A lo largo de los años, los funcionarios militares israelíes han insinuado la capacidad del país para atacar las instalaciones nucleares de Irán si fuera necesario. El Estado judío ha dirigido operaciones exitosas en el pasado, atacando instalaciones nucleares en Irak en 1981 y en Siria en 2007. Mientras que Irak y Siria están muy cerca de Israel, Irán está a casi 1.000 millas de distancia. La distancia entre Israel e Irán sigue siendo el obstáculo más difícil para este tipo de operaciones. Sin embargo, el arsenal de cazas de largo alcance de Israel y su misil balístico de alcance intermedio con capacidad nuclear permitirían llevar a cabo una operación eficaz.
Evaluación de la situación
En febrero, el gobierno israelí estimó que la República Islámica de Irán estaba a solo 4 o 6 meses de alcanzar el estatus de potencia nuclear. El Estado judío envió una delegación a las negociaciones conjuntas en curso entre Estados Unidos e Irán en Viena. Expresó su preocupación por el hecho de que una vuelta al Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) no lograra alejar al régimen de su tiempo de ruptura nuclear y, al mismo tiempo, permitiera la transferencia de armas a sus apoderados sin impedimento alguno. Mientras que el progreso de las negociaciones se ha estancado, los funcionarios estadounidenses aceleraron el tiempo de ruptura potencial del régimen a “unas pocas semanas de distancia”.
La rápida expansión del uranio por parte de Irán, una letanía de incumplimientos y una retórica cada vez más amenazante tienen preocupados tanto a Estados Unidos como a Israel.
A principios de este mes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron el mayor simulacro militar de la historia del país, apodado “Carros de Fuego”. Como parte de este simulacro planificado, la Fuerza Aérea de Israel practicó el ataque a los emplazamientos nucleares de Irán. Si Israel atacara a Irán en el futuro, el emplazamiento de uranio de Natanz sería el principal objetivo. Este complejo tiene unos 600.000 pies cuadrados y está excavado a casi 23 pies bajo tierra, cubierto por varias capas de metal y hormigón. Rodeado de misiles tierra-aire, el complejo sería un objetivo difícil de alcanzar.
Aviones de combate preparados
El arsenal de cazas F-15I Ra’am, F-16I Sufa y F-35I Adir de la Fuerza Aérea israelí sería capaz de apuntar a las instalaciones de Natanz de Irán. Con un radio de combate de más de 1.000 millas, los F-16 Sufa serían capaces de realizar una misión de largo alcance. La flota israelí de 25 F-15 Ra’am tiene un alcance de combate de más de 2.000 millas. En 1981, la IAF lanzó el ataque “Operación Ópera” que destruyó un reactor nuclear situado al sur de Bagdad. Un escuadrón de ocho F-16A equipados con dos bombas no guiadas, Mark-84 de 2.000 libras de acción retardada llevó a cabo el exitoso ataque. Aunque Siria es un destino más cercano a Israel que Irán, la flota de cazas de las FDI está probablemente a la altura del desafío.
Además de su flota de aviones, el misil Jericó 3 de Israel puede llevar ojivas nucleares y tiene un alcance estimado de 4.000 a 6.000 kilómetros. Esta arma alcanzaría fácilmente el territorio iraní y sin duda se incluiría en cualquier plan que las FDI presenten para atacar las instalaciones de Natanz. El misil tiene una carga útil de entre 1.000 y 1.300 kilogramos y posiblemente esté equipado con una cabeza nuclear de 750 kg. Aunque las verdaderas capacidades del Jericó se mantienen en secreto debido a la política de opacidad nuclear de Israel, la posibilidad de su existencia supone una importante amenaza para Irán y una herramienta para las FDI.