designada. Precisó que la ruta del bote se utilizaba con frecuencia para el trasiego de sustancias ilícitas hacia el Caribe o directamente a Estados Unidos. La ubicación del incidente correspondió a la zona de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos. Las autoridades no proporcionaron coordenadas exactas ni detalles sobre la munición empleada.
Trump difundió un video desclasificado que mostró el momento del impacto. En las imágenes, la embarcación explotó en llamas tras recibir el golpe desde el aire. El Pentágono emitió una declaración que ratificó el carácter preciso del ataque contra el bote sospechoso de actividades transnacionales de narcotráfico. destacó que la acción integró los esfuerzos para combatir a los carteles en la región.
Rubio, en declaraciones a periodistas, señaló que el gobierno mantendrá operaciones similares contra grupos que amenazan los intereses estadounidenses. Remitió las consultas sobre la autoridad legal del ataque al asesor jurídico de la Casa Blanca. Recordó que la administración designó al Tren de Aragua como entidad terrorista extranjera en febrero de 2025.
El ataque ocurrió alrededor de las 16:45 horas en horario del este de Estados Unidos, momentos antes de la rueda de prensa de Trump en el Despacho Oval. El presidente presentó la operación como una medida que disuade a quienes intenten introducir narcóticos en el país. En una publicación posterior en su plataforma Truth Social, amplió que el golpe se dirigió contra narcoterroristas identificados positivamente. Adjuntó el video que capturó la secuencia: el bote avanzó a alta velocidad por aguas agitadas antes de la detonación que lo destruyó por completo.
Las autoridades venezolanas, encabezadas por el presidente Nicolás Maduro, no respondieron de inmediato a solicitudes de comentario. Maduro había calificado previamente el despliegue militar estadounidense en la región como una amenaza contra los recursos naturales de Venezuela, como el petróleo y el gas. El Departamento de Defensa indicó que la operación se enmarcó en el aumento de la presencia naval estadounidense en el Caribe. En semanas previas, Estados Unidos envió buques de guerra y miles de infantes de marina y marineros para contrarrestar el tráfico de drogas procedente de América Latina.
En agosto de 2025, Trump elevó la recompensa por información que lleve a la captura de Maduro a $50 millones. Lo acusó de liderar el Cartel de los Soles, otro grupo vinculado al narcotráfico según las autoridades estadounidenses. Caracas rechaza tales imputaciones y las considera pretextos para una intervención militar. Rubio insistió en que el ataque no representa un cambio en la política de no intervenir directamente en asuntos internos venezolanos. Lo definió como una medida defensiva contra el flujo de estupefacientes que afecta a las calles estadounidenses.
La embarcación atacada zarpó de costas venezolanas y se dirigió presumiblemente a Trinidad o a otros puntos del Caribe antes de intentar ingresar a territorio estadounidense, según estimaciones de inteligencia compartidas por funcionarios senior. El video desclasificado, marcado como no confidencial, reveló una vista aérea en infrarrojos donde se observa el impacto directo que provoca una explosión inmediata, seguida de llamas y humo que consumen la estructura del bote. El Pentágono no divulgó la cantidad ni el tipo de narcóticos a bordo, ni los métodos de vigilancia previos que permitieron identificar el objetivo. Un funcionario de alto rango mencionó que aviones de reconocimiento y sensores monitorearon el tráfico marítimo de carteles durante semanas.
Maduro movilizó fuerzas militares a lo largo de la costa venezolana y activó brigadas civiles en respuesta al despliegue estadounidense. Declaró un estado de máxima preparación para defender la soberanía. El ministro de Asuntos Exteriores venezolano, Yvan Gil, calificó acciones similares como propaganda política. El gobierno de Caracas desmiente cualquier vínculo con el Tren de Aragua y asegura que desmanteló el grupo en una redada carcelaria en 2023. Trump vinculó directamente al régimen de Maduro con el control de tales organizaciones y utilizó el ataque para reforzar sus acciones contra el narcotráfico. Recordó que su administración clasificó a varios grupos latinoamericanos como terroristas desde enero de 2025.
El ataque representa la primera operación conocida de este tipo desde que Trump firmó una directiva secreta en julio de 2025. Esa directiva autoriza el uso de fuerza militar contra carteles designados como terroristas. Funcionarios estadounidenses, incluyendo a Rubio, resaltaron que el enfoque se centra en rutas marítimas comunes para el trasiego. Agregaron que se esperan acciones adicionales en el marco de la misión antinarcóticos ampliada. El Departamento de Defensa reiteró que el ataque se limitó a un objetivo preciso y no implicó riesgos para fuerzas aliadas ni civiles no involucrados.
Las tensiones entre Washington y Caracas se intensificaron con el aumento de la presencia militar estadounidense, que incluye tres buques de guerra adicionales enviados al Caribe en agosto de 2025. Maduro interpretó esa medida como una amenaza directa a la integridad territorial venezolana. Trump concluyó con una advertencia general contra el tráfico de drogas. El Pentágono se abstuvo de proporcionar más datos sobre la inteligencia que respaldó la identificación del bote como amenaza activa. La operación no alteró el curso de las deportaciones coordinadas entre ambos gobiernos, que continúan con vuelos semanales desde Estados Unidos hacia aeropuertos venezolanos.