Los medios de comunicación estatales rusos han permanecido en gran medida mudos sobre el tema del empleo por parte de Ucrania de los sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad estadounidenses (HIMARS) contra la fuerza de invasión de Moscú. Mientras que los diversos rincones de la esfera pública rusa favorables al Estado han expresado su frustración sobre el tema del uso de los HIMARS ucranianos, la reacción de Moscú al uso de los HIMARS ha sido más bien silenciosa hasta ahora.
¿Qué es el HIMARS?
Oficialmente designado como M142 HIMARS, el sistema consiste en una cápsula de lanzamiento capaz de disparar seis misiles guiados montados en un camión.
Con un alcance de alrededor de 50 millas, la principal ventaja del sistema HIMARS sobre prácticamente cualquier otro tipo de artillería en el campo de batalla hoy en día es que su alcance le permite atacar depósitos y centros de mando muy por detrás de las líneas enemigas o baterías de artillería enemigas sin arriesgarse al contrafuego.
El gobierno de Biden solo proporcionó a Ucrania su lote inicial de cuatro armas HIMARS después de que Kiev asegurara a Washington que no utilizaría sus HIMARS para atacar objetivos dentro de Rusia, calmando los temores estadounidenses de una escalada.
El 8 de julio, el gobierno de Biden anunció que se enviarían cuatro lanzadores HIMARS adicionales a Ucrania, que se sumarían a los ocho que se habían enviado hasta la fecha.
¿Cómo ha usado Ucrania sus HIMARS?
Mientras que las fuerzas rusas en Ucrania disfrutan de una gran ventaja en cuanto a número de disparos de largo alcance en Donbas, que forman una parte central de la estrategia militar rusa en esta fase de su invasión, el uso de HIMARS por parte de Ucrania ha dado a las Fuerzas Armadas ucranianas una serie de ventajas propias.
Tras familiarizarse con el sistema, las fuerzas armadas ucranianas se han vuelto expertas en atacar con precisión los depósitos de munición y los centros de mando rusos situados muy por detrás de sus líneas de frente.
Una vez que ha quedado claro el éxito del uso del sistema HIMARS, los funcionarios ucranianos han seguido expresando su gratitud a Estados Unidos y presionando para que se realicen más entregas de HIMARS, alegando que facilitarían los contraataques ucranianos y los intentos de expulsar a las tropas rusas del país.
¿Cómo han reaccionado los militares y los medios de comunicación rusos?
Moscú y los medios de comunicación rusos han tratado de ocultar la eficacia de los HIMARS en los campos de batalla de Ucrania o han expresado su creciente preocupación y consternación por los efectos de los ataques rusos.
El Ministerio de Defensa ruso intentó mantener una narrativa positiva sobre la posesión de HIMARS por parte de Ucrania, mencionando únicamente los HIMARS para afirmar el 6 de julio que las fuerzas armadas rusas habían destruido dos ejemplares de HIMARS ucranianos, afirmación que fue desmentida tanto por Ucrania como por Estados Unidos.
Adoptando un enfoque diferente, el conocido nacionalista ruso, ex coronel del FSB y acusado de criminal de guerra Igor Girkin, así como los periodistas de los medios de comunicación estatales rusos, han lamentado la posición de las fuerzas rusas bajo el fuego de los HIMARS ucranianos contra los que no tienen defensa ni recurso.
Los medios de comunicación estatales rusos también han afirmado, de forma dudosa, que Ucrania ha utilizado sus HIMARS para realizar intencionadamente ataques contra centros de población civil en zonas de Ucrania ocupadas por Rusia.
Ampliando estas afirmaciones, la diputada de la Duma rusa (y ex espía rusa en EE. UU.) Maria Butina también ha magnificado públicamente las acusaciones de que los HIMARS ucranianos se han utilizado para atacar infraestructuras civiles y ha exigido que EE. UU. deje de suministrar el sistema a Ucrania en consecuencia.
¿Qué ocurre si los HIMARS se utilizan de forma ofensiva contra Rusia?
Aunque la utilización de los HIMARS por parte de Ucrania ha sido, sin duda, muy perjudicial para las operaciones rusas, Ucrania sigue sin atacar objetivos dentro de Rusia, de acuerdo con su promesa a Washington. Por ahora, la base de la respuesta rusa a los ataques ucranianos con HIMARS ha sido una postura retórica y la expresión de descontento por las supuestas provocaciones de Estados Unidos al proporcionar el arma a Ucrania.
Si en el futuro Ucrania atacara objetivos situados dentro de las fronteras rusas, Kiev se arriesgaría a incurrir en la ira de Estados Unidos a cambio de pagos tácticos a corto plazo. Tales ataques también podrían complicar la imagen política interna creada por Moscú de que su invasión de Ucrania no afecta directamente a Rusia, ejerciendo así una presión adicional sobre la concepción pública del presidente ruso Vladimir Putin de la guerra como una “operación militar especial” limitada, despertando potencialmente el interés público ruso en la guerra de nuevo (para bien o para mal para Ucrania).
Por ahora, los HIMARS ucranianos han demostrado ser armas potentes para hostigar los sistemas logísticos y de mando rusos que apoyan su invasión de Ucrania. Se necesita más tiempo para evaluar su efecto real en las operaciones rusas, y para ver si Ucrania seguirá optando por no atacar objetivos dentro de Rusia.