Los 18 antiguos F-16 neerlandeses ya habían llegado al país y operaban en el Centro Europeo de Entrenamiento de F-16 (EFTC), destinado a instruir a pilotos rumanos y ucranianos para el manejo de estos cazas en sus respectivas fuerzas aéreas. Hasta hoy, los aviones permanecían bajo jurisdicción de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos (RNLAF), que había acordado su cesión hace dos años con el propósito mencionado.
La Fuerza Aérea Rumana (RoAF) decidió proporcionar la base aérea Baza 86 Aeriană Fetesti junto con el apoyo logístico del país anfitrión. Lockheed Martin ha contribuido con personal técnico de mantenimiento y con instructores para los nuevos pilotos de F-16, mientras que Daedalus Aviation Group, Draken International, GFD, ILIAS Solutions y BGI LLC actuaron como contratistas secundarios.
El ministro de Defensa, neerlandés, Ruben Brekelmans, declaró: “El centro de entrenamiento es un ejemplo modélico de colaboración exitosa. Trabajamos con Rumania y Lockheed Martin de una manera única para formar a pilotos rumanos y ucranianos. Es motivo de satisfacción que nuestros antiguos F-16 hayan adquirido una nueva y valiosa utilidad en el EFTC. Los pilotos ucranianos formados aquí ya contribuyen de manera significativa a la defensa de su país frente a los terribles bombardeos rusos”.
🇺🇦 Ukrainian F-16 pilot told @United24media how he shot down six Russian missiles in a single combat mission — a first in Ukraine’s air combat history. 💥#UkrainianAirForce #F16 #UkrainianPilots #StandWithUkraine pic.twitter.com/K6BXVDtOWH
— Ukrainian Air Force (@KpsZSU) October 10, 2025
Ucrania recibió 24 F-16 ex-RNLAF entre julio de 2024 y mayo de 2025, con pilotos formados en el EFTC junto a sus homólogos rumanos. Desde su llegada, estas aeronaves han participado activamente en misiones ofensivas y defensivas contra la Federación Rusa. Los cazas operaron en la región de Kursk para lanzar municiones de precisión sobre objetivos rusos y participaron en el derribo de un Su-35 ruso de superioridad aérea, posiblemente con el apoyo de un avión de alerta temprana y control SAAB 340.
Ucrania continúa adiestrando a sus pilotos en el EFTC conforme más F-16 llegan procedentes de sus aliados europeos y de otros países. Hasta la fecha, los compromisos de suministro incluyen 24 unidades de los Países Bajos, 30 de Bélgica, 19 de Dinamarca y 14 de Noruega, lo que suma un total de 87 cazas. Noruega ya ha entregado los 14 comprometidos, y el resto de su flota ha sido vendido a la Fuerza Aérea Rumana.
La transferencia de los 18 aparatos a la RoAF representa un hito importante, pues incrementa la interdependencia entre Ucrania y su socio carpático, al tiempo que amplía el tamaño de la flota rumana de F-16. Los documentos oficiales de transferencia fueron firmados el 3 de noviembre de 2025 en Bucarest por el general de brigada Ion Cornel Pleșa, jefe de la Dirección general de Armamento rumana, y Linda Ruseler, directora de Bienes Muebles del Ministerio de Finanzas neerlandés.
Los primeros F-16 de la RNLAF, una combinación de versiones monoplaza AM y biplaza BM, llegaron a la Baza 86 el 7 de noviembre de 2025. Su primera misión consistió en ofrecer un curso de actualización a los instructores de F-16 antes de iniciar el entrenamiento de pilotos rumanos y ucranianos para el servicio operativo. Los primeros graduados del EFTC obtuvieron su certificación en julio de 2024, lo que permitió las primeras entregas de cazas F-16 a Ucrania.
La RoAF ha concentrado su modernización en el F-16, adquiriendo unidades de diversos países europeos, entre ellos Portugal, Noruega y, ahora, los Países Bajos. En los últimos cinco años surgió la fuerza “Carpathian Viper”, que experimentó un rápido aumento de efectivos y obligó a establecer el EFTC para responder tanto al incremento de aeronaves como a la demanda de nuevos pilotos.
Rumania acudió inicialmente a Portugal y adquirió un total de 12 F-16AM/BM —nueve monoplazas y tres biplazas— entregados entre agosto de 2020 y marzo de 2021 dentro del programa Peace Carpathian One. Curiosamente, esos aviones habían sido vendidos de segunda mano a Portugal por Estados Unidos. Un segundo acuerdo, Peace Carpathian Two, se firmó en enero de 2020 para el suministro de cinco aparatos adicionales.
En diciembre de 2021, el gobierno rumano firmó un tercer contrato con Noruega, valorado en 452 millones de euros, para la adquisición de 32 F-16AM/BM dentro del programa Peace Carpathian Three. Las entregas se completaron entre 2023 y 2024, lo que incrementó notablemente el tamaño de la flota rumana tras la retirada de los cazas MiG-21 LanceR, en servicio desde mediados de los años noventa hasta mayo de 2023.
Los F-16AM se han dedicado principalmente a misiones de alerta de reacción rápida (QRA) en el espacio aéreo rumano, aunque han empezado a desplegarse en el extranjero para participar en operaciones de patrullaje aéreo en el Báltico como parte de los compromisos de la OTAN. Hasta ahora, la RoAF ha completado misiones en Šiauliai, Lituania, entre marzo y julio de 2023, y entre marzo y junio de 2025, junto a fuerzas portuguesas y polacas.
Armados con misiles AIM-9X y AIM-120 AMRAAM, interceptaron distintos tipos de cazas rusos, incluidos Su-27 Flanker, lo que demuestra el avance alcanzado por la RoAF en poco tiempo. La última misión de patrullaje aéreo de la OTAN con participación rumana había tenido lugar en 2007 con varios MiG-21, pero el F-16 ha permitido a Rumania recuperar su papel en igualdad de condiciones frente a las fuerzas rusas.
La RoAF tuvo inicialmente dificultades para mantener simultáneamente la QRA nacional y las misiones de patrullaje de la OTAN, pero el aumento de su flota le ha otorgado mayor flexibilidad operativa. El futuro de la aviación de combate rumana parece más prometedor que nunca, superando la dependencia de aeronaves de segunda mano provenientes de Europa occidental.
El 21 de noviembre de 2024, el gobierno rumano confirmó su intención de adquirir 32 cazas Lockheed Martin F-35A mediante una venta militar extranjera con Estados Unidos. Con ello, Rumania se convirtió oficialmente en el vigésimo cliente del F-35, con las primeras entregas previstas para 2031. La compra, valorada en $6.500 millones, incluye las aeronaves y también el apoyo logístico para el entrenamiento de pilotos, simuladores de vuelo y armamento aire-aire y aire-tierra, lo que representa una inversión de defensa de gran magnitud.
Aunque aún se desconoce si la RoAF retirará parte de sus F-16 cuando lleguen los F-35, de conservarlos todos, Rumania se convertiría en un actor de primer orden en la seguridad aérea europea, con una flota comparable a la sueca y superior a las de los Países Bajos, Bélgica o Noruega. En esta nueva etapa de tensiones geopolíticas, Rumania se perfila como un país clave en el equilibrio aéreo del continente.