MELBOURNE, Australia – El último de los ocho destructores planeados por el Japón, capaz de interceptar misiles balísticos, ha comenzado las pruebas de mar antes de su puesta en marcha, incluso mientras el país reflexiona sobre su próximo paso después de su decisión de suspender los planes de introducir sistemas terrestres para esa función.
El destructor Haguro dejó el astillero del constructor naval Japan Marine United Corporation en Isogo, cerca de Yokohama y al sur de la capital japonesa Tokio, esta mañana para sus primeras pruebas de mar, según Defense News.
El barco será puesto en servicio en 2021. Tiene 170 metros de largo, desplaza 8.200 toneladas y está equipado con 96 celdas del Sistema de Lanzamiento Vertical Mk 41 que pueden disparar una variedad de misiles, incluyendo aquellos usados para la defensa de misiles balísticos.
Haguro es el segundo barco de dos destructores clase Maya para la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón, y es el octavo destructor del país que está equipado con el sistema de combate Aegis para la defensa aérea y de misiles balísticos.
Las pruebas de mar para el Haguro se producen cuando Japón se esfuerza por encontrar una solución tras su decisión de la semana pasada de suspender los planes de despliegue del sistema Aegis en tierra. Japón había planeado desplegar dos sistemas de este tipo, uno al norte y otro al sur de su isla principal de Honshu, para proporcionar una alerta temprana y una cobertura de intercepción para todo el país contra los misiles balísticos norcoreanos.
Sin embargo, el Ministro de Defensa Taro Kono anunció la semana pasada que los planes para desplegar el Aegis en tierra se habían suspendido. Su ministerio está buscando alternativas para llenar el vacío de la defensa de misiles balísticos.
Los medios de comunicación locales, citando a varios oficiales de defensa sin nombre, han presentado varias opciones diferentes, incluyendo el uso continuo de los destructores Aegis de la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón o colocar el Aegis en tierra en plataformas flotantes.
Es poco probable que lo primero funcione a largo plazo, dado que mantener tres destructores en el mar en todo momento para proporcionar una defensa contra misiles balísticos las 24 horas del día a todo el Japón es insostenible, lo que fue uno de los principales factores que impulsaron la adquisición prevista de Aegis en tierra.
La emisora nacional NHK informó de que es probable que el Primer Ministro Shinzo Abe celebre una reunión con la comunidad de seguridad nacional del país esta semana para retirar el plan de despliegue de Aegis en tierra y establecer una nueva dirección para la estrategia de seguridad del país, posiblemente buscando una alternativa a Aegis en tierra.
NHK añadió que una de las alternativas sería que el Japón aumentara su capacidad de ataque en punto muerto para poder llevar a cabo ataques de represalia contra las instalaciones de lanzamiento utilizadas para llevar a cabo ataques con misiles contra el Japón. Sin embargo, es probable que esto se enfrente a una oposición política estridente, incluso del partido con el que Abe ha formado una coalición de gobierno.
La razón dada para la suspensión de la semana pasada fue ostensiblemente debido a los costos y cuestiones técnicas que rodean el desarrollo del interceptor del bloque SM-3 del IIA. Sin embargo, los gobiernos locales y los residentes de ambos lugares donde el Japón había previsto construir las instalaciones de Aegis en tierra habían lanzado campañas clamorosas contra el despliegue previsto.