Los programas NGAD de EE. UU. y Tempest del Reino Unido compiten en el desarrollo de cazas de sexta generación con ventajas centradas en velocidad y modularidad.
NGAD: sexta generación con énfasis en velocidad y actualizaciones previstas para 2025
La Fuerza Aérea de Estados Unidos adjudicó en marzo de 2025 el contrato del programa de Dominio Aéreo de Nueva Generación a Boeing para desarrollar el F-47, identificado como el primer caza de sexta generación. Este proyecto recibió $3.5 mil millones en el presupuesto fiscal de 2025. El F-47 incorpora motores adaptativos con capacidad de mantener velocidades de supercrucero superiores a Mach 1.5, sin alcanzar velocidades hipersónicas. Algunas fuentes mencionan la posibilidad de que se integren misiles hipersónicos en fases posteriores.
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa proporcionó prototipos de aeronaves experimentales para mitigar los riesgos asociados al diseño. El programa adopta una estructura de sistema que incluye aeronaves no tripuladas cooperativas. Estas unidades autónomas, que operan en conjunto con el caza tripulado, extienden el alcance de detección y la capacidad ofensiva. El presupuesto de 2025 asigna $557 millones al desarrollo de estas plataformas aéreas auxiliares.
Boeing recibió la adjudicación del contrato después de superar a Lockheed Martin. Las fases de revisión técnica de los motores adaptativos completaron etapas clave en febrero de 2025. General Electric y Pratt & Whitney participan en el diseño de estos propulsores, cuyo rendimiento combina eficiencia en el consumo de combustible con empuje variable, ajustado a diferentes perfiles de misión.
El diseño del F-47 prioriza la baja observabilidad ante radares y sensores integrados con inteligencia artificial, capaz de procesar datos de forma inmediata. La Administración solicitó $2.75 mil millones en el presupuesto para esta plataforma principal. Algunos subcomités del Congreso expresan reservas sobre el nivel de financiamiento asignado al programa.
El F-47 integra elementos no tripulados que amplían su capacidad operativa en misiones de supremacía aérea. Analistas del sector indican que el programa supera a los cazas de quinta generación en velocidad y autonomía. El calendario oficial contempla inversiones de varios miles de millones de dólares entre 2025 y 2029 para finalizar el desarrollo y permitir su despliegue operacional.
Aspectos técnicos destacados del NGAD
- Contrato adjudicado a Boeing en marzo de 2025 para el F-47, con un presupuesto de $3.5 mil millones.
- Integración de aeronaves autónomas colaborativas que extienden la capacidad sensorial y ofensiva.
- Motores adaptativos que alcanzan velocidades de supercrucero superiores a Mach 1.5 y posibilidad de incorporar misiles hipersónicos.
- Stealth avanzado y sensores equipados con inteligencia artificial capaces de procesar información en tiempo real.
Tempest GCAP: modularidad para misiones variables y desarrollos a partir de 2025
El Reino Unido presentó en julio de 2025 el demostrador tecnológico del Tempest como parte del programa de combate aéreo global conjunto con Italia y Japón. El prototipo tiene previsto realizar su primer vuelo en 2027. BAE Systems lidera el desarrollo con un diseño modular y arquitectura abierta que permite su adaptación a diversas configuraciones operativas. El Tempest posee una longitud aproximada de 19 metros, lo que le otorga mayor alcance y capacidad de carga útil.
El diseño incluye alas en delta y estabilizadores verticales que reducen su sección radar. La cabina virtual se controla mediante visores montados en el casco Striker II, los cuales proporcionan una interfaz visual directa. El motor de ciclo adaptativo modifica su rendimiento en función de la altitud y velocidad, lo que garantiza eficacia en distintos perfiles de misión. La estructura modular permite realizar actualizaciones y tareas de mantenimiento sin necesidad de rediseñar los componentes principales.
La inversión estimada para el programa supera las 12 mil millones de libras esterlinas durante la próxima década. El consorcio estableció en julio de 2025 un nuevo centro de operaciones para coordinar el desarrollo entre los tres países. El Tempest reemplazará al Eurofighter Typhoon hacia 2035. La implementación de una modularidad técnica tiene como objetivo reducir costes a largo plazo mediante la incorporación progresiva de nuevas tecnologías.
El demostrador utiliza piezas recuperadas de aviones Tornado retirados. La célula del Tempest ha sido diseñada para mantener baja observabilidad mediante un fuselaje ancho, lo que facilita el almacenamiento interno de armamento y combustible. Las proyecciones indican un alcance superior a 1380 kilómetros, lo que supera al F-35A. El trabajo coordinado entre las tres naciones mantiene los objetivos contractuales para 2025, con la meta de acelerar su desarrollo.
Comparación operativa entre NGAD y Tempest en escenarios de combate proyectados
Los programas NGAD de Estados Unidos y Tempest del consorcio Reino Unido-Italia-Japón presentan enfoques operativos diferenciados en el marco del desarrollo de cazas de sexta generación. El NGAD otorga prioridad a la integración de aeronaves no tripuladas cooperativas y a la velocidad como elementos decisivos para alcanzar superioridad aérea en situaciones de reacción inmediata. Por su parte, el Tempest emplea una arquitectura modular que permite modificar rápidamente su configuración según el tipo de misión.
Ambos diseños integran tecnologías de baja detectabilidad radar y sensores avanzados. En simulaciones operativas hipotéticas sobre el océano Pacífico, el F-47 del programa NGAD despliega drones colaborativos para detectar amenazas de forma remota y aprovecha su velocidad para interceptar blancos hipersónicos. Al mismo tiempo, el Tempest adapta sus módulos internos para llevar a cabo ataques de precisión a larga distancia.
En un escenario proyectado sobre el espacio aéreo europeo, se plantea un entorno mixto orientado a la superioridad aérea. En ese contexto, el Tempest utiliza su arquitectura abierta para integrar distintos sistemas de armamento según el perfil de amenaza. El F-47 emplea inteligencia artificial para coordinar ofensivas distribuidas mediante enlaces con plataformas aliadas. Las evaluaciones señalan que el Tempest mantiene ventaja en operaciones sostenidas gracias a su mayor alcance y capacidad estructural adaptable.
Ambas aeronaves operan como nodos de comando en redes aéreas. El NGAD recibe datos desde satélites y vehículos no tripulados para ejecutar ataques dirigidos con precisión milimétrica. El Tempest, en cambio, permite la implementación escalonada de mejoras técnicas sin requerir rediseños completos. Según los analistas, el rendimiento final de cada sistema dependerá de las condiciones del entorno operativo y de la doctrina táctica que se aplique.