General Atomics Aeronautical Systems, Inc. (GA-ASI) y AeroVironment han completado con éxito el primer lanzamiento aéreo de un Switchblade 600 desde un MQ-9A Reaper, lo que marca un hito significativo en la integración de sistemas no tripulados y amplía la versatilidad del aparato en entornos disputados. La prueba se llevó a cabo entre el 22 y el 24 de julio de 2025 en el Yuma Proving Ground del Ejército de Estados Unidos, según comunicados de prensa difundidos por GA-ASI y AeroVironment el 10 de septiembre.
Durante el ensayo, un MQ-9A Block 5 transportó y lanzó dos Switchblade 600, uno inerte y otro equipado con una cabeza de guerra explosiva real. Posteriormente, el control de ambos aparatos se transfirió con éxito desde la estación terrestre del Reaper a un operador independiente situado más cerca del área objetivo.
“Este esfuerzo conjunto demostró cómo la combinación de diferentes tecnologías no tripuladas puede aportar un valor tangible y efectos concretos al combatiente”, afirmó David R. Alexander, presidente de GA-ASI, en el anuncio. “Al utilizar el MQ-9A como plataforma de lanzamiento del Switchblade, el aparato puede mantenerse a mayor distancia de los sistemas de armas enemigos y ampliar el alcance del SB600, lo que permitirá un acceso y unas opciones más amplias en un espacio aéreo disputado”.
Un nuevo papel para el MQ-9A
Originalmente diseñado para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), el MQ-9A Reaper ha evolucionado de forma constante para responder a los requisitos de escenarios de combate cambiantes. La integración del Switchblade 600 transforma al MQ-9 en una plataforma nodriza versátil para sistemas no tripulados más pequeños, al extender su perfil operativo y combinar vigilancia persistente con efectos de precisión a largo alcance.
AeroVironment destacó la relevancia operativa más amplia de esta prueba, señalando la capacidad de adaptación del sistema y su uso de comunicaciones vía satélite (SATCOM) para el lanzamiento, el control y la actuación contra objetivos. Esto permite operaciones más allá de la línea de visión y posibilita que los MQ-9 realicen ataques de largo alcance incluso desde posiciones muy alejadas del campo de batalla.
“La capacidad de lanzar desde el aire y controlar el Switchblade 600 desde la plataforma MQ-9A UAS mediante SATCOM pone de relieve la adaptabilidad y la madurez operativa del sistema”, declaró Wahid Nawabi, presidente del consejo, presidente ejecutivo y director general de AeroVironment.
Capacidades del Switchblade 600
El Switchblade 600 es la munición merodeadora de largo alcance de AeroVironment, con más de cuarenta minutos de autonomía y equipada con una cabeza de guerra antiblindaje para atacar objetivos reforzados. Sus sensores electroópticos e infrarrojos (EO/IR) ofrecen capacidades en tiempo real de vigilancia, adquisición de blancos y ataques de precisión.
Los operadores pueden cancelar un ataque en pleno vuelo mediante su función patentada “wave-off and recommit”, y luego reanudar la acción sobre el mismo objetivo u otros distintos. Esta capacidad resulta esencial en los escenarios actuales, en los que la situación cambia de manera constante y las decisiones deben tomarse en fracciones de segundo incluso cuando las armas ya se encuentran en ruta hacia el blanco.
Al lanzarse desde el aire, el Switchblade 600 extiende de forma considerable su alcance. AeroVironment señaló que, cuando se despliega desde una altitud de 30.000 pies, la munición puede cubrir distancias superiores a 175 kilómetros mediante protocolos de comunicación de transmisión avanzada. Esto permite que las tripulaciones del Reaper alcancen objetivos más allá del radio de acción de las armas de ataque directo convencionales.
