Un choque significativo durante la Guerra Fría subrayó los peligros de la competencia naval entre superpotencias.
Incidente de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética
En 1984, un incidente significativo de la Guerra Fría tuvo lugar cuando el portaaviones estadounidense de propulsión nuclear USS Kitty Hawk colisionó con el submarino nuclear soviético Petropavlovsk en las costas de Corea del Sur. La década de 1980 destacó como una de las más decisivas de la historia moderna. La Guerra Fría había alcanzado su cuarta década, y según algunos historiadores, se encontraba en su punto más crítico.
La posibilidad de un conflicto nuclear era una amenaza constante, con las superpotencias probándose mutuamente como nunca antes. La intensidad de la Guerra Fría se manifestaba en los casi accidentes nucleares y los enfrentamientos tensos en el mar y el aire. La cultura popular de la época reflejaba escenarios apocalípticos, y el conflicto entre las grandes potencias estaba presente en la mente de todos. Los accidentes y los encuentros con avanzadas plataformas militares caracterizaron esta década.
Un incidente notable ocurrió en 1984, involucrando al USS Kitty Hawk, un superportaaviones estadounidense, y al submarino soviético de ataque clase Victor, Petropavlovsk. Este evento tuvo lugar a unas 150 millas al este de Corea del Sur, durante ejercicios navales conjuntos con fuerzas surcoreanas. El Kitty Hawk, acompañado por ocho escoltas, se encontraba en plena maniobra cuando “pasó por encima de la popa del submarino mientras salía a la superficie”, según un informe de UPI de esa época.
Detalles del choque y la respuesta inmediata de las tripulaciones
Es probable que el Petropavlovsk estuviera siguiendo a los buques de guerra estadounidenses para recopilar información sobre sus capacidades navales, dado el contexto de los ejercicios navales entre Estados Unidos y Corea del Sur. Informes de la época señalan que la tripulación del Kitty Hawk estaba consciente de la presencia de un submarino soviético cerca de su flotilla. Navegaban por el mar de Japón a 15 nudos “con las luces de navegación encendidas”, cumpliendo con las normas internacionales para la navegación segura.
La tripulación del submarino soviético, por su parte, estaba decidida a jugar al “gato y al ratón” con la flotilla estadounidense, específicamente con el Kitty Hawk. La Marina de EE. UU. concluyó que los soviéticos buscaban probar sus dispositivos antisubmarinos. Al emerger, el Petropavlovsk dañó el costado del Kitty Hawk. Sin embargo, la tripulación del portaaviones estadounidense se mostró más preocupada por la seguridad del submarino soviético, temiendo que el reactor nuclear del submarino hubiera sido comprometido por la colisión.
El informe oficial de la Marina de EE. UU. describe cómo el Kitty Hawk intentó comunicarse con el submarino soviético sin éxito. No obstante, asumieron que el submarino estaba en condiciones de navegar, ya que continuó su trayecto. Este incidente de 1984 fue desclasificado en 2017. En ese tiempo, existían mecanismos para mitigar el riesgo de una escalada nuclear no deseada.
Implicaciones del incidente para la seguridad internacional actual
Actualmente, Estados Unidos se enfrenta a una competencia tripolar con la República Popular China y la Federación Rusa. El entorno internacional contemporáneo ofrece muchas oportunidades para una escalada imprevista y consecuencias no deseadas. Los sistemas que ayudaron a limitar el riesgo de un conflicto nuclear durante la Guerra Fría se han debilitado o han desaparecido, aumentando la probabilidad de una guerra como resultado de un incidente similar al de 1984 entre el Petropavlovsk y el Kitty Hawk.
El Kitty Hawk tuvo otros incidentes durante su servicio. En 2007, un submarino chino clase Song, diésel-eléctrico, logró acercarse al portaaviones durante maniobras, emergiendo posteriormente en un aparente acto de burla. Se anticipan más encuentros como este en mares cada vez más concurridos y disputados, mientras Estados Unidos se enfrenta a un entorno multipolar y dinámico de amenazas.