General Atomics Aeronautical Systems ha integrado su avión teledirigido MQ-9 Reaper con una vaina ultramoderna que contiene un sistema basado en la inteligencia artificial que permite la selección autónoma de objetivos en el espacio de batalla.
Según el sitio web de Flight Global, el dron ya ha volado con la nueva vaina que permite la detección de objetivos, su seguimiento y la transferencia de datos a los comandantes en tierra. El primer vuelo de prueba tuvo lugar el 3 de septiembre en Dakota del Norte. La cápsula fue desarrollada en el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de los EE.UU. por SRC, una empresa especializada en el desarrollo de radares y equipos de guerra electrónica.
El sistema está equipado con un procesador de alta velocidad que ejecuta algoritmos basados en el aprendizaje de la máquina. La identificación de los objetivos se basa en los datos recogidos por el sensor electro-óptico del dron y el radar. La Fuerza Aérea de los EE.UU. está interesada en acelerar el proceso de localización e identificación de objetivos para los responsables humanos por parte de los comandantes en el campo.
SRC, que desarrolló la cápsula, dijo que los sensores avanzados han aumentado rápidamente en fidelidad y ahora son capaces de recoger grandes cantidades de datos, que pueden ser almacenados en la computadora del UAV y descargados físicamente para su revisión al final de la misión, o ser descargados en tierra durante la misión. El almacenamiento de datos a bordo está restringido por estrictas limitaciones de tamaño, peso y potencia, por lo que es mejor transferir las estadísticas a las estaciones terrestres, pero esto requiere más potencia, ancho de banda y frecuencias. Por esa razón, la compañía ya está avanzando en el desarrollo de procesadores más rápidos y poderosos.
La inteligencia artificial del sistema acelera el proceso que comienza con la observación, continúa con la orientación en el campo y termina con la toma de decisiones, lo cual está en el centro de la futura estrategia de guerra del Pentágono. El Departamento de Defensa cree que esta es la forma más eficiente de combatir a los terroristas, así como de reaccionar más rápido a la agresión de rivales como Rusia y China.