Polonia está evaluando la posibilidad de adquirir 32 aviones de combate F-15EX, aunque busca reemplazar los motores General Electric F110-129 que vienen de serie con estos aviones, por motores Pratt & Whitney F100, más adecuados a las capacidades industriales locales del país.
Aunque se considera que Estados Unidos es tan fuerte como sus aliados, la competencia entre empresas de defensa estadounidenses a menudo afecta negativamente a sus socios europeos. A pesar de que se destacan las ventajas de colaborar con aliados, en ocasiones las necesidades de estos países quedan en segundo plano debido a dicha competencia.
Los países europeos, por lo general, no muestran objeciones a la hora de adquirir tecnología militar estadounidense, como en el caso del F-15EX. Sin embargo, a veces prefieren ciertos componentes distintos. Este es precisamente el caso de Polonia, que busca modificar una parte clave del avión.
El gobierno polaco desea cambiar los motores General Electric F110-129 por los motores turbofán Pratt & Whitney F100 para los F-15EX. Esta demanda ha añadido un nivel de complejidad para Boeing, la empresa encargada de fabricar el F-15EX.
Polonia podría cerrar un acuerdo para adquirir hasta 32 aviones fabricados por Boeing. No obstante, Varsovia también está considerando otras opciones, como el Eurofighter Typhoon, además de una posible ampliación de su compra de F-35 de Lockheed Martin. Para Boeing, concretar esta venta es esencial, ya que supondría un impulso financiero muy necesario en un momento en que la compañía enfrenta dificultades.
Polonia insiste en motores Pratt & Whitney para F-15EX ante negativa de GE
Varsovia mantiene firme su exigencia de que se les permita cambiar los motores del F-15EX, pese a la oposición de General Electric, que posee la exclusividad sobre el contrato de motores para este avión. Sin embargo, los representantes de Pratt & Whitney argumentan que el cambio no es tan complejo como GE lo presenta.
Desde la perspectiva de Pratt & Whitney, solo sería necesario un conjunto limitado de pruebas de integración de bajo riesgo, sin necesidad de llevar a cabo un largo proceso de certificación. Los ejecutivos de esta compañía confían en que esta afirmación es correcta, ya que competían con GE en la fase de desarrollo del F-15EX para ser el proveedor oficial de motores. Finalmente, GE se adjudicó el contrato exclusivo, particularmente para los aviones que utiliza Estados Unidos.
A pesar de que el motor GE F110-129 se adapta bien al F-15EX sin necesidad de hacer grandes modificaciones en la estructura, Pratt & Whitney ha señalado que su motor F100 presenta ventajas. Según ellos, el F100 posee una mejor relación empuje-peso en comparación con el F110 y ofrece un margen adicional de extracción de potencia y sangrado, lo que podría mejorar el rendimiento del avión de combate en aspectos que el motor de GE no alcanza.
Por su parte, General Electric está luchando para evitar que Polonia lleve a cabo esta operación. En tanto, Boeing se encuentra en una situación complicada, pues desea asegurar la venta. La compañía es consciente de que si Polonia insiste en su demanda y esta no se cumple, podría optar por adquirir Eurofighters o más unidades del F-35, lo que perjudicaría su negocio.
A pesar de las diferencias, Polonia considera que optar por el F-15EX sería una opción más económica. Este avión de cuarta generación, fabricado por Boeing, ofrece capacidades destacadas que podrían ser clave para disuadir futuras agresiones por parte de Rusia en territorio europeo.
Polonia busca motores locales para F-15EX por temor a conflicto con Rusia
Lo fundamental en este caso es que la infraestructura industrial de Polonia respalda a Pratt & Whitney, ya que la compañía tiene una presencia significativa en el país, mientras que General Electric no. Aunque GE intentara establecerse en Polonia, el proceso sería demasiado lento. Varsovia necesita incorporar de inmediato los 32 cazas modernos a su flota.
El deseo de Polonia de cambiar los motores a un sistema que pueda ser producido localmente es crucial para comprender la estrategia general de sus dirigentes. Ante la posible amenaza de una guerra con Rusia, Polonia se está preparando para el peor de los escenarios: la posibilidad de que las fuerzas rusas derroten a Ucrania y lleguen a la frontera polaca, dispuestas a avanzar sobre Varsovia.
Frente a esta situación, Polonia necesita adquirir y fabricar todos los sistemas avanzados posibles. Además, la cercanía de Polonia a un potencial frente de guerra con Rusia implica la necesidad de mantener sus cazas dentro del país, sin depender de cadenas de suministro frágiles y distantes con Estados Unidos. Al optar por motores Pratt & Whitney en la posible compra de los F-15EX, Polonia podría asegurar un mantenimiento ágil y eficiente de su flota.
El contexto actual es muy distinto al de los años 90, cuando se asumía que las cadenas de suministro globales se mantendrían en pie incluso durante una guerra. En la actualidad, estas redes serían uno de los primeros objetivos en un conflicto. Polonia es consciente de esto, y su intención es que el país sea resistente ante posibles interrupciones.
En caso de que Polonia decida adquirir los F-15EX en lugar de los F-35 o Eurofighters, el gobierno de Estados Unidos debería intervenir para resolver la oposición de GE al cambio de motor. No se trata solo de maximizar los beneficios de una corporación, sino de garantizar que Polonia esté preparada para enfrentar las amenazas que sus líderes consideran inminentes.
Eso es lo que se espera de los aliados.