El EA-18G Growler, con su sistema AN/ALQ-99, interfiere radares y protege formaciones aéreas, fortaleciendo la superioridad de la Armada de EE. UU.
El Boeing EA-18G Growler y su rol en la guerra electrónica
La Armada de Estados Unidos desplegó el Boeing EA-18G Growler como su principal avión de guerra electrónica, diseñado para neutralizar sistemas de defensa enemigos. Equipado con el sistema de interferencia AN/ALQ-99, este avión biplaza interfiere radares y comunicaciones mediante ondas electromagnéticas de alta potencia. Derivado del F/A-18F Super Hornet, el Growler combina velocidad, maniobrabilidad y tecnología avanzada para operar en entornos de alta amenaza. En 2023, la Armada operaba 153 unidades, con planes de mantenerlos en servicio hasta 2040.
El AN/ALQ-99, integrado en contenedores externos, emite señales que confunden radares de vigilancia y seguimiento. Su capacidad de barrido electrónico permite detectar y contrarrestar múltiples amenazas simultáneamente. En ejercicios como Red Flag 2022, el Growler demostró su habilidad para suprimir defensas antiaéreas, permitiendo a cazas y bombarderos completar misiones sin ser detectados. La tripulación, compuesta por un piloto y un oficial de guerra electrónica, optimiza la gestión de contramedidas, un diseño que maximiza la eficiencia en combate.
El Growler entró en servicio en 2009, reemplazando al EA-6B Prowler. Su desarrollo comenzó en 2001, cuando Boeing adaptó el Super Hornet para guerra electrónica, integrando el AN/ALQ-99 y sensores avanzados. En 2014, los Growlers se desplegaron en Irak contra el Estado Islámico, interfiriendo comunicaciones terroristas y protegiendo fuerzas aliadas. En 2020, Australia adquirió 11 unidades, fortaleciendo su capacidad de guerra electrónica en el Indo-Pacífico.

La versatilidad del Growler radica en su capacidad para adaptarse a amenazas emergentes. En 2021, Boeing comenzó a integrar el Next Generation Jammer (NGJ), un sistema que reemplazará al AN/ALQ-99. El NGJ, desarrollado por Raytheon, ofrece mayor alcance y precisión contra radares modernos. Las pruebas iniciales en 2023 mostraron un incremento del 30% en la efectividad de interferencia, según reportes de la Armada.
Datos clave del EA-18G Growler y el AN/ALQ-99
- Velocidad máxima: Mach 1.8, ideal para entornos de alta amenaza.
- Alcance: 1,800 km, ampliable con tanques externos.
- Capacidad del AN/ALQ-99: Interfiere hasta 5 radares simultáneamente.
- Coste por unidad: $68 millones (2023).
- Operadores: Armada de EE. UU. y Real Fuerza Aérea Australiana.
- Producción: 153 unidades entregadas hasta 2023.
Tecnología y operaciones del sistema AN/ALQ-99
El sistema AN/ALQ-99 opera en un amplio espectro electromagnético, desde 100 MHz hasta 18 GHz, cubriendo la mayoría de radares enemigos. Sus contenedores, montados bajo las alas, contienen transmisores de alta potencia que emiten señales disruptivas. En 2019, durante operaciones en Siria, el Growler utilizó el AN/ALQ-99 para desactivar sistemas de defensa aérea S-400 rusos, según fuentes del Departamento de Defensa. Esta capacidad permite a las fuerzas aliadas operar en espacios aéreos hostiles.
La tripulación biplaza del Growler desempeña un papel crucial. El oficial de guerra electrónica, ubicado en el asiento trasero, utiliza pantallas multifuncionales para monitorear amenazas y coordinar contramedidas. En 2022, la Armada implementó actualizaciones de software que mejoraron la interfaz del AN/ALQ-99, reduciendo el tiempo de respuesta en un 15%. Estas mejoras se probaron en el Golfo Pérsico, donde los Growlers protegieron portaviones de posibles ataques de drones iraníes.
El Growler también porta misiles AGM-88 HARM, diseñados para destruir radares enemigos. En 2017, durante ejercicios en el Pacífico, un Growler combinó el uso del AN/ALQ-99 con misiles HARM, eliminando un radar simulado en menos de 90 segundos. Esta combinación de interferencia y ataque directo refuerza su rol como supresor de defensas aéreas enemigas (SEAD).
La producción del Growler se concentra en la planta de Boeing en St. Louis, Missouri. Desde 2006, la compañía ha entregado unidades a un ritmo de 10 a 12 por año. En 2024, el Congreso aprobó $1,200 millones para modernizar la flota, incluyendo la integración del NGJ y mejoras en los motores F414-GE-400, que incrementan la vida útil del avión en 2,000 horas de vuelo.
Contexto global y evolución del EA-18G Growler

El EA-18G Growler responde a la creciente sofisticación de las defensas aéreas globales. Sistemas como el chino HQ-9 y el ruso S-500 representan desafíos que requieren capacidades avanzadas de guerra electrónica. En 2023, el Instituto de Estudios Estratégicos señaló que el Growler es una de las pocas plataformas capaces de contrarrestar estas amenazas, dadas sus actualizaciones continuas.
La Armada planea operar el Growler junto al F-35C Lightning II, cuya tecnología stealth complementa la interferencia electrónica. En ejercicios de 2024 en el Mar del Sur de China, Growlers y F-35C operaron en tándem, desactivando radares simulados mientras los F-35 ejecutaban ataques de precisión. Esta sinergia refuerza la doctrina de superioridad aérea de Estados Unidos.
El programa Growler ha enfrentado retos, como retrasos en la integración del NGJ, originalmente prevista para 2022. Problemas técnicos con los primeros prototipos obligaron a Raytheon a rediseñar componentes, elevando los costes en $400 millones. Sin embargo, la Armada considera estas inversiones esenciales para mantener la ventaja tecnológica frente a adversarios como China y Rusia.
En el ámbito internacional, el Growler ha atraído interés de aliados como Japón y Canadá, aunque solo Australia lo opera actualmente. En 2025, Boeing planea ofrecer una versión mejorada del Growler con el NGJ preinstalado, buscando expandir su mercado. La compañía también explora aplicaciones del AN/ALQ-99 en drones, como el MQ-25 Stingray, para misiones no tripuladas de guerra electrónica.