La República de Polonia se está convirtiendo rápidamente en el miembro crítico de la Alianza de la OTAN en sus crecientes esfuerzos por disuadir a las amenazas militares rusas y contrarrestar los intentos de Moscú de subvertir la democracia europea. Polonia no es un país libre cuando se trata de la seguridad europea. Está gastando más dinero en términos de porcentaje del PIB que otros países de la OTAN.
El ejército polaco tiene en marcha un serio programa de modernización que, con el tiempo, promete convertirlo en un serio contrapeso para el ejército ruso. Polonia es también el lugar obvio para que la OTAN base su defensa de Europa. Esta es la razón principal por la que Estados Unidos ha desplegado grandes fuerzas de combate en ese país y planea aumentar significativamente su presencia en los próximos años.
La visita de esta semana del vicepresidente estadounidense Pence a Polonia sirvió tanto para subrayar la creciente relación de seguridad entre los dos países como para dejar claro el creciente papel de este último en la estrategia de defensa de la OTAN. En sus declaraciones en Varsovia, el Vicepresidente señaló las diversas formas en que Polonia estaba aumentando su contribución a la seguridad de la OTAN.
Por ejemplo, señaló que Polonia es uno de los siete países miembros de la OTAN que ha cumplido con su obligación de gastar el 2% del PIB en defensa. Pence elogió el esfuerzo del ejército polaco por adquirir equipo moderno de los Estados Unidos, en particular el sistema de defensa aérea Patriot y el sistema de cohetes de artillería de alta movilidad. Lo más importante de todo, el Vicepresidente anunció que Polonia y los Estados Unidos habían llegado a un acuerdo para aumentar de 4.500 a 5.500 el número de tropas estadounidenses que se desplegarían en ese país.
Geográficamente, Polonia es el lugar desde el que la OTAN puede contrarrestar mejor las amenazas militares rusas a Europa del Este. Proporciona a la Alianza su único acceso terrestre a los Estados bálticos a través de la brecha de Suwalki en la frontera con Lituania. Polonia limita con Bielorrusia y Ucrania, el primero es un cliente militar ruso de facto y el segundo uno de los principales objetivos de la campaña de Moscú para dominar la región.
Polonia y Lituania son los dos miembros de la OTAN cuyo territorio limita con el del enclave ruso de Kaliningrado, fuertemente militarizado. En el caso de una agresión directa de Rusia contra Ucrania, la OTAN tendría que responder desde territorio polaco. Por último, la larga costa báltica de Polonia la convertirá inevitablemente en uno de los principales actores en caso de que estalle un conflicto en el mar.
El régimen de Varsovia reconoció que se encuentra en primera línea de los esfuerzos de la OTAN para disuadir a Rusia. Con ese fin, ha aumentado el tamaño de sus fuerzas armadas regulares en un 30% y ha añadido una cuarta división a su Ejército. Polonia también está creando una Fuerza de Defensa Territorial que, con el tiempo, constará de unas 17 brigadas de infantería ligera. Estas unidades pueden ser movilizadas para tratar con las tropas y las Fuerzas Especiales aerotransportadas de Rusia o cualquier intento de Moscú de utilizar a los llamados «hombrecitos verdes» para socavar la soberanía polaca.
Polonia está tomando medidas importantes para modernizar sus fuerzas armadas. A principios de este año, Varsovia anunció un nuevo Plan de Modernización Técnica para 2026 que gastará casi 50.000 millones de dólares en cazas de quinta generación, vehículos aéreos no tripulados, helicópteros de asalto, cohetes de corto alcance, submarinos y ciberseguridad. El ejército polaco ha modernizado su flota de 140 tanques Leopard y tiene previsto adquirir 100 más. Está comprando más de 100 sistemas avanzados de artillería y mortero autopropulsados.
Como miembro de la Unión Europea, Polonia a menudo se siente obligada a comprar sistemas europeos en lugar de buscar la solución más rentable. Dicho esto, Varsovia optó por adquirir el sistema de defensa antiaérea Patriot de Estados Unidos en lugar de una alternativa europea. Polonia ya ha adquirido docenas de F-16 fabricados en Estados Unidos, y el Ministerio de Defensa polaco ha expresado su fuerte deseo de comprar el F-35A para reemplazar sus antiguas flotas de SU-22 y MIG-29 de la era soviética. Es posible que el Gobierno polaco reconsidere su política de «Buy European» y adquiera más equipamiento estadounidense, como el tanque principal Abrams M1A2.
Lo más importante de todo para el futuro de la Alianza es que Polonia ha decidido dar la bienvenida a una presencia militar estadounidense significativa y creciente en su territorio. En la actualidad, Estados Unidos cuenta con un Equipo de Combate de la Brigada Blindada (ABCT) desplegado en Polonia de forma rotativa.
Sobre la base de un acuerdo reciente entre los dos países, el Pentágono se está preparando para ampliar este despliegue con un cuartel general de la división desplegada hacia adelante, unidades logísticas y un escuadrón de drones MQ-9 Reaper. Los 1.000 soldados adicionales que se dirigen a Polonia proporcionarán el personal inicial para estas nuevas unidades. El plan a más largo plazo consiste en crear la infraestructura necesaria para apoyar el despliegue rotativo de dos ABCTs más habilitadores de combate adicionales.
Una de las razones por las que Estados Unidos podrá llevar a cabo este despliegue ampliado a Polonia es que Varsovia se ha comprometido a proporcionar el apoyo, tanto financiero como de infraestructura, necesario para este despliegue ampliado. Estados Unidos pagará los costes operativos normales de las fuerzas desplegadas en Polonia, pero los gastos adicionales asociados con su despliegue futuro serán pagados por Polonia.
Polonia ha buscado durante mucho tiempo hacer que la presencia de Estados Unidos en Polonia sea permanente. Existen razones políticas y prácticas para que Washington considere tal medida, particularmente si los costos adicionales de la presencia permanente de las fuerzas estadounidenses en Polonia son sufragados por ese país. Esta medida pondría de relieve el compromiso de Estados Unidos con la defensa de toda la OTAN. Las fuerzas desplegadas de avanzada pueden reunir información valiosa sobre las fuerzas y operaciones rusas, así como adquirir un conocimiento profundo de los posibles campos de batalla.
Los actuales esfuerzos de Polonia y Estados Unidos para mejorar las defensas convencionales de la OTAN deben ser solo los primeros pasos en un esfuerzo continuo y de colaboración para mejorar la capacidad de la Alianza para disuadir posibles agresiones rusas. En última instancia, una disuasión creíble a la agresión convencional rusa contra un país de la OTAN o incluso Ucrania es probable que requiera la presencia en Polonia de un cuerpo pesado completo de EE.UU. junto con fuegos de largo alcance, una defensa aérea y de misiles robusta, y aviones de quinta generación.