¿Qué ha pasado con las Fuerzas Aéreas rusas en Ucrania? Uno de los grandes enigmas de la guerra en Ucrania ha sido la actuación de las Fuerzas Aeroespaciales rusas.
A medida que la guerra continúa y está casi en la marca de los 10 meses, la Fuerza Aérea rusa sigue siendo relegada a un papel secundario.
Fuerza Aérea Rusa: Menos salidas de combate sobre el campo de batalla
Como los combates son menos móviles y tienen lugar sobre zonas concentradas, las Fuerzas Aeroespaciales rusas han tenido que reducir el número de salidas sobre Ucrania debido a la prevalencia de las armas antiaéreas.
Según una reciente evaluación de la Inteligencia Militar británica, los aviones rusos realizan decenas de salidas tácticas de combate sobre Ucrania, frente a los cientos que realizaban en meses anteriores.
“La disminución de las salidas es probablemente el resultado de la continua y elevada amenaza de las defensas aéreas ucranianas, las limitaciones en las horas de vuelo disponibles para los aviones rusos y el empeoramiento de las condiciones meteorológicas”, evaluó la Inteligencia Militar británica en su última estimación de la guerra.
Según el Ministerio de Defensa ucraniano, las Fuerzas Aeroespaciales rusas han perdido 280 aviones de combate, transporte, ataque y bombarderos y más de 260 helicópteros de ataque y transporte sobre Ucrania.
Sin embargo, occidentales e independientes dan cifras mucho más bajas. Por ejemplo, el Ministerio de Defensa británico cifra en unos 60 los cazas y aviones de ataque rusos destruidos, mientras que el sitio web de inteligencia de fuente abierta Oryx puede verificar visualmente que Rusia ha perdido 63 cazas y aviones de ataque y 71 helicópteros de ataque y transporte.
La mayoría de las pérdidas verificadas de aeronaves rusas de ala fija y rotatoria se refieren a helicópteros de ataque Ka-52 Alligator y aviones de ataque Su-25 Frogfoot.
Estas aeronaves tienen la misión de apoyar a las tropas terrestres. Son menos ágiles y más robustos que los cazas y pueden recibir impactos. Pero las fuerzas ucranianas están equipadas con misiles antiaéreos occidentales, incluido el temible sistema de armas FIM-92 Stinger.
Además, las tripulaciones rusas utilizan en gran medida bombas y misiles no guiados para misiones de apoyo terrestre o de ataque, lo que significa que tienen que acercarse al objetivo para disparar, haciéndolos así más vulnerables al fuego antiaéreo.
“Dado que las tácticas rusas de ataque a tierra dependen en gran medida de la identificación visual y de las municiones no guiadas, es probable que la fuerza aérea rusa mantenga un bajo ritmo de operaciones de ataque a tierra durante el mal tiempo invernal”, añadió la Inteligencia Militar británica.
Sin duda, es difícil atribuir y evaluar con precisión las pérdidas en una guerra en curso, y ambas partes tienen motivos para inflar o desinflar las cifras. Lo que es seguro, sin embargo, es que las fuerzas aéreas rusas -ni mucho menos las ucranianas- tienen la superioridad aérea crucial.
No pueden operar con eficacia
El Royal United Services Institute (RUSI), un think tank con sede en el Reino Unido y el más antiguo del mundo en su género, publicó recientemente un informe sobre la guerra aérea sobre Ucrania.
El informe del RUSI contiene información valiosa sobre la actuación de las dos fuerzas aéreas y lo que puede deparar el futuro. Uno de los puntos del informe destaca la incapacidad de las Fuerzas Aeroespaciales rusas para operar eficazmente a baja altura debido a la presencia de sistemas de misiles antiaéreos en el lado ucraniano.
Los pilotos rusos se ven ahora obligados a lanzar misiles de crucero desde distancias muy grandes contra objetivos fijos o arriesgarse a ser derribados si se acercan a las líneas del frente.