El jefe de la Fuerza Aérea de Pakistán negocia en Washington la compra de misiles AIM-120D para los F-16, en un contexto de tensiones con India en 2025.
Sidhu visita EE. UU. para tratar cooperación bilateral en defensa
El 2 de julio de 2025, el mariscal jefe del Aire Zaheer Ahmed Baber Sidhu, comandante de la Fuerza Aérea de Pakistán, llegó a Washington, D.C. con el propósito de sostener reuniones de alto nivel con representantes del Pentágono, el Departamento de Estado y el Congreso. Esta visita, la primera de un jefe de la Fuerza Aérea paquistaní en más de una década, tiene como objetivo restablecer los vínculos de defensa entre Estados Unidos y Pakistán, debilitados tras años de desconfianza y restricciones en materia militar. Las conversaciones se enfocaron en la actualización de la flota de cazas F-16 de Pakistán, con énfasis en la adquisición del misil aire-aire AIM-120D AMRAAM, considerado esencial ante el aumento de capacidades armadas en India.
El encuentro se llevó a cabo semanas después de la Operación Sindoor, un conflicto ocurrido en mayo de 2025 entre Pakistán e India tras un atentado en Pahalgam, Jammu y Cachemira, que provocó la muerte de 26 civiles. La respuesta de India incluyó ataques de precisión contra 11 instalaciones aéreas de Pakistán, lo que reveló deficiencias en los sistemas defensivos paquistaníes HQ-9B y HQ-16 de fabricación china. Este hecho resaltó la necesidad de modernizar el arsenal aéreo paquistaní para sostener una postura disuasiva ante la Fuerza Aérea India, equipada con cazas Rafale y misiles Meteor de largo alcance.
El desplazamiento de Sidhu se produjo después de una reunión celebrada en 2025 entre el jefe del Ejército paquistaní, el general Asim Munir, y el presidente estadounidense Donald Trump. La secuencia de encuentros sugiere una iniciativa más amplia para reparar la relación bilateral. Un comunicado emitido por la Fuerza Aérea de Pakistán señaló que la visita representa un paso estratégico para avanzar en la cooperación institucional. Publicaciones en X señalaron que las negociaciones podrían modificar los términos de la cooperación en defensa, aunque algunos sectores manifestaron dudas sobre la posibilidad real de concretar un acuerdo armamentístico debido a los vínculos entre Pakistán y China.
Pakistán ha manifestado su interés en el AIM-120D, fabricado por Raytheon. Este misil, con un alcance superior a los 180 kilómetros, incorpora radar activo, enlace de datos bidireccional y navegación asistida por GPS, lo que le otorga una ventaja en escenarios con interferencias electrónicas. En comparación, los misiles AIM-120C-5 que Pakistán adquirió en 2006 tienen un alcance de 100 kilómetros y carecen de estas funciones avanzadas, lo que disminuye su rendimiento frente a amenazas contemporáneas.
Datos clave sobre el AIM-120D y la flota F-16 de Pakistán
- Alcance del AIM-120D: Excede los 180 km, en comparación con los 100 km del AIM-120C-5.
- Flota F-16: Pakistán posee 76 cazas F-16, incluidos 18 Block 52 con radar AN/APG-68(V)9.
- Operación Sindoor: En mayo de 2025, India llevó a cabo ataques contra 11 instalaciones aéreas paquistaníes, lo que permitió identificar debilidades defensivas.
- Competencia regional: Los Rafale indios, con misiles Meteor de más de 200 km, superan en alcance a los F-16 de Pakistán.
- Restricciones de EE. UU.: Las ventas de armamento están sujetas a aprobación del Congreso y a condiciones de uso estrictas.
Condiciones que dificultan el acuerdo para el AIM-120D
La adquisición del AIM-120D enfrenta diversos obstáculos. Estados Unidos aplica controles de exportación rigurosos para impedir que tecnologías sensibles lleguen a países como China, uno de los aliados militares de Pakistán. La cooperación entre Islamabad y Pekín, que incluye planes de compra de 40 cazas J-35, genera inquietud en Washington respecto al acceso que China podría obtener a estos sistemas. Acuerdos anteriores, como el de 2006 para adquirir 18 F-16 Block 52 por $1.400 millones, incluyeron mecanismos de supervisión estricta, y se espera que cualquier acuerdo futuro para el AIM-120D siga el mismo procedimiento.
