En una audaz operación, drones ucranianos volaron vehículos militares rusos, incluyendo tanques T-72 y T-80, en el sur de Ucrania.
Estrategia y táctica de la incursión ucraniana contra objetivos rusos
Tras la toma de Avdiivka por parte de Rusia, un destacamento de sus más avanzados vehículos blindados fue reubicado al sur de Ucrania, anticipando una ofensiva. Las fuerzas ucranianas, haciendo uso de información de inteligencia precisa, identificaron los almacenes donde se resguardaban activos clave de Rusia: tanques T-72 y T-80, un vehículo de combate BMP-3, y un vehículo de ingeniería BREM. Operadores de la Brigada Presidencial Separada ucraniana, demostrando una habilidad excepcional, dirigieron drones FPV cargados de explosivos a través de las aberturas de estos almacenes, ejecutando un ataque que resultó en la destrucción sistemática de los vehículos almacenados.
La técnica empleada por los operadores de drones no solo destaca por su precisión quirúrgica, sino también por la eficiencia económica del ataque, con un coste estimado de tan solo 5,000 dólares, según reporta el medio Censor. La operación culminó con la incineración de los almacenes y la pérdida de valioso material militar ruso, incluidos dos tanques, un BREM, un BMP, y varios camiones artillados y de suministro, ascendiendo el daño a millones de dólares.
La incursión se distingue no solo por el dominio técnico de los operadores ucranianos, sino por la extensión del alcance del ataque, desafiando la previsión rusa sobre la capacidad de alcance de los drones FPV. Se especula que los ucranianos extendieron el alcance operativo de sus drones mediante una formación en largo alcance con un dron “repetidor” que ampliaba la señal de mando, posibilitando ataques a distancias superiores a 16 kilómetros.
Contexto operativo y limitaciones de las fuerzas ucranianas
La operación plantea interrogantes sobre la elección táctica de Ucrania de utilizar drones en lugar de armamento más pesado. La dependencia de Ucrania en municiones proporcionadas por Estados Unidos se ha visto comprometida por la reticencia de ciertos sectores del Congreso, alineados con Rusia, a aprobar nueva ayuda militar. Esta situación ha mermado el arsenal de armas pesadas ucraniano, dejando a los drones como una de las pocas opciones viables y efectivas para la ejecución de ataques de precisión.
La red de producción de drones en Ucrania, sostenida por pequeñas donaciones y compuesta por miles de talleres, ha logrado una capacidad de fabricación de al menos 50,000 drones FPV al mes. Estos dispositivos, cuyo coste ronda los 500 dólares, han tomado un papel preponderante en la estrategia militar ucraniana, supliendo la función de la artillería con una rapidez y eficacia destructiva notable.
La exitosa operación contra los almacenes rusos, a pesar de ser una hazaña técnica y táctica, subraya la precaria situación de Ucrania en cuanto a opciones de ataque a su disposición. La limitación a recursos más convencionales y poderosos, como los cohetes M30/31, refleja las restricciones y desafíos a los que se enfrentan las fuerzas ucranianas en el actual contexto bélico.