El Yak-9 soviético y el P-51 Mustang estadounidense, aunque diferentes en diseño y recursos, transformaron el combate aéreo durante la Segunda Guerra Mundial.
Diferentes contextos de desarrollo para ambos cazas
Con filosofías de diseño opuestas, el Yak-9 y el P-51 Mustang sobresalieron en sus respectivos frentes. El Yak-9, construido en gran parte con madera debido a la escasez de metal en la Unión Soviética, se diseñó para ser rápido de producir y fácil de pilotar. Por otro lado, el Mustang, hecho completamente de metal, destacó por ser tecnológicamente avanzado y confiable.
El Mustang nació en 1940, creado por James H. Kindelberger de North American Aviation, tras la solicitud de la Comisión de Compras británica de fabricar cazas Curtiss P-40. La compañía propuso en cambio un diseño moderno que fue aceptado. El prototipo NA-73X voló por primera vez en octubre de ese mismo año. Posteriormente, el Mustang equipado con un motor Rolls-Royce Merlin se convirtió en el caza de largo alcance preferido de la Octava Fuerza Aérea de la USAAF.
En contraste, el Yak-9 se desarrolló a partir del Yak-7 para reforzar las capacidades soviéticas frente a los cazas alemanes Bf 109 y Fw 190. Utilizó una estructura de madera y metal, integrando un motor mejorado VK-105PF. Variantes posteriores adoptaron armamento más pesado y motores avanzados como el M-107A.
Armamento y rendimiento de ambos cazas
El P-51D estaba equipado con seis ametralladoras Browning M2 de calibre .50 (12,7 mm) y soportaba cohetes y bombas de hasta 450 kg. Sus bastidores de ala también podían transportar diez cohetes de 127 mm. El motor Packard V-1650-7, basado en el Rolls-Royce Merlin, ofrecía un gran rendimiento a gran altitud.

Por otro lado, el Yak-9 presentaba una amplia variedad de configuraciones. La primera variante montaba un cañón de 20 mm y una ametralladora de 12,7 mm. El modelo Yak-9T estaba armado con un potente cañón de 37 mm, eficaz contra tanques y barcos ligeros. Variantes como el Yak-9B podían transportar bombas y desempeñaban roles de cazabombardero.
Especificaciones técnicas comparativas
- Número construido: P-51D (15,000+), Yak-9U (16,769)
- Envergadura: P-51D (11,28 m), Yak-9U (9,74 m)
- Peso vacío: P-51D (3,463 kg), Yak-9U (2,512 kg)
- Potencia: P-51D (1,490 caballos), Yak-9U (1,650 caballos)
- Velocidad máxima: P-51D (383 nudos), Yak-9U (370 nudos)
Rol en batallas clave de la Segunda Guerra Mundial
El Mustang se destacó como escolta de bombarderos en Europa. La doctrina inicial de los Aliados asumía que formaciones compactas de bombarderos podían defenderse por sí solas. Sin embargo, las enormes pérdidas en misiones como la segunda incursión de Schweinfurt evidenciaron la necesidad de escoltas de largo alcance. Desde finales de 1943, el P-51 fue crucial en misiones sobre Alemania, superando al Bf 110 y enfrentando al Bf 109.
En el Frente Oriental, el Yak-9 desempeñó un papel decisivo en batallas como la Batalla de Kursk. Aquí, el Ejército Rojo logró casi igualar a la Luftwaffe, gracias a una combinación de aviones como el Yak-9, el Lavochkin La-5 y el Ilyushin Il-2 Shturmovik. Esta paridad permitió a las fuerzas soviéticas recuperar territorios estratégicos a lo largo de un frente de 2,000 kilómetros.
Pilotos condecorados y hechos destacados
Dos pilotos de Mustang recibieron la Medalla de Honor: el teniente coronel James H. Howard por su heroísmo en 1944 y el mayor William A. Shomo por su actuación en Filipinas. En el Pacífico, los P-51 escoltaron a bombarderos B-29 durante misiones sobre Japón, logrando importantes victorias contra cazas A6M Zero.
En el caso del Yak-9, muchos pilotos soviéticos fueron reconocidos como héroes nacionales. El teniente de vuelo AI Vybornov consiguió 19 victorias en solitario y ganó la Medalla de la Estrella de Oro en 1945. El caza también logró enfrentarse con éxito al avanzado Me 262 alemán en los últimos meses de la guerra.