El Congreso de Estados Unidos representa un factor adicional de dificultad. Las dudas sobre el compromiso de Pakistán con el combate al terrorismo y su programa nuclear complicaron ventas anteriores. En 2016, se rechazó una propuesta para vender ocho F-16 adicionales, debido a objeciones de India, que señaló el riesgo de que estas aeronaves se usaran en su contra, contraviniendo las cláusulas de uso exclusivo para operaciones antiterroristas. La decisión de enero de 2025 de aprobar $397 millones para el mantenimiento de la flota F-16 de Pakistán sugiere un cambio limitado, pero las ventas de misiles avanzados siguen bajo una revisión más estricta.
La Operación Sindoor también influyó en el desarrollo de las negociaciones. Durante la guerra, los cazas J-10CE de Pakistán emplearon misiles PL-15E que no lograron evadir eficazmente los sistemas de guerra electrónica de India. Aunque Pakistán declaró haber derribado cinco aeronaves indias, incluidas tres Rafale, estas declaraciones no han sido verificadas, e India niega haber sufrido pérdidas importantes. La percepción de que el PL-15E, con un alcance de 145 kilómetros, presenta limitaciones frente al Meteor ha llevado a Pakistán a optar por tecnología estadounidense con antecedentes operativos comprobados, como el AIM-120D.
La flota F-16 de Pakistán, integrada por 76 aeronaves (modelos A/B, MLU y Block 52 C/D), constituye su fuerza principal para el combate aéreo. Los 18 F-16 Block 52, incorporados entre 2006 y 2010, disponen del radar AN/APG-68(V)9, que permite rastrear múltiples objetivos hasta 120 kilómetros, además de aviónica compatible con sistemas de guiado como el JDAM. No obstante, la antigüedad de su armamento, especialmente los misiles AIM-120C-5, afecta su rendimiento en comparación con los cazas Rafale y Su-30MKI de India, que cuentan con sensores y armas más avanzados.
Relaciones históricas y situación estratégica
Las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán han mostrado una evolución inestable durante las dos últimas décadas. La operación de 2011 que se saldó con la muerte de Osama bin Laden en Abbottabad provocó la suspensión de la ayuda militar y la imposición de controles estrictos sobre el programa F-16, incluyendo inventarios semestrales y la exigencia de doble presencia para el manejo de equipos sensibles. En 2018, la administración Trump ordenó la congelación de la asistencia militar, citando la falta de medidas efectivas de Pakistán contra organizaciones terroristas, lo que generó dificultades en el mantenimiento de los F-16.
La Enmienda Pressler de 1990, que impuso sanciones por el desarrollo nuclear de Pakistán, llevó a un embargo que impidió la entrega de 28 F-16 hasta el periodo 2005-2008. Estos antecedentes han creado un clima de desconfianza en Washington respecto a nuevas transferencias de armamento. Sin embargo, la colaboración de Pakistán en 2022 para suministrar municiones destinadas a Ucrania facilitó la aprobación de un programa de mantenimiento por $450 millones para los F-16.
La competencia militar con India influye de manera determinante en la estrategia de defensa de Pakistán. La compra india de 36 cazas Rafale y sistemas rusos S-400 ha modificado el equilibrio de capacidades en la región, lo que ha llevado a Pakistán a priorizar la modernización de su aviación de combate. Aunque los sistemas chinos como el JF-17 Thunder y el J-10CE representan opciones más asequibles, no ofrecen la misma interoperabilidad ni el historial comprobado del F-16. El JF-17, equipado con el misil PL-12 con un alcance de 70 a 100 kilómetros, no alcanza las capacidades de combate más allá del alcance visual que el F-16 logra con el AIM-120D.
Los F-16 de Pakistán han registrado actividad en escenarios de combate. En los años ochenta, derribaron ocho aviones afganos, incluidos Su-22 y MiG-23, mediante el uso de misiles AIM-9 Sidewinder. En 2019, durante la Operación Swift Retort, un F-16 habría destruido un MiG-21 indio utilizando un AIM-120C-5, aunque Pakistán no ha confirmado el uso de ese armamento. Estos antecedentes evidencian el papel operativo del F-16, pero también sus limitaciones frente a la actual fuerza aérea india, lo que explica el interés paquistaní en el AIM-120D.