La empresa confirmó la adjudicación de un segundo lote inicial del B-21 Raider, avanzando conversaciones con la Fuerza Aérea sobre una posible aceleración en la producción.
Northrop Grumman avanza en contratos de defensa estratégica
Northrop Grumman ha confirmado la recepción de un segundo contrato de producción inicial de bajo costo para el bombardero B-21 Raider. El anuncio, realizado por la presidenta y directora ejecutiva Kathy Warden, también señala conversaciones preliminares con la Fuerza Aérea de Estados Unidos para incrementar el ritmo de fabricación de esta aeronave, esencial para las operaciones estratégicas del país.
En una conferencia sobre ganancias llevada a cabo el 30 de enero, Warden reveló que se había adjudicado el segundo lote LRIP (Low Rate Initial Production) del B-21 durante el cuarto trimestre de 2024. Aunque no se precisaron detalles sobre la cantidad de unidades ni el valor del contrato, es conocido que al menos seis bombarderos B-21 están en diversas etapas de producción, y uno de ellos ya ha estado realizando pruebas de vuelo desde noviembre de 2023.
El programa ha mantenido clasificados múltiples aspectos, incluido el ritmo exacto de producción, aunque estimaciones no oficiales lo ubican en siete aeronaves anuales. Esta tasa fue diseñada para proteger el desarrollo de posibles recortes presupuestarios. Sin embargo, según Warden, ya se discute con la Fuerza Aérea cómo acelerar las entregas.
Aspectos destacados del programa B-21 Raider
- Adjudicación de un segundo contrato inicial de producción antes del final de 2024.
- Seis unidades B-21 en producción; una ya está realizando pruebas de vuelo.
- Tasa estimada de fabricación: siete aeronaves por año.
- Se exploran medidas para aumentar la eficiencia y acelerar el programa.
Warden indicó que el proceso de fijación de precios para futuros lotes dependerá de los datos de rendimiento recopilados. “Estamos trabajando con la Fuerza Aérea para definir cuándo se incorporarán las nuevas unidades al contrato”, explicó. La incertidumbre persiste sobre si los costos de los próximos bombarderos serán similares a los actuales o requerirán nuevas negociaciones.
Contradicciones sobre la necesidad de más B-21
Mientras el jefe del Estado Mayor, general David W. Allvin, ha sugerido que el desarrollo de nuevas tecnologías puede limitar la producción del B-21 a 100 unidades, el exsecretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, sostiene que acelerar el programa sería beneficioso si resulta financieramente viable. Kendall señaló que una expansión del B-21 implicaría un «reequilibrio» estratégico, reduciendo el énfasis en cazas de corto alcance en favor de capacidades de mayor alcance.
Sin embargo, el exfuncionario también advirtió que la naturaleza de los contratos actuales, con componentes de precio fijo, impone restricciones para incrementar rápidamente la producción en el corto plazo. Aun así, Northrop prevé mejorar la eficiencia y la rentabilidad del programa B-21 en los próximos años.
Northrop compite por otros proyectos estratégicos
La compañía también reporta avances en el programa de misiles balísticos intercontinentales Sentinel, pese a un sobrecosto de 40 mil millones de dólares. Warden afirmó que Northrop está cumpliendo con los hitos establecidos, aunque algunos trabajos de infraestructura fueron temporalmente detenidos. El proyecto espera ser más rentable para 2025.
En cuanto al Programa de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD), la CEO de Northrop manifestó que la empresa está preparada para competir en caso de que el proyecto se reabra. Aunque la decisión final quedó en manos de la nueva administración, Northrop mantiene su interés en aportar sistemas avanzados basados en su experiencia con el B-21.
Además, la compañía aspira a participar en el programa F/A-XX de la Marina, cuyo contrato se decidirá en 2025, lo que reforzaría su posición en el desarrollo de aeronaves de sexta generación.