Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, se ha subrayado la relevancia de los tanques de batalla principales (MBT) en los conflictos modernos, con ambos bandos desplegando una variedad de vehículos blindados. Durante esta guerra, tanto Moscú como Kiev han utilizado una amplia gama de vehículos blindados, desde reliquias de la era soviética hasta tanques occidentales de reciente adquisición, para apoyar sus respectivas estrategias en el frente.
El año pasado, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN acordaron enviar a Ucrania un lote de tanques, incluidos los Abrams M1A1 estadounidenses, Leopard II alemanes y Challengers británicos, para reforzar sus esfuerzos militares. Ahora que estos tanques están listos para ser desplegados, expertos y analistas observan atentamente su desempeño en combate frente a las fuerzas rusas.
Aunque se cree que todos los MBT suministrados por la OTAN a Ucrania son superiores a sus contrapartes rusos, el tanque estadounidense Abrams se destaca particularmente. Este vehículo ha sido un pilar fundamental en el cuerpo blindado del Ejército de EE. UU. durante casi cuatro décadas, con cada nueva versión equipada con los últimos avances tecnológicos para mantener su ventaja competitiva. La última variante en desarrollo, conocida como AbramsX, promete llevar estas capacidades aún más lejos.
En la década de 1960, Estados Unidos y Alemania trabajaron juntos en la creación de un tanque que reemplazara al M60 Patton y al Leopard I, debido a la amenaza que representaba la Unión Soviética y su tanque T-62. De esta colaboración surgieron varias versiones del Abrams, con la primera de ellas destacándose por su blindaje compuesto y un potente cañón de 120 mm, además de un motor de turbina de 1.500 caballos de fuerza y sistemas avanzados de seguimiento.
En 2022, General Dynamics Land Systems (GDLS) presentó el AbramsX, una versión que incluye un sistema de propulsión híbrido eléctrico para mejorar la eficiencia del combustible y reducir su firma térmica y acústica, lo que aumenta su capacidad de supervivencia. A pesar de su menor peso, esta variante tiene la misma autonomía que otros modelos Abrams, pero con la mitad del consumo de combustible.
El AbramsX también contará con capacidades de inteligencia artificial que potenciarán su letalidad y movilidad. Aunque conservará el cañón de 120 mm, está previsto que en el futuro este sea reemplazado por un XM360 más ligero. Según un portavoz de GDLS, el AbramsX fue diseñado para estimular la discusión sobre la viabilidad de aligerar los tanques y adoptar tecnologías híbrido-eléctricas, lo que incrementaría su movilidad silenciosa y letalidad.
Una característica adicional del AbramsX es la inclusión de cuatro lanzadores de municiones Switchblade 300 en la parte trasera. Estos drones, conocidos como UAV “kamikazes” o “suicidas”, pueden ser controlados por la tripulación desde la parte delantera del tanque y están diseñados para permanecer en el área objetivo antes de detonar. La invasión rusa ha puesto de manifiesto el papel crucial de los tanques y el creciente uso de drones en los conflictos modernos. Una vez implementada, la capacidad de lanzar drones desde el AbramsX será una ventaja significativa para sus operadores.