La configuración de doble cola mejora estabilidad, control y seguridad en combate, pero también implica compromisos técnicos según el tipo de misión aérea.
Diseño de la cola: estabilidad y control a altas velocidades
La estabilidad direccional resulta crucial en el vuelo de combate, y su control depende del diseño del empenaje, donde destacan los estabilizadores verticales. Mientras los aviones comerciales emplean una sola aleta, muchos cazas modernos incorporan dos para afrontar mejor los retos operativos.

En aeronaves de combate como el F-15 Eagle o el F/A-18E/F Super Hornet, la doble cola se ha mantenido como elección de diseño durante décadas. Esta configuración permite un manejo más preciso a velocidades extremas y ofrece ventajas estructurales frente a la turbulencia generada por el fuselaje, según Air & Space Forces Magazine.
De acuerdo con la NASA, los aviones con motores potentes —como el F-15, con sus dos Pratt & Whitney F100— requieren estabilización adicional al alcanzar Mach 2.5. La doble cola inclinada ayuda a distribuir las fuerzas aerodinámicas con mayor eficiencia.
Por el contrario, el F-16 Fighting Falcon, que utiliza un solo estabilizador vertical, demuestra que esta disposición también puede ser efectiva. Su bajo peso y sistema fly-by-wire favorecen maniobras cerradas, según datos de LockheedMartin.com.

Datos técnicos clave sobre la doble cola en cazas militares
- El F-15 alcanza Mach 2.5 con dos motores de 29,000 libras de empuje cada uno.
- El F/A-18E/F tiene colas más cortas (11 pies) para facilitar su almacenamiento en portaaviones.
- El F-14 Tomcat usaba doble cola para mantener el control durante despegues navales.
- El F-16, con 18,900 libras vacío, posee un solo estabilizador vertical.
- El YF-23 incorporó doble cola en V para mejorar su capacidad furtiva.
Ventajas de la doble cola en entornos operativos extremos
En aviones de combate con varios motores, como el F-14 Tomcat o el MiG-25 Foxbat, la doble cola incrementa la estabilidad durante situaciones críticas como la pérdida de un motor. Esta característica es esencial durante misiones donde el control debe mantenerse a toda costa.
El F-14, diseñado para operaciones navales, incluía estabilizadores gemelos que garantizaban estabilidad en despegues y aterrizajes sobre portaaviones. Sus motores General Electric F110 y su peso de hasta 74,350 libras exigían mayor control direccional, como documenta Boeing.com.

La redundancia estructural es otra razón para incorporar dos colas. En modelos como el F/A-18E/F Super Hornet o el F-35C Lightning II, si un estabilizador resulta dañado, el otro permite mantener el vuelo, según Naval News.
La longitud reducida de las colas en aviones navales, como en el Super Hornet, también facilita su almacenamiento en hangares limitados. Según The Aviationist, sus 11 pies de altura frente a los 18 del F-15 permiten optimizar el espacio a bordo.
Limitaciones técnicas del diseño de doble estabilizador vertical
El uso de dos estabilizadores verticales incrementa tanto el peso como la resistencia aerodinámica, lo que puede perjudicar la maniobrabilidad en ciertos contextos. Aviones como el F-16, con diseño más liviano, superan en giros cerrados a modelos de doble cola.
En el caso del F-15, su diseño prioriza la estabilidad a alta velocidad sobre la agilidad extrema. Aunque pesa 31,700 libras vacío, mantiene una ventaja táctica con una tasa de victorias aire-aire de más de 100 a 0, según Defense.gov.
El Northrop YF-23, desarrollado en los años 90, incorporó una doble cola en V para reducir su firma de radar. Aunque mejoraba el sigilo, fue superado por el F-22 con cola convencional, como detalla The War Zone.

Esto indica que la configuración de cola responde a exigencias concretas. El diseño ideal depende de si se busca agilidad, velocidad, sigilo o capacidad de operación naval.
Aplicaciones históricas y modernas en aviación naval y de ataque
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Grumman F7F Tigercat ya empleaba doble cola para estabilizar su estructura de doble botalón, que permitía incorporar un amplio portón trasero, según AirForceMag.com.
Actualmente, el F-35C de la Marina estadounidense utiliza estabilizadores verticales inclinados que, además de aportar estabilidad, reducen la altura total del avión a 14 pies y 9 pulgadas. Esto facilita las operaciones en portaaviones como el USS Gerald R. Ford, según LockheedMartin.com.
El Sukhoi Su-27 ruso también adopta doble cola. Con sus 36,100 libras de peso vacío y velocidad de Mach 2.35, esta configuración estabiliza sus dos motores AL-31F, según GlobalSecurity.org.
Por su parte, el A-10 Thunderbolt II combina doble botalón con estabilizadores gemelos para proteger los motores traseros y garantizar control a baja altitud, como indica The Aviationist.
Factores que determinan la configuración ideal de la cola

La elección entre una cola única o doble depende directamente del objetivo operacional del avión. En cazas como el F-15 o el Su-35, diseñados para largas distancias y altas velocidades, la doble cola ofrece mayor control y estabilidad.
Para misiones que requieren giros cerrados y maniobras evasivas, aeronaves como el F-16 o el MiG-29 optan por estabilizadores únicos, priorizando agilidad sobre redundancia estructural.
En operaciones navales, donde el espacio y la seguridad son factores limitantes, la configuración de doble cola se ajusta mejor. Modelos como el F-35C o el Super Hornet reflejan esta tendencia.
Según la NASA, “la configuración de la cola es un compromiso entre rendimiento, seguridad y misión”. Este principio ha guiado el diseño de algunos de los cazas más influyentes de la aviación militar.