El P-51 Mustang, diseñado por North American Aviation, destacó por su velocidad, alcance y maniobrabilidad. Su versión con motor Merlin cambió el curso de la guerra aérea.
North American Aviation creó el P-51 para la RAF en 1940
El diseño del P-51 Mustang surgió en abril de 1940, cuando J.H. “Dutch” Kindelberger, jefe de diseño de North American Aviation, propuso a la Comisión Británica de Compras de Aviones desarrollar un nuevo caza en lugar de fabricar el Curtiss P-40 bajo licencia.
El resultado fue un monoplano de ala baja con un motor Allison en línea refrigerado por líquido. A diferencia de otros aviones con motor Allison sin turbocompresor, como el P-40 y el P-39, el Mustang logró un rendimiento superior gracias a su ala de flujo laminar de baja resistencia y su eficiente sistema de enfriamiento. Su velocidad máxima era de 630 km/h, con un alcance de 1.200 km que se extendía a 2.200 km con tanques de lanzamiento externos.
Sin embargo, la ausencia de un supercargador eficiente limitaba su desempeño por encima de los 4.600 metros. El primer vuelo del Mustang ocurrió en octubre de 1940, y su producción comenzó en mayo de 1941. La RAF lo utilizó en combate desde abril de 1942. Se fabricaron 1.579 unidades con motor Allison, empleadas para reconocimiento y combate a baja altitud.

El motor Rolls-Royce Merlin mejoró el rendimiento a gran altitud
Los británicos instalaron el motor Rolls-Royce Merlin en el Mustang y comprobaron que su sobrealimentador mecánico mejoraba drásticamente su desempeño en altitudes elevadas. En 1943, North American Aviation hizo lo mismo y equipó al P-51 con el Packard Merlin, la versión estadounidense del motor británico.
Los P-51 Merlin comenzaron a salir de la fábrica en el verano de 1943. Con tanques de lanzamiento, su alcance operativo superaba los 2.500 km, lo que les permitió escoltar bombarderos en misiones sobre Alemania desde diciembre de 1943. Se enfrentaron a los Me 109 y Fw 190, y demostraron una clara superioridad, especialmente por encima de los 6.000 metros.
Impacto del P-51 Mustang en la campaña de bombardeo sobre Alemania
- En octubre de 1943, el 9,1 % de los bombarderos de la Octava Fuerza Aérea no regresaba de sus misiones y un 45,6 % resultaba dañado.
- Para febrero de 1944, las pérdidas se redujeron al 3,5 %, y los aviones dañados bajaron al 29,9 %.
- A partir de entonces, Alemania quedó bajo bombardeo continuo durante el día y la noche.
- El P-51 fue clave en la derrota de la Luftwaffe gracias a su gran alcance y superioridad en combate.
La RAF utilizó 1.500 P-51 Merlin en operaciones diurnas en Europa. También se fabricaron bajo licencia en Australia y se enviaron algunas unidades a China.

El P-51D fue la versión más producida del Mustang
El modelo P-51D incorporó una cabina de plexiglás tipo “burbuja”, que mejoraba la visibilidad del piloto. Alcanzaba una velocidad máxima de 700 km/h y operaba hasta los 12.800 metros. Su armamento consistía en seis ametralladoras calibre .50 montadas en las alas.
Los soportes bajo las alas permitían equiparlo con bombas de 500 libras o cohetes de 114 mm, lo que lo convirtió en un eficaz avión de apoyo aéreo. Desde la primavera de 1945, Mustangs de largo alcance operaron sobre Japón desde bases en las Islas Marianas.
El modelo F-6, versión de reconocimiento, se desplegó en todos los frentes, manteniendo su armamento para autodefensa en misiones a baja altitud. Aunque era un avión muy valorado, presentaba desventajas: una gestión inadecuada del combustible podía afectar el equilibrio del avión y su motor refrigerado por líquido era más vulnerable a los daños en combate que el P-47 Thunderbolt.

El P-51 siguió en servicio después de la Segunda Guerra Mundial
En Estados Unidos se produjeron 13.300 P-51 Mustang con motor Merlin. Aunque los contratos de fabricación terminaron al finalizar la guerra, el Mustang siguió en servicio durante varios años.
Se utilizaron para misiones de ataque a tierra en la Guerra de Corea (1950-1953) y participaron en la Guerra Civil China. En 1956, Israel empleó Mustangs en la invasión del Sinaí. También operaron en países en desarrollo hasta la década de 1960 y, en 1969, combatieron en la Guerra del Fútbol entre El Salvador y Honduras.