Impulso a la tendencia Air-Launched Effects
La prueba del MQ-9 con el Switchblade forma parte del esfuerzo más amplio de GA-ASI para convertir sus plataformas en nodos de lanzamiento y control de sistemas no tripulados más pequeños, conocidos como Air-Launched Effects (ALE). En los últimos años, GA-ASI ya ha demostrado varios proyectos de este tipo:
• A2LE (Advanced Air-Launched Effects): liberado desde el MQ-20 Avenger en 2023, este pequeño UAS fabricado mediante técnicas aditivas se concibió para una producción rápida y de bajo costo.
• Eaglet: un ALE de mayor tamaño probado por primera vez en 2022 desde un MQ-1C Gray Eagle del Ejército estadounidense, diseñado para incrementar la supervivencia y la capacidad de detección multidominio.
• Aerial Recovery System: demostrado en 2023 con el Avenger, mostró cómo se puede recuperar en vuelo pequeños UAS y ALE mediante un sistema de remolque e izado.
En conjunto, estos desarrollos ilustran la visión de GA-ASI de aeronaves no tripuladas de gran tamaño que actúan como nodrizas para redes de drones desechables o recuperables, con capacidad para ofrecer detección distribuida, ataque y guerra electrónica en entornos de alta amenaza.
Implicaciones operativas
La integración del Switchblade 600 en los MQ-9A amplía tanto el alcance como la flexibilidad. En lugar de exponer al propio Reaper a las defensas antiaéreas en espacios cada vez más disputados, las tripulaciones pueden lanzar municiones merodeadoras desde distancias seguras, aumentar su supervivencia y mantener efectos de precisión. La transferencia de control a operadores avanzados garantiza una conciencia situacional local y una respuesta inmediata.
La prueba de julio también demuestra la interoperabilidad entre dos de los principales fabricantes estadounidenses de sistemas no tripulados, GA-ASI y AeroVironment, cuyas plataformas ya están ampliamente desplegadas en las fuerzas armadas de Estados Unidos y de países aliados. Las municiones Switchblade están operativas en múltiples teatros de operaciones, mientras que el MQ-9 sigue siendo la columna vertebral de las misiones ISR y de ataque de Estados Unidos y sus socios.
A medida que los conflictos priorizan operaciones dispersas y en red, la combinación de UAS de gran autonomía y municiones merodeadoras ofrece un enfoque escalable para atacar objetivos de oportunidad, suprimir defensas antiaéreas o apoyar maniobras terrestres. Conceptos similares se encuentran en estudio por parte del Ejército estadounidense, que busca introducir ALE dentro del programa Future Vertical Lift (FVL), la actualización del helicóptero Black Hawk y el Gray Eagle 25M. La Fuerza Aérea ha probado de forma análoga el despliegue de sUAS Altius 600 desde el Reaper como parte del programa Adaptive Airborne Enterprise (A2E) del Mando de Operaciones Especiales Aéreas.
Perspectivas
El éxito del lanzamiento aéreo del Switchblade 600 probablemente impulsará nuevas pruebas e integraciones en el conjunto de sistemas no tripulados de Estados Unidos. Tanto GA-ASI como AeroVironment subrayaron que este logro refleja avances técnicos y también la madurez operativa de las municiones merodeadoras como herramientas estándar en la guerra multidominio.
“Esta integración exitosa constituye algo más que un logro técnico: es una demostración clara de lo que puede lograrse al combinar sistemas probados para generar nuevas ventajas operativas”, señaló Jimmy Jenkins, vicepresidente ejecutivo de AeroVironment para Sistemas de Ataque de Precisión y Defensa.
Aunque no se ha anunciado un calendario para su despliegue operativo, la demostración valida conceptos que permitirían a los MQ-9, y potencialmente a otros UAS del Grupo 5, actuar como nodos centrales en redes distribuidas de ataque. Esto ampliaría su función mucho más allá de la vigilancia y el ataque directo, al asumir tareas de mando y control para una nueva generación de sistemas no tripulados.
La capacidad de recuperar en vuelo los ALE o UAS y volver a desplegarlos abriría nuevas posibilidades y aprovecharía por completo la gran autonomía de aeronaves no tripuladas como el MQ-9, que puede permanecer en operación durante más de 27 horas, según datos de GA-ASI.