El Manta Ray, dron autónomo biomimético, completó pruebas clave en aguas profundas para misiones militares sin apoyo humano prolongado.
El Manta Ray simula el nado de una manta raya para evitar radares
La Agencia DARPA y Northrop Grumman han finalizado el desarrollo inicial del dron submarino Manta Ray, diseñado para replicar el desplazamiento natural de una manta raya. Este vehículo autónomo fue probado en el océano Pacífico, frente a la costa sur de California, entre febrero y marzo de 2024. En las pruebas, el dispositivo operó sin asistencia humana, empleando sus diferentes sistemas de propulsión y dirección para navegar de forma autónoma en condiciones oceánicas adversas.
Gracias a su diseño inspirado en organismos marinos, el dron presenta una firma acústica extremadamente baja, lo que dificulta su detección por medios de vigilancia convencionales. Northrop Grumman destacó que su estructura modular, que permite desmontarlo en cinco contenedores estándar, facilita su transporte y ensamblaje en zonas de operación. Durante las pruebas, un equipo reducido lo reensambló con herramientas comunes tras enviarlo desde Maryland a California.
Según Kyle Woerner, gerente del programa Manta Ray en DARPA, esta capacidad de ser transportado en partes, armado en campo y desplegado con facilidad representa una ventaja estratégica para vehículos submarinos no tripulados de gran tamaño. El diseño permite su utilización en operaciones sin requerir espacio en instalaciones navales tradicionales.
El sistema incorpora tecnologías que maximizan su autonomía energética. Utiliza flotabilidad controlada para desplazarse, bombeando agua de mar a su estructura y así variar su peso y profundidad con un consumo energético mínimo. También puede anclarse al fondo marino y entrar en un modo de hibernación de bajo consumo para extender su permanencia sin necesidad de recargas externas.
Especificaciones clave del Manta Ray y su despliegue estratégico
- Diseño biomimético: imita el movimiento de una manta raya para reducir detección acústica.
- Autonomía prolongada: puede operar durante meses sin intervención humana.
- Despliegue modular: transportable en cinco contenedores y ensamblado en campo.
- Pruebas exitosas: realizadas en el Pacífico en febrero y marzo de 2024.
- Capacidad multimisión: incluye inteligencia, vigilancia, detección de minas y sabotaje electrónico.
El programa Manta Ray evoluciona con pruebas y alianzas tecnológicas
Desde su inicio en 2020, el programa Manta Ray ha buscado desarrollar vehículos autónomos capaces de funcionar de forma prolongada sin soporte logístico. En su fase inicial, DARPA otorgó contratos a Lockheed Martin, Northrop Grumman y Navatek (hoy PacMar Technologies) para explorar conceptos. En diciembre de 2021, Northrop Grumman y PacMar fueron seleccionadas para construir prototipos a gran escala.
Mientras Northrop Grumman completó pruebas reales en el mar, PacMar Technologies ensayó un modelo reducido en septiembre de 2023. Planea probar su propio sistema de energía en 2024. DARPA y la Marina estadounidense trabajan en conjunto para decidir los pasos siguientes, lo que podría incluir la integración operativa de estas tecnologías.
Diseñado con bahías adaptables, el Manta Ray puede llevar múltiples cargas útiles, lo que lo vuelve apto para misiones de vigilancia, reconocimiento, guerra electrónica y monitoreo ambiental. Su capacidad para sumergirse a profundidades no accesibles para submarinos tripulados amplía su utilidad en zonas marítimas estratégicas como el Pacífico.
El Departamento de Innovación de Defensa (DIU) afirmó que los UUVs de gran desplazamiento con capacidades múltiples serán claves para el éxito en escenarios de confrontación. Estas herramientas permiten ampliar la cobertura táctica sin exponer al personal militar a riesgos directos.
Estados Unidos acelera el desarrollo de sistemas militares no tripulados
El Manta Ray forma parte de un enfoque más amplio del Pentágono hacia tecnologías autónomas. La Marina invierte en sistemas como enjambres de drones aéreos, torpedos inteligentes y buques de superficie no tripulados. Iniciativas como el proyecto ACTUV complementan la estrategia centrada en evitar amenazas mediante herramientas remotas.
Otros países como China y Rusia también desarrollan UUVs avanzados. China ha producido drones lanzables desde submarinos, mientras Rusia trabaja en el Poseidon, un UUV nuclear. En este contexto, el Manta Ray representa un esfuerzo por mantener la superioridad tecnológica estadounidense.
Aunque el propósito principal del Manta Ray es militar, su tecnología podría emplearse en tareas civiles como el mapeo oceánico, estudio de ecosistemas o exploración de recursos. No obstante, DARPA y Northrop Grumman han aclarado que el proyecto se orienta exclusivamente a operaciones de defensa.
Publicaciones especializadas como DefenseScoop, The National Interest y Navy Times han resaltado el potencial del Manta Ray para transformar la guerra submarina. Imágenes satelitales captadas entre noviembre de 2023 y abril de 2024 muestran al vehículo en la base naval de Port Hueneme, lo que confirma su tamaño “extragrande”, según las descripciones técnicas.
DARPA mantiene un enfoque competitivo con múltiples contratistas
El desarrollo del Manta Ray no se limita al prototipo de Northrop Grumman. DARPA ha financiado a otras empresas como Metron Inc. para explorar tecnologías de recolección de energía adaptadas al proyecto. Este enfoque abierto busca fomentar la innovación y evitar depender de un único diseño operativo.
La agencia sigue evaluando alternativas que amplíen las capacidades del programa. La diversidad de diseños permitiría adaptar los UUVs a distintos escenarios, desde aguas profundas hasta regiones polares o entornos litorales. La ausencia de una solución única obliga a mantener una estrategia de investigación continua.
Mientras el Manta Ray se acerca a una integración potencial en la Marina, su evolución refleja el avance sostenido de las plataformas autónomas. Las pruebas exitosas de 2024 consolidan su posición como herramienta táctica de largo alcance, con capacidad de infiltración sigilosa y adaptabilidad a múltiples misiones.
Estos avances tecnológicos posicionan al Manta Ray como un elemento central en la transformación de las operaciones navales, destacando el papel creciente de la autonomía y la eficiencia energética en los futuros conflictos marítimos.